Los genitales femeninos se excitan mucho más que los masculinos, pero la mujer no se entera
Lo de que ellos reaccionan más ante los estímulos sexuales era mentira. Y otros 49 datos rápidos y sorprendentes del cuerpo
Por la mañana somos 8 milímetros más altos que por la noche; tener los glúteos de Kim Kardashian evita la aparición de la cojera; y 500.000 de sus células han muerto mientras lee esta frase. Son algunos de los 45 datos sorprendentes que aprendimos en la primera parte de este artículo. A continuación, repasamos más curiosidades sobre la boca, los ojos, el corazón, los genitales o el embarazo.
Genitales, embarazo y vida sexual
46) Se ha observado que en la semana 16 del embarazo comienza a haber erecciones fetales.
“Los genitales no se acaban de formar del todo hasta la semana 15. En torno a la semana 12 hay algo que se llama tubérculo genital, cuando todavía no se puede distinguir si es chica o chico. Es posible ver erecciones intraútero, de hecho, en la ecografía se puede apreciar a los bebes tocándose sus genitales”, asegura la especialista en obstetricia y medicina fetal Sofía Fournier, del equipo de Salud de la Mujer del Hospital Universitario Dexeus de Barcelona.
47) Un adulto normal tiene una media de 3-5 erecciones nocturnas, y 11 a lo largo del día.
No obstante, el número de esas reacciones va decayendo con la edad, como recuerda el urólogo Juan Pablo Burgués, del Hospital Quirónsalud Palmaplanas.
48) En cada eyaculación salen una media de 200 millones de espermatozoides a una velocidad de 45 kilómetros por hora.
“Si hay embarazo, será porque solo uno de esos espermatozoides ha conseguido fecundar un óvulo”, señala Burgués. “La mayoría de los espermatozoides tienen morfología anómala o son inmóviles, incluso cuando se tiene un esperma normal. Y en los que tienen algún tipo de patología, la incidencia es mayor”, añade Fournier.
49) Los testículos funcionan mejor a dos grados menos que el resto del cuerpo.
“Por eso están en la bolsa escrotal. Existe un mecanismo termorregulador que hace que, con el frío, los testículos asciendan y se aproximen al cuerpo. Y cuando hace calor, el escroto se relaja y los testículos cuelgan más. Este mecanismo hace que la temperatura escrotal sea siempre la óptima”, explica Burgués.
50) La mujer nace con 400.000 óvulos, y los va gastando a lo largo de su vida fértil hasta la menopausia.
“Y el hombre produce 100 millones de espermatozoides al día. El número se reduce con la edad, pero hay producción toda la vida”, señala Burgués. “Las mujeres nacen con un número predeterminado de óvulos, como si fuera un gran almacén de refrescos. Cada mes vamos a ese almacén y pedimos dos cajas pero solo nos bebemos un bote. Para ovular uno cada mes, preparamos unos ocho o diez óvulos. A lo largo de nuestra vida fértil, al principio cogemos los mejores, y al final de nuestra vida cogemos los que tienen una peor carga genética o peor morfología, por eso es más fácil quedarse embarazada con 20 años que con 42 años, aunque se tengan reglas regulares”, explica Forunier.
51) Para poder ovular, una mujer debe poseer como mínimo un 15% de masa grasa corporal.
Así la especie asegura poder alimentar al bebé intraútero. “Para tener unos ciclos menstruales normales se necesita un mínimo de masa corporal. Cuando la cifra se sitúa por debajo del 18,5% una de las primeras cosas que puede haber es una disfunción en el ciclo menstrual normal. Por eso, las deportistas de élite o las chicas que sufren anorexia o problemas de alimentación no tienen la regla. El peso bajo y el estrés llevan a dejar de ovular”, indica esta ginecóloga.
52) Sin protección, la probabilidad de quedarse embarazada es del 15%.
“Esa cifra es relativamente baja por muchos factores, porque los óvulos o el esperma pueden ser defectuosos, o porque se mantienen relaciones en momentos que no coinciden el óvulo y el espermatozoide. La tasa de embarazo espontáneo por ciclo es relativamente baja”, apunta Fournier.
53) El feto adquiere huellas dactilares a partir de la semana 10.
En este sentido, a partir del cuarto mes estas huellas se consideran inmutables.
54) El cerebro humano se sigue formando hasta los dos años de vida postnatal.
“El sistema nervioso empieza a coger forma en el útero, pero el establecimiento de las conexiones neuronales acaba a los dos años de vida postnatal y es determinante en su desarrollo neurológico, porque la plasticidad del cerebro es enorme durante esos primeros meses de vida”, anota Fournier.
55) El 96% de los bebés nacen de cabeza.
“Hay muchos motivos por los que puede nacer de nalgas, desde la forma del útero o la longitud del cordón, pero lo más normal es que el bebé se coloque con la cabeza hacia abajo”, señala la ginecóloga Fournier.
56) La vagina tarda entre 10 y 20 segundos en alargarse hasta dos tercios de su tamaño inicial.
Y eso se da aunte cualquier estímulo que la excite. “Este dato es muy útil para las mujeres con problemas de vaginismo, que se angustian pensando que el pene no va a entrar en la vagina”, explica la médico y sexóloga Francisca Molero, codirectora del Institut de Sexologia de Barcelona.
57) El clítoris y el pene tienen el mismo origen embriológico.
“Por tanto, los dos son órganos eréctiles y cambian con el proceso de la respuesta sexual”, apunta la médico y sexóloga Constanza Bartolucci.
58) La vagina responde a mayor número de estímulos.
Cuando se estudian a hombres y mujeres, mostrándoles imágenes sexuales de todo tipo (heterosexuales, homosexuales, tríos o incluso sexo entre animales), se someten a cuestionarios validados y se mide el pulso de la arteria vaginal y del pene. Se ha observado que los genitales femeninos responden a un mayor número de estímulos que los masculinos, aunque la relación mental y genital es más lineal en el hombre, es más de causa-efecto. "En el caso de la mujer, su vagina responde más de lo que ella cree que le excita. La vagina responde a casi todo, aunque la percepción de la mujer no lo haga, porque es más selectiva”, describe Molero.
59) En las fases de excitación, además de los cambios genitales, todo el cuerpo se enrojece.
Y eso se debe a que "hay mayor riego vascular superficial, y por ese motivo, las sensaciones se amplifican”, anota Bartolucci.
60) Durante la fase REM, pueden darse erecciones y orgasmos.
“Para saber si mantenía esas reacciones espontáneas, antes se le pedía al hombre que pusiera un tipi de sellos alrededor del pene, para comprobar si por la mañana los sellos estaban rotos, señal de que había habido una erección”, recuerda Molero.
61) El olor tiene una gran impronta en revivir escenas sexuales.
“Una manera de saber si existe una compatibilidad sexual es si nos gusta el olor de nuestra pareja. La ausencia de la pareja o la falta de deseo sexual lo marca también el olfato”, apunta esta sexóloga.
62) Nuestras sensaciones están en todo el cuerpo y son individuales, como las huellas dactilares.
“Cada mapa sensorial depende de las terminaciones nerviosas, las creencias, los factores socioculturales y la biografía de cada persona. Aunque nos empeñemos en buscar zonas erógenas, y cuando las encontramos pensamos que ya son para toda la vida, no es así: el mapa sensorial es cambiante, y donde tuvimos placer, puede que desaparezca más adelante”, explica Molero.
Corazón y sistema circulatorio
63) Este órgano bombea 182 millones de litros de sangre durante la vida.
“Es una bomba aspirante e impelente que se encarga de repartir la sangre a todo el organismo. En cada latido se expulsan alrededor de 70 mililitros, por lo que en una persona cuyo corazón late entre 70 y 75 veces por minuto bombea entre cinco y seis litros durante este tiempo. Si lo extrapolamos a lo largo de nuestra vida, la sangre expulsada por nuestro corazón supone centenares de millones de litros”, explica el cardiólogo Alberto Esteban, de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
64) Los corazones de las mujeres laten más rápido que los de los hombres.
El tamaño inferior de su músculo cardíaco es uno de los factores. "Por ejemplo, en el entrenamiento, las mujeres deportistas suelen estar un poco más aceleradas que los hombres, y en la población general es una afirmación cierta”, señala Ignacio Fernández Lozano, secretario general de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardiólogo del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid).
65) La longitud total de todos los vasos sanguíneos es de ocho veces el diámetro del ecuador.
“Las arterias, venas y capilares son los encargados de distribuir la sangre a todo el organismo. Si se sumara la longitud de todos, alcancarían más de 100.000 kilómetros”, especifica Esteban.
66) Un beso aumenta el pulso de una persona a 100 latidos por minuto o más.
“Este tipo de emociones activan el sistema nervioso simpático, y producen un aumento de la frecuencia cardiaca, la sudoración y la frecuencia respiratoria”, explica Esteban. “Pero depende de la pasión, no del acto en sí. El primer beso adolescente puede estar a más de 150 latidos por minuto, nada que ver con un beso rutinario”, matiza Fernández Lozano.
67) Los glóbulos rojos viven 30 veces más que los blancos.
El cardiólogo señala: "Los glóbulos blancos son células vivas con un metabolismo muy rápido, y mueren a los dos o cuatro días. Los rojos, en cambio, son restos celulares sin núcleo que pueden vivir 120 días de media, cuyo metabolismo transporta oxígeno a los distintos tejidos corporales”.
68) El corazón humano es como un puño.
“Su tamaño, en condiciones normales, está relacionado con las dimensiones corporales, y suele equipararse al tamaño del puño. El peso normal de este órgano está entre 250 y 300 gramos, aunque varía en función del sexo, la edad y el nivel de actividad física”, indica Esteban.
69) Cuantas más canas, mayor probabilidad de tener un ataque cardiaco.
“Recientemente se ha conocido un estudio que sugería la relación entre la existencia de canas en hombres y la aparición de enfermedades en el corazón, ya que parece que el envejecimiento del cabello se relaciona con un deterioro cardiovascular”, anota Esteban.
70) El lóbulo de la oreja se relaciona con un mayor riesgo cardiovascular.
“La presencia de un pliegue diagonal, probablemente debida a cambios vasculares en el lóbulo similares a los de otras partes del organismo, se considera un marcador de riesgo cardiovascular, aumentando la probabilidad de infarto de miocardio e ictus”, explica este cardiólogo.
71) Nuestro corazón no late como el de los animales.
“Cuanto más grande es un animal, su número de latidos es menor. La ballena, por ejemplo, late mucho más despacio que la musaraña. El único que se sale de esa curva lineal es el ser humano”, señala Fernández Lozano.
72) El corazón bombea a tal presión que podría levantar sangre hasta el primer piso de un edificio.
“La presión cardiaca normal se sitúa en torno a 120 o 130 milímetros de mercurio (mmHg), y un hipertenso puede llegar a 200-220. En un vaso fino de las heridas arteriales, la sangre puede ir de una pared a otra a una distancia de cinco o seis metros”, sugiere Fernández Lozano.
73) El riesgo de tener un ataque al corazón es más alto a primera hora de la mañana.
“Los que tienen peor supervivencia son los que ocurren en la transición noche-día. Hay un pico circadiano a las seis o las siete de la mañana, al levantarse, y precisamente este es el momento del día en el que hay más infartos de miocardio, sobre todo debido a factores neurohormonales. En este sentido, otros estudios han observado que con temperaturas más frías hay más riesgo de sufrir un ataque, igual que los lunes o cuando hay partidos de fútbol”, señala este cardiólogo.
74) El síndrome del corazón roto no es figurado.
“Después de acabar una relación, o cuando alguien está depresivo, aumenta la probabilidad de producirse una rotura mecánica de este órgano. De hecho, el divorcio es un momento crítico para los infartos. Hay un cuadro secundario, sobre todo en mujeres, que puede darse en episodios de elevadísimo estrés como un accidente o la muerte de un familiar, que se llama síndrome Takotsubo”, describe Fernández Lozano.
75) Las personas que tienen la frecuencia cardiaca más alta en reposo viven menos.
“Esto puede ser cierto como marcador por su vinculación al tono vascular. Se puede prevenir haciendo ejercicio y perdiendo peso, porque ambos aspectos se asocian a una frecuencia cardiaca basal”, anota el facultativo Fernández Lozano.
Pulmones y sistema respiratorio
76) Un recién nacido puede respirar y tragar al mismo tiempo.
“A partir de los seis o los siete meses, el bebé puede respirar y comer simultáneamente”, asegura el neumólogo Josep Morera, codirector del Servicio de Neumología en el Hospital Quirón Teknon de Barcelona.
77) Hasta los seis meses, no adquirimos el reflejo de respirar por la boca.
“Los niños que nacen sin orificios nasales viables pueden morir, si no se diagnostican inmediatamente al nacimiento”, señala Morera.
78) Un hombre llamado Charles Osborne tuvo hipo durante 68 años.
“Fue debido a un traumatismo craneal”, recuerda este neumólogo.
79) La frecuencia respiratoria de la mujer es ligeramente superior.
“Los adultos respiramos entre 14 y 18 veces por minuto, pero esa cifra varía en función del sexo, del estado de salud, del grado de esfuerzo, de las emociones…”, indica Morera.
80) La superficie de los pulmones humanos es como una cancha de tenis.
“Imagine unos pequeños saquitos, los alvéolos, que si se desplegaran ocuparían la superficie de una cancha de tenis, finísima, cien veces inferior al papel más fino que podamos conocer, y que actúan de filtro del oxígeno hacia la sangre. Metafóricamente, se puede decir que en el caso de un paciente con enfisema avanzado [destrucción de los alvéolos], su cancha de tenis se ha reducido a una de ping-pong”, explica Morera.
81) El pulmón derecho puede absorber más aire que el izquierdo.
“Como norma general, el derecho representaría entre el 55 y el 60% del volumen pulmonar, y el izquierdo, entre el 40 y 45%. Esto no se cumple en los individuos que tienen dextrocardia, es decir, los que tienen ubicado el corazón a la derecha”, apunta el neumólogo Morera.
82) Una persona adulta realiza unas 23.000 inhalaciones y exhalaciones al día.
Sería el equivalente a unas 12 y 20 respiraciones por minuto durante 24 horas.
83) Si estuviera encerrado en una habitación completamente sellada, no moriría por falta de aire, sino por intoxicación por dióxido de carbono.
“Esto podría suceder aproximadamente a los 250 días de estar encerrado, porque el CO2 eliminado iría sustituyendo el oxígeno ambiental. Obviamente, habríamos muerto mucho antes por el ayuno”, señala Morera.
84) La tos es una carga explosiva de aire que se mueve a velocidades de hasta 95 kilómetros por hora.
El reflejo de la tos produce una contracción máxima explosiva de los músculos diafragmáticos y de la velocidad de la exhalación.
85) Es casi imposible estornudar con los ojos abiertos.
“Habitualmente es así, aunque de forma consciente lo podemos controlar, y esto es muy útil cuando se está conduciendo”, sugiere Morera.
86) En un día, una persona moviliza tanto aire como agua cabría en una piscina olímpica.
“Serían unos 10.000 litros de aire o agua. Esto se supone en un día sin hacer nada, sin estar nervioso y si estamos sanos. Movilizamos medio litro de aire en cada inhalación y exhalación, y respiramos entre doce y quince veces por minuto en reposo”, afirma el neumólogo Xavier Muñoz, del Hospital Vall d’Ebron de Barcelona.
Boca y ojos
87) Los dientes son la única parte del cuerpo humano que pueden protegerse por ellos mismos.
“Ni gran parte de nuestras defensas ni tampoco nuestros mecanismos de reparación tienen acceso a la parte de los dientes que ha salido fuera de la encía”, señala el odontólogo Germán Gómez.
88) Los labios humanos son más sensibles que las puntas de los dedos.
“Además, esas zonas son cientos de veces más sensibles que otras partes del cuerpo”, indica Gómez.
89) Tenemos unas 2.000 papilas gustativas.
Aunque ese número puede variar en cada persona.
90) Entre el 80 y el 90% de lo que percibimos como “gusto” en realidad proviene del olfato.
En realidad, la percepción de alteraciones gustativas suelen ser alteraciones olfativas, ya que a menudo se confunden gusto, olor, aroma, fragancia y sabor.
91) Las personas diestras tienen más abrasiones en los dientes de su lado izquierdo, y las zurdas, en su lado derecho.
“Aunque la activación cerebral es mayor en el hemisferio derecho en los diestros y del hemisferio izquierdo en los zurdos, no implica que mastiquen más por un lado o por el otro, independientemente de la lateralidad. Pero cuando se dan abrasiones en los dientes provocadas por aplicar gran fuerza en el cepillado, aparecen en el lado izquierdo en los sujetos diestros, ya que cepillan con más fuerza los dientes de su lado izquierdo, y viceversa”, aclara Rocío Barrios, investigadora de Salud Pública Dental en la Universidad de Granada.
92) La fuerza total de los músculos masticatorios es de 74 kilogramos.
“Según los datos basados en la fuerza de la masticación, los hombres adultos jóvenes sanos tienen un promedio de 74,15 kilogramos y los niños 43,35 kilogramos”, indica Barrios.
93) La única parte del cuerpo que no tiene suministro de sangre es la córnea del ojo.
“Es un tejido avascular, es decir, recibe la nutrición de los vasos periféricos del ojo, por eso, para los transplantes de córnea, no se necesita una gran cantidad de caracteres de compatibilidad sanguínea, ni compartir los datos inmunológicos como en el caso del riñón, por lo que es el único trasplante que no da tantos problemas como otros”, apunta la oftalmóloga Pilar Rojo, Servicio de Oftalmología del Hospital Ruber Internacional de Madrid.
94) El ojo humano puede distinguir hasta diez millones de colores diferentes.
“Siempre que sea un órgano sano, porque hay muchas patologías en la retina que impiden distinguir colores. De forma congénita, los daltónicos pueden tener un ojo perfectamente sano pero con una alteración al color. Incluso hay quien no percibe ninguno. Todo está mediado por el funcionamiento de la retina, por los fotorreceptores. Hay personas que confunden el amarillo con el azul, y otras no tienen bien definido el tránsito entre una gama y otra. Los problemas de mácula empiezan por la percepción del color. O también cuando hay catarata, porque es como si se opacificara una pantalla”, describe Rojo.
95) Las retinas cubren aproximadamente 650 milímetros cuadrados, y contienen 137 millones de células sensibles a la luz.
De ellas, 130 millones son para la visión en blanco y negro, y solo 7 millones son para ayudarle a ver en color.
96) Los músculos que ayudan a los ojos a concentrarse completan alrededor de 100.000 movimientos al día.
Y además, es posible que a lo largo del día se completen esos movimientos para acomodar la mirada.
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