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Esta mujer es capaz de recordar cada detalle de su vida (sin utilizar la cámara del móvil)

Durante el sueño reordenamos todas las experiencias vividas. Aprender a olvidarlas es positivo y necesario, según la neurología

¿Cuántas veces ha deseado no acordarse de lo que hizo la noche anterior? Por suerte, incluso aquellos que ejercitan su memoria acaban olvidando la mayoría de las experiencias negativas. Algo que no le ocurre a Rebecca Sharrock, una australiana de 27 años capaz de recordar con todo tipo de detalle los sueños que tenía con 18 meses, la ropa que llevaba en su primera fiesta de cumpleaños o todos los diálogos de la saga de Harry Potter. Este "superpoder" se llama hipermnesia, y se desconoce cuántas personas en el mundo tienen ese tipo de memoria autobiográfica casi ilimitada.

Los recuerdos de Sharrock no vienen solos. Las vivencias del pasado vuelven con los mismos sentimientos y sensaciones que experimentó de pequeña. “Cuando revivo esos momentos, las emociones parecen intactas. Aunque lo viví a una edad muy temprana, siento exactamente lo mismo que entonces”, detalla la australiana. Y aunque su memoria parece imbatible, lo paradójico es que a corto plazo no es tan buena, porque se hace fuerte con el paso de los meses hasta convertirse en imborrable.

A este respecto, el coordinador del Grupo de Estudio de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Félix Viñuela, aclara que "aprender a olvidar resulta positivo e incluso necesario para los seres humanos, sobre todo cuando se trata de acontecimientos vitales tristes o desagradables, porque su recuerdo nos puede afectar gravemente.” Lo sabe bien Alexandra Wolf. Esta norteamericana se levanta cada día recordando momentos precisos que ha experimentado con anterioridad. “Durante el sueño, los recuerdos nuevos se reorganizan y se relacionan con los del pasado; y esto hace que vuelvan a la superficie, sobre todo si se padece hipermnesia”, explica el neurólogo.

El precio de tener tanta memoria

Los primeros en publicar sobre esa alteración fueron los investigadores del Centro para la Neurobiología del Conocimiento y la Memoria de la Universidad de California en Irvine (EE UU). En su estudio de 2006 describían la memoria de una paciente estadounidense llamada Jill Price —que constituyó el primer caso diagnosticado de hipermnesia (también llamada hipertimesia)— como "imparable, incontrolable y automática". Otros trabajos han analizado la relación entre este tipo de memoria y determinados trastornos mentales (la joven australiana es también autista), aunque ninguno ha podido demostrar que exista una vinculación directa. "En el autismo puede haber un aumento de la capacidad memorística, pero habitualmente no suele ser tan autobiográfica. El trastorno obsesivo-compulsivo presenta una ideación intrusiva en la mente, pero tampoco tiene que estar vinculada a los recuerdos. Y la ansiedad es el miedo a algo desconocido, por lo que tampoco tiene una relación directa con esa alteración”, resume Félix Viñuela.

Con todo, los expertos sí observan determinados hábitos y patrones de comportamiento compartidos por todos ellos, como la tendencia a fantasear y a permanecer absortos de la realidad. "Los recuerdos excesivos y recurrentes pueden consumir todos los recursos atencionales de la mente cuando se focaliza en una misma cosa", justifica el neurólogo.

Prepare el cronómetro del móvil para mantener activo su cerebro

Una de las claves para mejorar la memoria episódica —esa que se relaciona con los hechos biográficos recientes, en un tiempo y espacio determinados— es la categorización mental. "Nuestro cerebro funciona clasificando las realidades, y las simplifica mediante un proceso de abstracción, para analizar los hechos y ordenarlos adecuadamente", puntualiza el neurólogo Félix Viñuela. Estos dos ejercicios tan simples son una buena manera de potenciar esa memoria, porque "una información ordenada correctamente siempre será recordada con más facilidad", zanja el experto.

1. Ponga el cronómetro de su móvil. Durante un minuto, apunte todas las palabras que empiecen por R que pueda recordar. Luego, haga lo mismo con nombres de animales terrestres. Después, pruebe con los apellidos de sus compañeros de trabajo. Lo puede repetir tantas veces como quiera.

2. Cuando vaya al supermercado, olvídese de hacer la lista de la compra en el teléfono o en papel. Intente organizar mentalmente por categorías todos los productos que quiera incluir en su carrito: los lácteos, la fruta, el pescado...

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