¿Quiere saber si su compañero es un cretino? Pregúntele esto
Según un estudio norteamericano, planteando esta cuestión descubrirá el verdadero yo de los demás. ¿De qué se trata? Y ¿de verdad es tan fácil?
¿Le gustaría averiguar en un instante si alguien es un prepotente integral, un romántico empedernido o el hipócrita del año? Y a quién no. En principio, tiene a su disposición muchas y diversas formas para descubrirlo. Pero concluir que su amigo es de tal o cual manera requiere esfuerzo y tiempo. Bien, pues un estudio de la Universidad de Wake Forest (Estados Unidos) y publicado en Science Daily promete aligerar esta tarea. Según esta investigación, si desea identificar una determinada característica en la personalidad de alguien, solo tiene que preguntarle a esa persona sobre la existencia de ese rasgo en los demás.
Un ejemplo: Si sospecha que su futuro yerno es un vago integral, podría confirmarlo haciéndole una sola pregunta: ¿Crees que tus compañeros de trabajo son un hatajo de gandules? Según los investigadores, si su respuesta es afirmativa, sin duda, él también lo es. Mientras que si es negativa, quizá todavía haya esperanzas para él.
La viga en el ojo ajeno
La conclusión obtenida del estudio americano se basa en la idea de que el ser humano tiende a proyectar en los demás algunos de los rasgos de su personalidad. "La proyección es un mecanismo de defensa que intenta mantener a raya nuestro malestar, viendo en los otros lo que no observamos en nuestro interior", opina la psicóloga Victoria Cadarso, quien, a pesar de que encuentra excesivamente generalista la investigación, considera que escuchar a alguien hablar sobre los demás "es muy revelador. Dice mucho de lo que piensan de ellos mismos, de sus creencias y de su marco de referencia".
Comparte esta línea de pensamiento la psicóloga clínica Carmen Torrado: "Al proyectar nuestras debilidades en los demás, vemos a los otros inferiores y eso, en cierta manera, nos da seguridad y tranquilidad. Es una manera de protegernos de nuestros fantasmas". La terapeuta cuenta que, en consulta, observa a menudo "cómo las personas culpan a los demás de sus problemas. Considerar malo al otro, hace que tú te sientas mejor y te libera de responsabilidades."
El método clínico
Sin embargo, las cosas no siempre son tan simples. Para Óscar García, director del Departamento de Psicología de la Universidad Europea de Madrid, "evaluar los rasgos de la personalidad es algo complejo. Por lo general, se habla de tres formas de medirla: observando la conducta, preguntando a personas que conocen bien a la persona que emite ese comportamiento o a través de cuestionarios. Las dos primeras son complicadas y requieren gran cantidad de tiempo y un cuestionario que incluye entre 50 y 300 preguntas dependiendo de los rasgos que pretendan identificarse. Desde una perspectiva científica, aceptar esta única pregunta como un método válido comprometería aspectos fundamentales de la evaluación psicológica, como la fiabilidad".
Este reflejo de atribuir al compañero de trabajo las vergüenzas propias, ¿es un acto plenamente consciente o tiene su origen más allá de la voluntad? Según Cadarso, "todos desarrollamos diferentes grados de malestar, ansiedad y/o miedo que tienen que ver con sentirnos inadecuados. A veces, por miedo a no ser queridos en el entorno familiar, modificamos continuamente nuestros actos y actitudes. El problema es que en el camino dejamos de ser fieles a nosotros mismos, y eso nos genera ansiedad". Así que, aunque sea arriesgado juzgar a una persona por una única respuesta, si nuestros pensamientos sobre la gente que nos rodean son mayoritariamente negativos, puede ser un indicativo de que hay algo que arreglar en nosotros mismos.
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