Los Chefferson, en busca de la receta perfecta
Música gourmet de un conjunto argentino
Confieso que me hizo enorme ilusión conocer a César Berrade y Alejandro Dangelo en mi reciente viaje a Buenos Aires. Dos profesionales encantadores que en sus ratos libres crean piezas musicales/culinarias en complicidad con sus amigos, ese conjunto todavía poco conocido en Argentina que responde al nombre de Los Chefferson . Un grupo que ocasionalmente actúa en fiestas y celebraciones particulares.
Me gustan sus canciones, que llevo escuchando más de dos años, relatos gastronómicos de estilo decadente, retro, encantador, diferente. Música gourmet, como ellos mismos la definen, donde cada pieza incorpora una receta junto con una historia narrada con la sensibilidad que les caracteriza. La primera pieza que me encandiló fue la receta Flan mon amour que os invito a escuchar con detenimiento. Después, otra canción que quiero calificar de mágica El Duende que incita a dar libertad a ese duende culinario que supuestamente todos llevamos dentro. Y más tarde Mi Cheesecake Secreto que proporciona una receta del famoso cheesecake neoyorquino.
Detrás de las historias y recetas que contienen sus canciones, que se inspiran en baladas europeas de los años 60 y 70, hay algo más que piezas musicales particularmente rítmicas. En conjunto frases cálidas que invitan a cocinar y a compartir cada uno de sus platos acompañados de arreglos sonoros especiales. ¿Quiénes forman parte de Los Chefferson? Aparte de Berrade y Dangelo, ya citados, otros cuatro amigos, Lalo Maciel, Caito Roude, Javier Morán y Joaquín Viera, los mismos que aparecen en sus vídeos musicales.
Antes de despedirnos Berrade y Dangelo me regalaron una maqueta del libro que andan preparando. Su obra girará en torno a un personaje de ficción Vladimir Chefferson (Viena 1898) que supuestamente fue el primer creador de la fusión entre música y cocina.
Un músico –aseguran Los Chefferson -- incomprendido por los grandes cocineros y músicos de su época que dejó como único legado algunas canciones a su descendencia. En esta historia fantástica Los Cheffersons, sus herederos, comprometidos con su antecesor, desarrollan canciones que constituyen el soporte del futuro libro y de lo que será su primer disco de recetas.
En el prólogo, de un tal Anatol Vladek, personaje que tampoco existe, sus autores deslizan ciertas frases que reproduzco.
“Hace pocos años que el arte de la comida ha cambiado su lugar en la cultura. Nos hemos dado cuenta que la cocina se puede convertir en una excelente terapia contra la ansiedad y el estrés gracias a sus efectos relajantes. Esto ya lo había vaticinado el músico y cocinero Vladimir Chefferson. Música y cocina nos hablan de amistad, de igualdad, de tiempos compartidos en soledad. La cocina es una manera de manifestarse, la música una forma de ampliar los sentidos. Dar y recibir. Recibir al dar. Sabores, aromas, melodías de una vida llena de pequeñas y amigables armonías.”
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