La gran cascada china
HUANGSHAN, la montaña amarilla, es probablemente uno de los paisajes más conocidos de China; una cadena de picos declarada en 1990 patrimonio de la humanidad por la Unesco, donde al amanecer, si uno tiene suerte y persevera, como el fotógrafo francés Thierry Bornier, puede ser testigo de esta cascada de nubes que envuelve las protuberancias de la tierra. El disparo figura como candidato al concurso de fotografía natural del año de National Geographic. Una leyenda del año 747 sitúa en este lugar el elixir de la inmortalidad. Muchos de sus picos superan los 1.000 metros. Y sus formas caprichosas inspiraron la escuela shan shui (montaña-agua, en chino) de pintura con pincel y tinta.
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