Una triste paradoja: la culpa de su dolor de cabeza podría ser del paracetamol
Se llama 'cefalea por abuso de medicación' y los médicos advierten de que es un mal en aumento. Guía para identificar los dolores de cabeza más frecuentes
Un dolor intenso en torno a los ojos, pinchazos en la nuca o en las sienes, o dolores irradiados en la mitad del cráneo: son solo algunas de las ubicaciones clásicas de las cefaleas. Pero, ¿sabemos qué significa cada dolor de cabeza, según la zona afectada? La mayoría de las veces superamos el malestar con un analgésico, pero los dolores crónicos pueden inhabilitarnos para las tareas del día a día. Los expertos recomiendan visitar al médico cuando estos se cronifican, intensifican o sentimos un repentino “estallido” paralizante.
“Lo más habitual son las cefaleas primarias ─aquellas en las que el dolor de cabeza es el principal síntoma de enfermedad─, a diferencia de las secundarias, que pueden ser indicadores de una enfermedad subyacente, como accidentes cerebrovasculares, hipertensión, tumores o trastornos nerviosos. Que un dolor de cabeza esconda un tumor cerebral es una excepción. No debemos alarmarnos por un dolor esporádico, pero si su frecuencia o intensidad aumenta, conviene visitar al especialista porque no hay necesidad de vivir con un dolor crónico, y para eso están los tratamientos específicos. También hay que acudir a urgencias cuando sufrimos un dolor parecido un 'estallido en trueno' en la cabeza, para descartar hemorragias craneales. Lo que desaconsejamos es la automedicación y el abuso de analgésicos”, explica el neurólogo Jesús Porta-Etessam, director de la Fundación del Cerebro, de la Sociedad Española de Neurología.
Un 91,3% de la población europea sufre algún tipo de dolor de cabeza, según un estudio trasversal sobre la incidencia de este tipo de dolencias. El 38,2% de los europeos acusa cefaleas tensionales, las migrañas afectan al 35,3%, los dolores crónicos de más de 15 días al mes inciden en un 7,2% y una posible cefalea por abuso de analgésicos ataca al 3,1%. Otra investigación desarrollada en el Hospital Universitario de la Paz (Madrid) señala que el 2,4% de la población española es diagnosticada con migraña crónica, que afecta más a mujeres de 20 a 50 años y añade problemas psicosociales derivados de ese dolor. Estos son los tormentos más comunes, con su nombre y apellido:
Dolor en la nuca y banda opresiva en torno a la cabeza
La cefalea tipo tensión es la más frecuente entre las primarias, con mayor incidencia entre los 30 y 40 años, tanto en hombres como en mujeres. Se identifica por el dolor al presionar algunos puntos de la cabeza, como el músculo temporal (el encargado de mover la mandíbula), los occipitales (en la zona posterior de la cabeza) o el esternocleidomastoideo (a los lados del cuello). Se cree que el estrés, la tensión mental, la ansiedad y la depresión están muy relacionados con su origen. “Comienza con un dolor en la nuca, que normalmente deriva de las cervicales e irradia hasta situarse como una banda opresiva en torno a la cabeza. Es un dolor entre leve o moderado, que no incapacita pero sí dificulta el día a día”, señala Nuria Olmedilla, neuróloga del Hospital Nisa Pardo de Aravaca (Madrid). Aunque suele tratarse con relajantes, recientes estudios han confirmado que el ejercicio terapéutico y la fisioterapia pueden aliviar el dolor.
Palpitaciones continuas en una mitad de la cabeza
Las migrañas se identifican por un dolor hemicraneal y pulsátil (esto es: como si la mitad de la cabeza palpitara), y está asociada a la fotofobia y la fonofobia (molestias por la luz y el sonido), las náuseas y los mareos. La migraña clásica episódica afecta más a mujeres, de entre 20 y 50 años, y suele tener un componente hereditario y genético, empeorado por la tendencia a la obesidad. La “migraña crónica” ─con ataques de más de ocho días al mes─ ha aumentado en los últimos años y se considera uno de los dolores más incapacitantes que existen. En España se estima que sufren migrañas cerca de cuatro millones de pacientes, un 92,5% de ellos en edad productiva, con un coste de más de mil millones de euros según un estudio. Las “auras” son los pequeños avisos del organismo para anunciar su llegada, como ver luces parpadeantes, bostezar mucho, tener antojo de chocolate, sufrir somnolencia, cansancio o pérdida de apetito. El tratamiento preventivo disminuye la frecuencia e intensidad de los brotes, aunque existe un amplio catálogo para su abordaje.
'Descargas eléctricas' en la frente y cerca de los labios
Las neuralgias idiopáticas son provocadas cuando una vena roza algún nervio cerebral. “La neuralgia del nervio trigémino es la más común, y es una sensación de descarga eléctrica en las tres ramas trigeminales: en la frente, encima del labio o debajo del labio. Es parecido a un calambrazo que dura unos segundos y se pasa. En el 90% de los casos, la causa es un vaso sanguíneo (la arteria cerebelar superior) que roza el nervio trigémino y provoca ese impulso y dolor facial”, describe el doctor Porta-Etessam. Suele afectar más a mujeres a partir de los 60 años. Si el tratamiento farmacológico no funciona (tiene éxito en el 75% de los casos), desde hace 50 años se practica la descompresión microvascular o “técnica de Janetta”, una delicada operación quirúrgica que consiste en colocar un cojinete de teflón entre el nervio trigémino y el vaso sanguíneo, para que no vuelvan a estar en contacto y no provoque esos impulsos dolorosos. En los últimos años también se está investigando con éxito inyecciones de bótox.
Dolor intenso en el ojo, congestión nasal y lagrimeo
La cefalea por racimos es un dolor taladrante en torno a un ojo, que dura de media hora a tres horas, o puede cronificarse durante semanas. Produce congestión nasal, miosis (contracción de la pupila) y lagrimeo. Afecta más a varones que a mujeres, de entre 25 y 45 años. Según un reciente estudio de la Fundación del Cerebro y la Asociación Cefalea en Racimos Ayuda (ACRA), que analizó a pacientes de Europa, América Latina y Canadá, el 50% de los enfermos no recibe el tratamiento adecuado. En España, esta cefalea primaria afecta a 25.000 pacientes. Al relacionarse con la función del hipotálamo, que rige nuestro reloj biológico, la incidencia es mayor con los cambios estacionales de primavera y otoño. Si se diagnostica a tiempo, se puede aplicar un tratamiento preventivo de bloqueo de los nervios occipitales.
Dolor en toda la cabeza y sensación de 'escuchar agua'
“Hemos observado un aumento de la incidencia de la hipertensión intracraneal o idiopática en mujeres jóvenes con obesidad y conviene no desatenderlo porque no es excepcional. Se presenta como dolor holocraneal (por toda la cabeza), opresivo, que a veces va acompañado de la sensación de 'escuchar agua' dentro de la cabeza e incluso pueden perder la visión momentáneamente al levantarse rápido. En las pruebas de fondo de ojo se observa un edema de papila (hinchazón del nervio óptico) y la punción lumbar para medir la presión del líquido cefalorraquídeo es muy alta. Si no se trata a tiempo, un 40% de estas mujeres pueden quedarse ciegas”, advierte el doctor Porta-Etessam. La primera recomendación es perder peso (con cirugía bariátrica, si fuera necesario).
Dolor explosivo antes o después de practicar sexo
La cefalea orgásmica es más frecuente en hombres de entre 40 y 50 años, que pueden sufrir un intenso dolor de tipo explosivo en un lado o en toda la cabeza, con la actividad sexual como desencadenante. Esta dolencia está incluida en las llamadas “cefaleas por esfuerzo físico” y requiere pruebas de imagen para descartar lesiones vasculares. “Cuando el paciente viene a través de urgencias, se le hace un escáner o una resonancia para descartar hemorragias y se le pregunta si ha consumido medicamentos como Viagra o ha practicado alguna actividad sexual más intensa que otras veces. Este tipo de cefaleas suelen ser procesos benignos y autolimitados, pero lo primero es descartar otras enfermedades subyacentes, como el sangrado venoso. El problema es que los hombres tardan en acudir a consulta, y solo vienen cuando el estallido de dolor ha sido enorme o cuando les dificulta las relaciones sexuales porque se cronifica. No hay motivo para sentir pudor: es una cefalea común, de fácil tratamiento, que normalmente tiende a desaparecer por sí sola”, explica la neuróloga Margarita Sánchez del Río, directora del Programa de Cefaleas del Hospital Ruber Internacional de Madrid.
Dolor leve en ambos lados de la cabeza (tras tomar analgésicos)
La cefalea por abuso de medicación es bilateral (dolor en ambos lados de la cabeza), opresiva y de intensidad leve o moderada. Recuerda al dolor de la migraña, pero aparece con más frecuencia. De hecho, es el tercer dolor de cabeza más frecuente, después de la cefalea tensional y la migraña, y su principal causa es el consumo excesivo de analgésicos, no recetados. Suele aparecer habitualmente en mujeres en torno a los 50 años, aunque últimamente el patrón está cambiando. “Cada vez observamos más pacientes jóvenes, de 30 a 40 años, aparentemente sanos. Cuando les preguntamos qué consumen, descubrimos la intoxicación farmacológica. Intentan hacer vida normal, no quieren detenerse por dolores, y para aguantar, están automedicándose con cócteles de paracetamol, ibuprofeno, nolotil… En estos casos, hay que retirarles toda esa medicación que les ha cronificado el dolor de cabeza y ver cómo reacciona el cuerpo al desintoxicarse. Después se estudia si necesitan tratamiento específico para cefaleas o migrañas”, señala la neuróloga Nuria Olmedilla.
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