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Cómo mantener durante el otoño la buena cara que nos dejó el verano

Los siguientes consejos no le harán seguir moreno todo el año, pero sí alejar los efectos del mal tiempo. La clave: hidratación

El próximo 22 de septiembre, a las 16 horas y 21 minutos (hora oficial peninsular), dará comienzo el otoño, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional. A partir de este momento, disfrutaremos de menos horas de luz y, por tanto, de menos momentos de sol, lo que tendrá, entre otras cosas, un efecto directo sobre el mantenimiento del bronceado que hemos adquirido a lo largo de los meses de verano.

La melanina, el pigmento que determina el color de la piel de las personas y responsable también de producir el bronceado, fabrica los melanocitos que están en la piel, concretamente en la capa basal de la epidermis. Cuando estos se activan tras la exposición al sol, ofrecen a la piel su bronceado característico y la protegen de la acción de los rayos ultravioletas. Normalmente, el bronceado dura entre 3 y 7 días. Nuestra dermis se renueva continuamente, lo que significa que pierde el bonito color del verano a medida que se van eliminando las células muertas. ¿Se puede hacer algo para evitarlo?

Amil López Viéitez, nutricionista y fundadora de Dietacoherente.com, indica que una buena alimentación mejora el aspecto de nuestra piel además de ayudar a que el bronceado se prolongue en el tiempo. Hay que tener en cuenta que, durante los meses de verano, hemos sometido a nuestra piel a una excesiva exposición a los rayos del sol, lo que unido a una dieta desequilibrada, favorece la aparición de alteraciones como manchas, sequedad y, en definitiva, su envejecimiento y deterioro. "Es necesario mantener una buena hidratación de la piel para mantener su jugosidad y buen aspecto y evitar que se descame con facilidad. Lo normal es que, después de un mes o 40 días, se renueve por completamente y retome su tono natural”. Algunos alimentos ayudan a activar la melanina y mantener durante más tiempo el bronceado. La dieta debe incluir frutas y vegetales frescos de temporada para activar las defensas de la piel y mantener así el tono veraniego y que luzca resplandeciente. Estos alimentos favorecen la secreción de melanina, que se segrega de forma natural para metabolizar la luz solar y disipar las radiaciones dañinas.

Comer de colores (naranja, rojo y verde)

López Viéitez subraya que los alimentos que prolongan el bronceado son los que contienen carotenos, que son precursores de la vitamina A y los que aportan vitaminas C y E. “El tomate es muy interesante porque también aporta licopeno, un antioxidante muy potente y que mantiene la piel luminosa, suave y elástica. Además, tiene propiedades anticancerígenas y es fotoprotector. Esta sustancia también está presente en la sandía, las fresas y las cerezas”. Además, indica que “la vitamina A es esencial para la salud de piel, mucosas y vista, por eso también se la conoce como retinol, pues favorece la formación de pigmentos que mejoran la retina y que previenen el daño macular. Los precursores de esta vitamina son los carotenos, que se transforman en ella en el intestino delgado. Tienen propiedades antioxidantes y previenen el envejecimiento prematuro de la piel, se encuentran en alimentos de colores intensos naranja, rojo o verde. Puede tomarlos enteros, en ensalada, gazpacho o smoothies con mango, sandía, melocotón, kiwi”. Por último, destaca el papel de los polifenoles que se encuentran en los frutos rojos, el té y el vino tinto. “Se trata de alimentos que prolongan el bronceado, contienen flavonoides, antocianos y carotenoides y activan la síntesis de colágeno, reduciendo los signos del envejecimiento prematuro”. Además, López Viéitez reitera la importancia de incrementar el consumo de alimentos ricos en Omega-3 como pescado azul y frutos secos, para mejorar la elasticidad de las membranas celulares y equilibrar las hormonas, responsables de la hidratación y grasa de la dermis.

Leonor Prieto, directora científica de Laboratorios La Roche-Posay, coincide en los beneficios del consumo diario de estos alimentos y destaca que, aunque “no nos van a asegurar mantener el tono bronceado todo el año, porque para eso el factor clave es el sol, sí nos ayudarán a conservar el buen aspecto, ya que estos alimentos son claves para el buen funcionamiento de nuestro organismo y de la piel. Pero no debemos abusar de su consumo, porque un exceso nos puede acentuar el tono anaranjado".

Autobronceadores, con cuidado. Rayos UVA nunca

¿Y echar mano de la cosmética sería adecuado? La dermatóloga Ana Rita Rodrígues, miembro del Grupo Pedro Jaén, es partidaria de la utilización de complementos orales que en su composición llevan sustancias que ya están presentes en la alimentación, como el betacaroteno, licopenos o Vitamina E, pero que se añaden farmacológicamente. Rodrígues indica que “los productos de nutricosmética que contienen Forskolin y Betacarotenos ayudan a mantener el bronceado más tiempo, ya que estimulan la síntesis de melanina. Igualmente suelen contener compuestos como Fernblock que protege de los efectos de la radiación solar. Nos podemos olvidar que las radiaciones ultravioletas son responsables del fotoenvejecimiento cutáneo, aparición de hiperpigmentación cutánea y cáncer de piel. Estos compuestos no se indican en caso de antecedente de melasma, porque podrían empeorarlo”. Además, comenta que “para mantener y potenciar el bronceado a lo largo de estos meses, podemos recurrir a los autobronceadores, desestimando la utilización de rayos UVA, que consiguen que la piel tenga un tono más bronceado sin necesidad de exposición solar y el tono que se adquiere es muy natural. Eso sí, sin bajar la guardia y utilizando protectores solares”.

Una medida que la directora científica de Laboratorios La Roche-Posay comparte: “Los autobronceadores no intervienen en la formación de melanina, ni esta se ve afectada por su utilización. El color conseguido presenta una muy ligera protección frente a la radiación solar, aunque nos veamos morenos. Hay que tener precaución en las zonas donde tenemos más queratina, como codos, nudillos, palmas de las manos, plantas de los pies, talones, ya que puede colorearlos excesivamente (cosa que no pasa con la melanina). Es importante que la piel esté bien hidratada y exfoliada antes de su uso, para conseguir mejores resultados”.

Finalmente, las especialistas recomiendan utilizar de forma frecuente cremas hidratantes para evitar la aparición de una piel seca y su consecuente descamación. Al terminar la época estival puede ser beneficioso realizar un tratamiento de exfoliación corporal leve, pues ayudará a una mejor penetración del producto hidratante. Los productos after sun están diseñados para reparar la piel tras la exposición solar y en algunos casos también ayudan a mantener el bronceado, por contener sustancias que estimulan la producción de melanina o autobronceadores. Y, por supuesto, agua. Beber una cantidad adecuada de este líquido también nos va a ayudar a plantarle la mejor cara a los meses menos soleados del año.

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