EtriLabs: normalizando el entorno digital en Benín

El concepto ETRI (Educational Technology and Research International) nació en Estados Unidos. Senam Beheton lo formuló allí pero prefirió materializarlo en su país, Benín, a través del EtriLabs, un espacio de innovación tecnológica ubicado en la principal ciudad del país, Cotonou.

Desde este laboratorio, el equipo de impulsores trata de extender la conciencia de buscar soluciones innovadoras a los problemas actuales. Y tratan de conseguirlo en todos los colectivos sociales, desde aquellos que toman las decisiones hasta las organizaciones de la sociedad civil, desde los emprendedores sociales hasta las empresas convencionales. Para ello, la formación es una de las piezas fundamentales, junto a aportar a esos jóvenes inquietos las condiciones tecnológicas que pueden alimentar su creatividad.

Murielle Anatohon es la encargada de programas del tech hub (centro de innovación tecnológica) y confiesa con satisfacción que gracias a sus colaboraciones con coaliciones de ONG han formado “a más de 700 jóvenes líderes potenciales y militantes en la utilización de los medios sociales para defender sus causas, las causas que les preocupan”. Anatohon da la impresión de que este “vivero” juvenil es casi una obsesión. “Tenemos 500 miembros inscritos y la mayoría de ellos son benineses de entre 17 y 24 años. Muchos son desarrolladores o blogueros, estudiantes, profesionales de la informática y algunos community managers y diseñadores de webs. Pero además hemos llegado durante el último año a más de 1.500 personas a través de nuestras actividades, la formación y los programas”, señala la joven gestora del tech lab.

La obsesión se completa con los niños y las jóvenes, específicamente. A los primeros está destinado el programa Learn2Code, mediante el que EtriLabs familiariza a los más pequeños con el entorno digital enseñándoles los rudimentos de la programación durante las vacaciones de verano. 150 niños se han beneficiado de este acercamiento a la informática en los tres últimos años. En lo que se refiere a las jóvenes, el tech hub beninés les dedica dos programas concretos. A través de FTIC han formado blogueras que con el tiempo han ido consiguiendo popularidad en la blogosfera del país. WISHPA ofrece a las chicas un programa de formación en programación, diseño y márketing. La primera edición se completará este mes de mayo.

La otra de las líneas de trabajo del espacio, la del acompañamiento de los emprendedores, se apoya en la colaboración con la plataforma TEKXL, un acelerador de empresas fundado también por Senam Beheton. A través de esta estrategia, Anatohon asegura que han podido impulsar startups que ofrecen sus productos más allá de las fronteras beninesas. Entre ellas, por ejemplo, una inmobiliaria o una plataforma de enseñanza online, además de herramientas para el márketing digital.

Murielle Anatohon se muestra convencida del valor social de espacios como el EtriLabs, porque las TIC “han dado a los activistas las herramientas para proyectar sus causas a todo el planeta”. “Los tech hubs como espacio de trabajo colaborativo ofrecen a los ciberactivistas la mejor herramienta: internet. E, igualmente, inician a la comunidad en el uso y la creación de elementos digitales, ya sea en las redes sociales, en el blog, o en la propia creación de web. Todo eso se puede usar para defender sus ideales”, sentencia Anatohon.