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CLAVES
Columna
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Comodidad inamovible

Lo que está haciendo Rajoy es cumplir con el mandato electoral de defender que las cosas sigan tal y como están

Jorge Galindo
Mariano Rajoy, durante la rueda de prensa que ofreció ayer tras su reunión con Albert Rivera.
Mariano Rajoy, durante la rueda de prensa que ofreció ayer tras su reunión con Albert Rivera.Chema Moya (EFE)

Lo ha vuelto a hacer. Al tomar las condiciones de Ciudadanos como punto de apertura para la investidura antes que como un compromiso en cuyo desarrollo crea firmemente, Mariano Rajoy se ha colocado en una posición aventajada para empezar a negociar. Propios, y sobre todo extraños, asisten al espectáculo con cierto asombro y se preguntan cómo lo logra. Pero la verdad es que lo extraño sería que hiciese otra cosa.

El PP es el único partido que sacó réditos de la repetición electoral. Se benefició tanto de la caída de sus rivales como de 700.000 votantes extra que, por una u otra razón, decidieron apoyar el statu quo. Eso es justamente lo que está haciendo Rajoy: cumplir con el mandato electoral de defender que las cosas sigan tal y como están. Es posible que esto encaje particularmente bien con su estilo político, incluso personal, pero la razón de fondo es que en España hay casi ocho millones de votos de cariz conservador. Probablemente, cualquier líder en su posición seguiría la misma pauta: amarrar al máximo y esperar a que los demás se acerquen, sabiendo que una eventual repetición electoral no le perjudicaría tanto como a quienes pelean por el voto del cambio.

Rajoy, además, tiene a su formación bajo control: de la ejecutiva ha obtenido carta blanca para hacer lo que crea conveniente. Que el PP sea un partido piramidal acentúa la posición de fuerza de su cúspide: a diferencia de Sánchez, no tiene necesidad de medir las repercusiones internas de sus acciones porque no teme que nadie le mueva la silla.

La tercera palanca que queda para hacer saltar al PP está dormida: a pesar de la irresponsabilidad fiscal del Gobierno saliente, la Comisión Europea ha decidido mantener una posición tímida que no aporta ni un gramo de presión a los hombros del presidente. Al menos por ahora. Y como por el momento el PIB crece y se crea empleo, pocos fuera de nuestras fronteras tienen a España entre su lista de urgencias.

Votantes que defienden el statu quo. Filas bien prietas. Aguas exteriores tranquilas. Rajoy (mejor dicho, el PP en bloque) no dará giros radicales mientras nada le obligue. Que tomen nota sus posibles socios. @jorgegalindo

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Sobre la firma

Jorge Galindo
Es analista colaborador en EL PAÍS, doctor en sociología por la Universidad de Ginebra con un doble master en Políticas Públicas por la Central European University y la Erasmus University de Rotterdam. Es coautor de los libros ‘El muro invisible’ (2017) y ‘La urna rota’ (2014), y forma parte de EsadeEcPol (Esade Center for Economic Policy).

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