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CULTURA Y GASTRONOMÍA

El resurgimiento de ‘Veles e Vents’

Convertido en un multiespacio gastronómico y cultural, el emblemático edificio valenciano reabre sus puertas al público.

El viento soplaba con fuerza mientras decenas de personas comían y bebían en un edificio recién tuneado en la orilla del Mediterráneo. Era de noche y un par de políticos y un trío de empresarios reinauguraban con sus discursos protocolarios este lugar de 11.000 metros cuadrados, construido hace una década por los arquitectos David Chipperfield y Fermín Vázquez. Músicos locales tocaban y cantaban ante la indiferencia de la gente. Era la fiesta con que Veles e Vents estaba siendo rescatado del olvido inmobiliario de Valencia, mientras la ilusión deambulaba por sus rincones.

El inmueble blanco y rectilíneo, que transformó la fachada marítima de esta ciudad debido a la America’s Cup, el torneo de regatas más importante a nivel mundial, ha sido revitalizado por Heineken España y el grupo hostelero La Sucursal. Durante los próximos siete años, ambas empresas realizarán una inversión estimada en 5,5 millones de euros y esperan atraer al público local, nacional e internacional con una amplia y variada oferta cultural y gastronómica. Conciertos, exposiciones, teatro y danza convivirán con la alta cocina de La Sucursal, la escuela de hostelería de la Fundación Cruzcampo y la Universitat de València.

Ya puede visitarse la muestra El Clot, del fotógrafo valenciano Jorge Muñoz, ganador del Lux Professional Photography Award (2015) y finalista de los Premios ZEISS de Sony Worldphoto (2016). Sus instantáneas (retratos y fotografía documental) "reflejan la identidad de la cultura gitana" y la vida de estas familias en el barrio marítimo, ha explicado el autor. Estas imágenes convivirán con una instalación “nunca vista” del Premio Nacional de Artes Plásticas (1987) Miquel Navarro, que hace una revisión contemporánea de los soldados de Xi'an en piezas de aluminio de 3,5 metros de altura y 300 kg. La programación de artes plásticas combinará el impulso a los jóvenes valores y el reconocimiento de figuras consagradas del arte como Björn Dahlem. Habrá festivales fotográficos y creaciones new media art que utilizarán el videowall de 25 metros cuadrados para dar la bienvenida a los visitantes.

Javier de Andrés, empresario y director gastronómico del grupo La Sucursal, propietario también de Coloniales Huerta (donde Loles Salvador prepara, entre otras cosas, unas croquetas suculentas) y de Vertical (con unas vistas inmejorables de la Ciudad de las Ciencias y las Artes), ha sido el encargado de presentar la parte culinaria que espera convertir a La Marina Real de Valencia en “destino gastronómico” con una “oferta variada en consonancia con el espíritu del Veles e Vents, que reivindica las aportaciones más singulares de la cultura valenciana sin renunciar a la innovación.”

En la planta de acceso, el restaurante mediterráneo La Marítima nace bajo el concepto de “kilómetro cero”, utilizando las materias primas valencianas y de temporada. Su cocina en arroces combinará técnicas del horneado cerámico japonés junto al reposo de las brasas en naranjo y en la carta aparecerán productos frescos del mar y una recuperación del patrimonio de la cocina dulce valenciana.

En la primera planta, la microcervecería Malabar aspira a convertirse en un punto de encuentro tanto para el ocio e intercambio de ideas en industrias creativas e innovadoras. La alta gastronomía se servirá en la tercera planta, adonde en breve se trasladará La Sucursal, restaurante a cargo del reconocido chef Jorge de Andrés, un sitio en el que la vanguardia culinaria y las innovaciones técnicas serán la seña de identidad de una cocina creativa y de autor.

En la tercera planta se ha instalado la nueva sede de la Escuela de Hostelería en Valencia, con un equipo docente coordinado por el chef Jorge de Andrés, que se añade a los que ya tiene la Fundación Cruzcampo en ciudades como Madrid, Sevilla o Jaén, con más de 15 años de historia y un programa de desarrollo de habilidades en la hostelería moderna que incluye prácticas en centros de primer nivel. El edificio acogerá también actividades del primer Grado en Ciencias Gastronómicas impartido en la Universitat de València, cuyos estudios quieren formar profesionales con una buena base de conocimientos científicos, tecnológicos, de salud y de gestión empresarial, capaces de diseñar proyectos y gestionar servicios gastronómicos en los campos profesionales de la alta cocina, de la restauración comercial y colectiva y de la industria alimentaria. Ya sólo falta la afluencia de público.

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