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El ‘efecto reserva’ de los meros

La protección de la que han gozado los peces ha hecho que en muchas especies haya aumentado claramente el número de individuos y su tamaño medio

En la década de los años ochenta se impulsaron las primeras medidas que prohibían las actividades de pesca dentro de una línea perimetral situada en torno a las islas Medas, un pequeño archipiélago situado a poco más de un quilómetro de L’Estartit, en Girona. A partir de entonces estas islas fueron gozando de mayor protección hasta llegar a la situación actual en la que forman parte del Parque Natural del Montgrí, les illes Medes i el Baix Ter.

Estas medidas permitieron la recuperación biológica de los fondos de estas islas y contribuyeron a promocionar a L’Estartit como destino turístico de calidad ambiental. Desde el punto de vista biológico y paisajístico, las islas Medes tienen un valor extraordinario puesto que en ellas hay una representación de la mayor parte de los ecosistemas marinos litorales del Mediterráneo, lo cual constituye uno de los grandes tesoros de estas islas.

No obstante, lo que le ha dado fama a las Medes es la cantidad y diversidad de peces que hay en sus aguas destacando, por encima de todo, la población de meros (Epinephelus marginatus).

Durante años, científicos de la Universidad de Barcelona y del Instituto de Ciencias del Mar hicieron un seguimiento sobre el desarrollo y la conducta de los meros, lo que me permitió, en 1998, obtener las primeras imágenes de la reproducción de esta especie en el Mediterráneo. Un proceso que, posiblemente, no se ha conseguido volver a grabar.

Hace años había bastantes congrios y las morenas eran escasas. Actualmente se han invertido los papeles

La población de peces de las Medas es una clara muestra de lo que en biología se denomina “efecto reserva”, es decir, la protección de la que han gozado los peces ha hecho que en muchas especies haya aumentado claramente el número de individuos y su tamaño medio, aunque la ausencia de actividad pesquera no conlleva un incremento significativo del número de especies presentes.

De todos modos, con el paso del tiempo, se han producido algunos cambios, como mínimo curiosos, en algunas especies de peces que viven en estas aguas. Veamos algunos ejemplos: hace años había bastantes congrios (Conger conger) y las morenas (Muraena helena) eran escasas; actualmente se han invertido los papeles. Ahora las morenas son abundantes y algunas tienen unas dimensiones muy respetables mientras que los congrios prácticamente han desaparecido. También las pintarrojas (Scyliorhinus canicula) y otros pequeños escualos, que antes eran habituales, aunque con un número reducido de ejemplares, ahora han desaparecido de las aguas de la zona protegida. La duda es que si alguno de estos cambios ha sido inducido por la evolución natural de las poblaciones de peces en una zona donde no se pesca o bien han sido producidos por factores externos ocasionados por las actividades humanas.

El aumento del número de peces también ha alterado las poblaciones de ciertos invertebrados debido, sobre todo, a su papel de presa. A priori esto puede parecer extraño pero es fácil de entender si consideramos que hay peces que capturan invertebrados marinos que viven en el lecho marino. En las Medes esto ocurre, por ejemplo, con los pulpos y las langostas, unos animales que son el plato favorito de los meros.

Desde hace más de cuarenta años que en las islas Medas se están realizando una gran cantidad de trabajos de investigación sobre biología, ecología marina y oceanografía y se tiene documentación gráfica de la evolución de sus fondos durante todo este tiempo. Es uno de los pocos lugares del litoral de los que se tienen registros y datos seriados desde hace tantos años, además hay grabadas muchas horas de imágenes submarinas realizadas durante el mismo periodo. Esto constituye un patrimonio de valor incalculable y que no puede perderse puesto que son una prueba palpable de la evolución, durante décadas, de las comunidades marinas del Parque Natural del Montgrí, les illes Medes i el Baix Ter.

Manel González Benaiges es biólogo, camarógrafo, director y realizador de documentales de naturaleza, aventura y buceo. Es autor del blog 'Buscando el azul'

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