_
_
_
_

No solo barcos: la ampliación del canal de Panamá también facilita el tránsito de peces invasores

Un nuevo estudio revela que el canal, abierto desde 1914, está favoreciendo toda una invasión cruzada de especies piscícolas entre el Atlántico y el Pacífico

Ampliación del canal de Panamá
Imagen aérea de las puertas Miraflores en el Canal de Panamá.Nico De Pasquale Photography (Getty Images)

Si se habla del canal de Panamá e invasiones, posiblemente haya quienes barrunten connotaciones políticas referidas a ciertos asuntos de actualidad. Pero ajenos a los manejos humanos, los peces solo encuentran en el canal centroamericano una vía más por la que nadar. La reciente ampliación de esta pista acuática que conecta dos océanos, completada en 2016, ha facilitado el tránsito de buques, pero también de peces. Y ahora, un nuevo estudio alerta de que el canal ampliado está favoreciendo toda una reestructuración del ecosistema que atraviesa y una invasión cruzada de especies piscícolas entre el Atlántico y el Pacífico.

No es una novedad que los canales artificiales propician las invasiones biológicas. Este fenómeno tiene su denominación particular: la migración lessepsiana tomó su nombre del diplomático francés Ferdinand de Lesseps, el artífice del canal de Suez que conecta el Mediterráneo con el mar Rojo. Desde que en 1869 ambos mares quedaron unidos, los científicos han documentado la invasión de centenares de especies del mar Rojo al Mediterráneo. Debido a la diferencia de nivel entre ambos, el agua fluye en esta dirección.

Además y como comenta el ecólogo marino colombiano Gustavo Castellanos-Galindo, del Leibniz Institute of Freshwater Ecology and Inland Fisheries (IGB) en Alemania y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) en Panamá, “muchos científicos sugieren que el Mediterráneo se está volviendo más tropical, y esta podría ser una razón por la que los invasores del mar Rojo tienen éxito en el Mediterráneo”.

Un puente de agua con una barrera biológica

Sin embargo, el canal de Panamá, abierto en 1914, podría parecer más resistente a los invasores. A diferencia del de Suez, que es solo un río artificial a nivel del mar, la vía panameña está cerrada por esclusas a ambos lados, ya que los barcos deben escalar para cruzarla: en el camino se interpone el lago Gatún, un gran embalse artificial a 26 metros sobre el nivel del mar que se creó para reducir el trabajo de excavación. Las aguas del Gatún son dulces y fluyen hacia ambos extremos, actuando así de barrera biológica para las especies marinas. Por ello, el canal de Panamá se ha descrito más como un puente de agua que como un río.

Pese a todo, ya en 1975 un estudio recogió que seis tipos de peces se las habían ingeniado para cruzar del Atlántico al Pacífico, y tres en sentido contrario; esto sin contar invertebrados o algas, que a menudo viajan como polizones en el agua de lastre o adheridos al casco de los barcos. En 2007 comenzó la ampliación del canal, que se estrenó en 2016 añadiendo un nuevo carril acuático de mayor capacidad y agrandando los existentes para acomodar buques de mayor tamaño. Dos años antes de su apertura, un equipo de científicos del Smithsonian Environmental Research Center en EE UU pronosticaba un aumento de las invasiones mediadas por los barcos en un estudio de simulación computacional.

Imagen de un tarpón en aguas del Caribe.
Imagen de un tarpón en aguas del Caribe.RLS PHOTO / Alamy Stock Photo (Alamy Stock Photo)

Los peces encuentran su propio camino. Según Castellanos-Galindo, las nuevas esclusas de mayor tamaño facilitan su tránsito, y no es el único factor: “Por ejemplo, las nuevas esclusas en el Pacífico evitan el lago de Miraflores, que se considera otra barrera para la migración de peces”. El ecólogo añade que probablemente los peces a ambas orillas del istmo panameño encuentren fácil adaptarse al lado contrario, ya que la fauna marina del Pacífico y la del Atlántico solo llevan separadas tres millones de años y todavía incluyen especies muy similares.

Los peces marinos se adueñan del lago

Curiosamente, antes de la ampliación del canal, el lago Gatún estaba dominado por peces de agua dulce no autóctonos, sino invasores. El tucunaré o sargento (Cichla ocellaris), originario de las cuencas del Amazonas, el Orinoco y otros ríos de Sudamérica, “escapó de un estanque de acuicultura e invadió el lago en los 70″, dice Castellanos-Galindo. Este pez se llevó a Panamá para la pesca deportiva, mientras que la invasiva tilapia del Nilo se introdujo como recurso alimentario; “más recientemente hemos encontrado unas pocas especies ornamentales probablemente liberadas por la gente”.

Para estudiar la evolución de las comunidades de peces del lago, de 2013 a 2016 Castellanos-Galindo y sus colaboradores las catalogaron y cuantificaron, y en 2019 comenzaron a repetir este trabajo para comparar la situación antes y después de la ampliación del canal. La pandemia abrió una brecha en su investigación, pero ya en 2020 tenían datos para alertar de una nueva oleada de invasiones al detectar la aparición de 11 nuevos tipos de peces marinos en el lago, lo que aumentaba el número de estas especies de 18 a 29.

El nuevo estudio, publicado en Current Biology, revela que los peces marinos se están enseñoreando de lo que es cada vez menos una barrera, según resume el coautor senior del estudio, Mark Torchin, del STRI: “Lo que estamos viendo ahora es la pérdida de parte de esa barrera y potencialmente mayor permeabilidad”. Antes de la ampliación, las especies introducidas de agua dulce sumaban el 57% de la biomasa de peces del lago, frente a un 26% de los marinos y un 17% de los autóctonos de agua dulce. Ahora los marinos alcanzan un 76%, y los de agua dulce un 13% (introducidos) y un 11% (nativos). De las especies marinas, 18 han entrado desde el Atlántico y cinco desde el Pacífico.

Tolerantes al agua dulce

Los autores señalan que en los últimos 200 años solo se ha documentado un puñado de casos de invasiones de aguas dulces por especies marinas. Pero hay evidencias de que el lago Gatún está cambiando, dice Castellanos-Galindo. Así, otro estudio reciente muestra que la salinidad del lago ha aumentado casi cinco veces desde la ampliación del canal.

Los propios peces son duros: “La mayoría de los peces marinos que estamos capturando en el lago son eurihalinos [tolerantes al agua dulce] y a menudo asociados a estuarios”, apunta Torchin; “así que tienen la capacidad de tolerar esas condiciones”. Por lo tanto, esos peces marinos no están simplemente de paso por el lago, sino que han llegado para quedarse: según Castellanos-Galindo, “parece que están adaptándose bien y permanecen en el sistema de agua dulce”.

Un factor añadido es que entre las especies marinas que ahora dominan el lago se encuentran depredadores de gran tamaño, peces de hasta medio metro como el malacho (Elops smithi) o el róbalo (Centropomus undecimalis), y otros que superan los dos metros como el sábalo o tarpón (Megalops atlanticus). Además del potencial invasivo entre ambos océanos, estos grandes carnívoros están remodelando el ecosistema y sus redes tróficas, lo que afectará también a las comunidades pesqueras que dependen de él. Las consecuencias de todo esto, advierten los investigadores en su estudio, son “difíciles de predecir”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_