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Una mirada de ‘voyeur’ a la reproducción de la sepia

Asistimos a una actividad raramente filmada: la vida de este cefalópodo no llega a los dos años, por lo que muchas hembras tan solo se reproducen una vez

Dentro de la actividad pesquera artesanal, los cefalópodos tienen mucha importancia. El elevado precio que en las lonjas se paga por estos animales, sobre todo por el calamar, hace que sea un producto muy codiciado por los pescadores. Los platos que tienen al pulpo, a las sepias y a los calamares como protagonistas forman parte habitual de nuestra cocina.

No obstante, a pesar de su popularidad, todavía hay muchos aspectos de su biología que son poco conocidos. Aprovechando el Proyecto Sepia, del que ya hablamos hace unas semanas, hemos continuado grabando imágenes del apareamiento, de las puestas de huevos y de los animales recién nacidos, justo después de producirse la eclosión. Esto nos está permitiendo documentar una parte importante de la vida de los cefalópodos.

Aunque se considera que estos animales son de actividad nocturna y que durante el día están enterrados en la arena, todas las imágenes del reportaje se han grabado a medio día, en horas de máxima irradiación solar. Cabe destacar que son animales de ciclo biológico corto. Su vida no llega a los dos años, por lo que muchas hembras tan solo se reproducen una vez.

El hecho de que las sepias y los calamares suelen tener unos lugares de puesta similares nos ha permitido obtener imágenes de ambas especies.

El hecho de que las sepias y los calamares suelen tener unos lugares de puesta similares nos ha permitido obtener imágenes de ambas especies

De todo el proceso, una de las cosas que llama más la atención es el aspecto y la vitalidad de estos animales después de la eclosión, puesto que ya son adultos en miniatura. Sorprende que, con muy pocas horas de vida, ya tengan la capacidad de capturar pequeñas presas y de lanzar ya grandes chorros de tinta cuando se les molesta o de mimetizarse cambiando la coloración de su cuerpo.

En el caso de los calamares, su tamaño es muy reducido, tienen tan solo tres milímetros. Por transparencia pueden observarse las branquias dentro de la cavidad paleal y la actividad de otros órganos internos. Si bien un alto porcentaje de estos huevos llega a eclosionar, son pocos los individuos que llegan a adultos y tienen la oportunidad de reproducirse para volver a iniciar el ciclo biológico de estas especies. Ellos son cazadores muy eficaces pero, a su vez, tienen también una gran cantidad de depredadores, incluyendo evidentemente a los humanos.

Manel González Benaiges es biólogo, camarógrafo, director y realizador de documentales de naturaleza, aventura y buceo. Es autor del blog 'Buscando el azul'

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