"No es un gasto cualquiera, es una obligación en una verdadera democracia"

Es muy preocupante que, en medios de comunicación plurales, algunos periodistas justifiquen el golpe de Estado que desencadenó la Guerra Civil y continúen demonizando la II República, “un gran momento histórico” (Fusi, 2012). Merece atención el hecho de que alguno de estos periodistas sean hagiógrafos del PP y nieguen la pobreza y la desigualdad creciente en la España contemporánea.

Ante la exigencia del olvido y de la eliminación de la Ley de la Memoria Histórica, expresada en una carta a EL PAÍS, propondríamos dos reflexiones. Para el filósofo Paul Ricoeur, que consideraba que la memoria es la matriz de la Historia, el “deber de olvido” equivaldría a una amnesia impuesta. Y el historiador Tony Judt ha señalado la importancia de la “verdad de la autenticidad” y la “verdad de la honestidad”.

Carmen Mata Barreiro

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 ¿Se nos está pidiendo que argumentemos para defender el incumplimiento de la Ley? Porque el cambio de denominaciones en las calles no es ni capricho ni revancha: se trata, simplemente, de cumplir una ley, muy precisa a ese respecto. Otra cuestión es discutir la conveniencia o no de los nombres propuestos. Personalmente, no encuentro el hilo conductor que han seguido los comisionados. De ahí, entiendo, la polémica que ciertos nombres han suscitado.

José Manuel Pérez Carrera

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Muchos estamos hartos de que se dediquen recursos públicos a estos menesteres. La historia está ahí, nos guste o no. Nos haríamos un favor si mirásemos hacia el futuro y buscásemos una verdadera hermandad. Entre todos, no solo como españoles iguales, sino como seres humanos.

Jesús M. Gómez Jiménez

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Es imposible encontrar en Alemania o Italia símbolos que recuerden el pasado fascista. La memoria histórica es importante, y que todos los españoles sepan que aún vivimos las secuelas de ese golpe fascista que ciertos herederos políticos siguen siendo incapaces de condenar. No es un gasto cualquiera, es una obligación en una verdadera democracia. Se debe perdonar, pero nunca olvidar.

Jaime Pereiró Ir

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Desde los inicios de la apertura democrática del régimen fascista español, miles de personas luchan por hacer honor a la memoria de sus familiares muertos en guerra o represaliados por el franquismo. Esta es una lucha particularmente dura, debido a la falta de reconocimiento y condena a la represión franquista por parte del gobierno Español. Sin embargo, hay ocasiones en las que la ignorancia roza la humillación. Este ha sido el caso del ayuntamiento de Málaga, que decidió construir un parque para perros encima de la mayor fosa común de España. Este es solo otro acto insensible y apático de un gobierno que se niega a reconocer el holocausto que ocurrió en España entre los años 1939 y 1975. Nuestro país mide más de 500.000 kilómetros cuadrados, seguro que habrían podido encontrar un sitio más apropiado para implantar un pipí-caca, que no sea en el lugar donde se asesinó a nuestros familiares.

Cristina Castro

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Vale la pena para todos aquellos que hemos sufrido la dictadura franquista. No queremos ver los nombres de esos personajes que no respetaron el gobierno democrático que había sido elegido por el pueblo.

Manuel Sánchez Porras

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