La violencia de cada día

HACER cómic en un país donde fracasaron Maus y Tintín desvela alguna pista sobre el carácter de Rutu Modan (Israel, 1966). Ella ignoró la indiferencia de los lectores para abrazar el dibujo desde que a los siete años hizo una historieta sobre dos países en guerra. Su día a día en Israel. El mismo que le inspiró Metralla, su primera novela gráfica que la catapultó a una órbita selecta de dibujantes internacionales. En Jamilti y otras historias (Astiberri) se recogen trabajos anteriores a 2007 que ponen de manifiesto su progreso artístico al tiempo que confirman algunas de sus obsesiones narrativas. Modan pronto observó que ni el pasado ni la distancia superaban el esperpento y la locura de su propio contexto, y a partir de 2002 comenzó a sumergirse en vidas sometidas a una prolongada esquizofrenia: desarrollar una existencia cotidiana bajo la perpetua amenaza de la violencia. Los cuentos de Jamilti indagan en esa bipolaridad donde lo anodino lucha con lo excepcional.

Otras apuestas seguras de la semana:

1.  Esta es mi historia. El Festival Primera Persona ofrece dos jornadas de autobiografías en directo.

2. El padre de la fotografía africana. La exposición de Seydou Keïta puede visitarse en el Grand Palais de París hasta el 11 de julio.