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Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

El afán por aprender y enseñar de Thomas

Dos historias de esperanza en Sudán del Sur (1)

Thomas, en una fotografía reciente.
Thomas, en una fotografía reciente.María Arnal C.

Como muchos otros niños sursudaneses, Thomas fue reclutado con engaños por el SPLA (Sudan People Liberation Army). Le dijeron que podía terminar en Etiopía el curso escolar interrumpido por la guerra. Junto con sus compañeros de colegio y los dirigentes del grupo emprendieron rumbo al país vecino desde la región de Bahr el Ghazal, en Sudán del Sur, en un mes indeterminado de 1986. Estuvieron andando durante más de tres meses sin apenas comida y bebida hasta llegar a su destino. Algunos murieron de hambre y de sed, otros atacados por animales salvajes. Cuando llegaron a Etiopía, la escuela era un centro de entrenamiento militar. Thomas y sus compañeros de colegio se habían convertido en miembros de la Red Army.

La Red Army, Jansi Armor en árabe, es el nombre que utilizó el Dr. John Garang -padre fundador del actual SPLA- durante la segunda guerra civil sudanesa para referirse a los grupos de niños y niñas de entre 7 y 18 años reclutados entre 1983 y 1990 para ser formados como soldados por ellos en Etiopía. Los niños recibían dos años de entrenamiento militar hasta poder sostener rifles AK-47 y entrar en combate contra el ejército sudanés. Thomas tenía 9 años cuando fue secuestrado en Sudán del Sur y 13 cuando fue trasladado al frente, donde estuvo luchando hasta abandonar el ejército a los 20. El SPLA estaba entonces liderado por el general y actual presidente Salva Kiir Mayardit, así como por el Dr. Garang.

Aprovechando una división interna en 1991, Thomas se unió a algunos miembros del ejército que decidieron escaparse. Pero en su camino a Jartum cayeron en la emboscada del Dr. Riek Mahar. Fueron capturados por el ejército enemigo y finalmente traslados a la hoy capital sudanesa en 1997. Ese mismo año se firmó el Acuerdo de Jartum entre todas las partes implicadas en la guerra civil, gracias al cuál unos 300 jóvenes fueron liberados y Thomas pudo empezar de nuevo. Al poco tiempo de vivir en los apartamentos proporcionados por el Gobierno para su reinserción en la sociedad, Thomas se mudó a vivir con unos familiares en la misma ciudad.

Sin embargo, el gobierno no proporcionó apoyo psicológico a esos jóvenes, por lo que su reinserción en la sociedad fue en muchos casos frustrada. Algunos volvieron al ejército, otros se dedicaron a la política y otros han llegado a ser diplomáticos. Thomas fue rechazado por algunos familiares debido a su estrés postraumático. Pasaron casi dos años desde que abandonó la Red Army y hasta que algunos miembros de su familia decidieron apoyarle y subvencionarle la atención psicológica y los estudios. Por fin en el año 2000 se reunió en Jartum con su madre, a quien no veía desde que partió de su aldea en 1986.

Recuperando sus años de instituto en la capital sudanesa conoció al padre jesuita Hans Putman, dedicado a los “retornados”, como llaman a los niños soldados en el gobierno de Sudán. Thomas comenzó a colaborar con la orden religiosa hasta unirse a ella en 2006. Como jesuita cursó Filosofía y Humanidades en la universidad de Zimbabue y fue profesor de Biología e Informática en Tanzania. Actualmente vive en Kenia terminando su formación en la Compañía de Jesús. Cuando termine la formación le gustaría volver a Sudán del Sur y enseñar en los colegios como hicieron con él sus maestros jesuitas.

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