Sam Kass, el chef que los Obama convirtieron en asesor de nutrición

A Sam Kass (Chicago, 1980) no le gustó nada la imagen que publicó en agosto en sus redes sociales el entonces candidato presidencial Donald Trump. Estaba comiendo pollo frito de una cadena de comida rápida a bordo de su jet privado. “Esa foto lo representa todo. No creo que Trump nunca llegue a entender lo que significa estar sentado en el Despacho Oval para EE UU ni para el mundo. Y los niños que le observan, a quienes en realidad tendría que inspirar…. me pone triste. Lo superaremos, pero serán unos cuatro u ocho años brutales”, resume. Su enfado se entiende si se conoce el pasado reciente de este chef. Durante seis años, fue el cocinero de la familia Obama en la Casa Blanca, asesor de las políticas nutricionales del hoy expresidente de EE UU y trabajó codo con codo con la entonces primera dama en el primer huerto instalado en la residencia presidencial y en su campaña contra la obesidad infantil, Let’s Moove.

Es por todo eso que Kass no encaja del todo con la descripción de cocinero. “Hoy me resisto al nombre de chef porque la mayoría de mi trabajo en la Casa Blanca estaba focalizado en la política. Para mí, cocinar la cena todas las noches al presidente era como mi trabajo secundario. El principal era trabajar con Michelle y Barack [Obama] en sacar adelante las políticas de nutrición. La mayoría de la gente no podía entender por qué un chef lo tenía que hacer, fue una lucha establecer que un cocinero puede saber de comida, de políticas de nutrición y estrategias para crear una campaña”, aseguraba ayer en una entrevista con EL PAÍS.

Con el matrimonio Obama empezó a trabajar en 2006, cuando el demócrata todavía era senador en Chicago. Aunque su relación se remonta incluso antes, pues su padre fue profesor de Malia, la hija mayor del matrimonio. Por aquel entonces, Michelle Obama se enfrentaba a los desafíos de plantear una dieta sana y equilibrada para sus hijas. La lucha contra la obesidad infantil de los niños de EE UU la asumiría poco después como su principal tarea cuando se convirtió en primera dama en 2008, y a Washington les acompañó Kass. “Michelle Obama es una mujer increíble. Su habilidad de hablar a los estadounidenses y su voz es tan auténtica que ha tenido un impacto de cambio en el país. Todo el mundo hoy tiene consciencia de los retos de la alimentación infantil y lo importante que es. El huerto y la campaña fueron su iniciativa totalmente, no hay nadie mejor que ella para hacer ese trabajo. Yo solo era su socio”, reflexiona Kass sobre un proyecto que hoy sigue teniendo fuerza, aunque fuera ya del Gobierno.

Este cocinero, que cree que una buena política de nutrición combate la obesidad y sus consecuencias médicas así como el cambio climático, dice de Barack Obama que es un amante de la comida picante, que no le gustan los platos sofisticados y que es muy disciplinado. Recuerda también que nunca asaltaba el frigorífico después de cenar, y tampoco le vio frente a los fogones. “Es difícil hacerlo cuando tienes tu equipo de cocina”, suelta con una sonrisa quien una vez se animó a prepararles una paella.

Kass cambió su carrera en Historia por la de cocinero, terminó su formación en Austria, viajó por Italia, Nueva Zelanda y México para terminar de vuelta a Estados Unidos. Un espíritu viajero que le trajo este miércoles a Madrid para aliarse con el proyecto Exploratorium San Miguel Selecta. Él fue uno de los encargados de la cena de presentación de las experiencias gastronómicas de la marca de cervezas para 30 personas, que empiezan este jueves en Madrid y que más adelante se celebrarán en lugares insólitos de Barcelona, Burgos, Málaga, Gijón o Bilbao para quienes se inscriban en su web.

A finales de 2014, Kass abandonó la Casa Blanca y se mudó a Nueva York por amor. “Con su trabajo para inspirar a familias y niños de todo el país a llevar una vida más sana, ha marcado una verdadera diferencia para nuestra próxima generación”, le valoró Obama en el comunicado en el que informaba de su salida, donde le calificó de “amigo cercano” y “miembro clave” de su equipo. Hoy tiene una firma que da consejos nutricionales (Trone Worldwilde) y es socio de una empresa (Acre) que invierte en start ups que aplican la tecnología al campo de la nutrición (como Innit, que desarrolla frigoríficos inteligentes que avisan cuando los productos se están estropeando). Está a punto de terminar su primer libro, en el que fusiona recetas con ideas nutricionales, y tiene en mente el segundo. Su futuro no pasa por trabajar de nuevo en la Casa Blanca, al menos mientras su inquilino sea Donald Trump. ¿Y si Michelle Obama se presenta a presidenta? “No lo va a hacer, pero si lo hace, definitivamente trabajaré con ella”.