Peter: haciendo política desde la diáspora sursudanesa
Dos historias de esperanza en Sudán del Sur (y 2)
Ser político en África solo es producto de una fuerte vocación. Mucho más si se es parte de la diáspora que vive fuera de la región. Peter Mapuor mostró su disposición por esta profesión hace unos años cuando por segunda vez abandonó su país, Sudán del Sur, para instalarse en Kenia. Su deseo es contribuir a la paz generando pensamiento crítico entre los jóvenes. Para él una nación no puede construirse sin políticas públicas ni instituciones fuertes. Critica que muchos de los jóvenes compatriotas han sido educados en un entorno de ira, odio, falsos pretextos y falacias sobre la guerra, por lo que tienen una idea sesgada sobre ella y en muchas ocasiones su vida se basa en sobrevivir a años de conflicto. Por ello, como bien dice Peter, no es fácil escoger una profesión a la que dedicarse en Sudán del Sur.
Tras más de cincuenta años de conflicto, gran parte de la población de este país no ha conocido otro entorno que la guerra. En 1955 estalló la primera guerra civil y desde entonces se ha visto inmerso en sucesivos conflictos antes y después de su independencia de Sudán en 2011.
Peter abandonó su aldea en febrero de 2005 junto a algunos amigos, con el objetivo de subirse a uno de los aviones que transportaban de Juba a Kenia a sudaneses que huían de la guerra. Quería terminar la secundaria en el país vecino. Muchos centros educativos en su país se habían cerrado a causa del conflicto. Como no tenía billete de avión, tanto él como otros seis pasajeros se hicieron pasar por viajeros que no habían llegado a tiempo al aeropuerto. Así recaló en el campo de refugiados de Kakuma en el noroeste de Kenia. Allí terminó dos cursos académicos y posteriormente se mudó a Nairobi con un primo para terminar la secundaria.
Una vez obtuvo el título de secundaria, regresó a Sudán del Sur para estudiar en la universidad, pero cuando empezó se dio cuenta de que la guerra había diezmado el nivel educativo del país y los estudiantes debatían sobre temas minúsculos y mundanos. Decidió abandonar la universidad y empezar a trabajar en la radio de la Comunidad Católica (Catholic based Community Radio) en abril de 2011. Pero, al tiempo de empezar, en 2013, el Gobierno se presentó en la emisora amenazando con cerrarla si el locutor no modificaba su discurso. Peter abandonó el trabajo. La libertad de expresión es un derecho ausente en Sudán del Sur y el que precisamente ha impulsado a Peter a continuar sus estudios en periodismo y seguir su vocación por la política.
En Juba contactó con la hermana Paola Moggi de las Misioneras Católicas Combonianas de Italia para obtener una beca de estudios. Regresó a Nairobi a estudiar periodismo y comunicación social hace tres años. En la capital keniata ha ganado dos veces consecutivas en su estado las elecciones a GYYU (Greater Yirol Youth Union), la plataforma de jóvenes sursudaneses de la diáspora. A través de ella reúne periódicamente a sus compatriotas de varias regiones y grupos étnicos para debatir y poner en común ideas, reflexiones y soluciones en Sudán del Sur. En 2015 fue seleccionado para participar en YALI -el programa de empoderamiento de jóvenes africanos lanzado por el presidente Obama en 2013-, gracias al cuál puede proporcionar cursos a los miembros de GYYU sobre traumas posconflicto, liderazgo personal y construcción de la paz.
A punto de terminar su diplomatura en periodismo y comunicación social, Peter prefiere seguir estudiando en Kenia y formando a la diáspora sur sudanesa antes de dar el salto a la política en su país.
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