Por qué debería ver 'Star Wars' si me importa un bledo 'Star Wars'
Nuevos (y hondos) argumentos para atreverse con 'Rogue one', la última entrega de la saga
Que Star Wars es más que una saga cinematográfica no puede ponerse en tela de juicio. Es, para empezar, la mejor y más influyente de su género, además de un fetiche de la cultura pop y una exitosa franquicia de merchandising. Pero no todos lo ven así. Todos conocemos a un amigo que se niega a sumergirse en esta historia, un primo que nunca ha visto ni una entrega, una pareja que no le va a compañar este fin de semana al cine, "que no, que no me interesa nada". Le servimos en bandeja otro argumento para intentar convertirlos.
Filosofía pura. Algunos designan esta saga como una lección de la honda disciplina, a lo largo de cuyos siete episodios ya conocidos (el nuevo, Rogue One, se puede disfrutar en el cine desde el 15 de diciembre) encierra ideas concretas sobre la existencia del ser humano y su relación con el universo.
Esas reflexiones diseminadas por su creador, George Lucas, son analizadas en Star Wars: filosofía rebelde para una saga de culto (Errata Naturae, 2015), una recopilación de ensayos dirigida por Carl Silvio y Tony M. Vinci, profesores de Filosofía y Literatura en Rochester y Ohio (EE UU), respectivamente. Cada personaje encarna una idea muy concreta, veamos las principales.
Obi-Wan: la confianza en el instinto
Es Kenobi quien anima a Luke a dejarse llevar solo por su instinto, lo que pone en valor la intuición y el individualismo. “Esa confianza en el yo (…) sitúa al individuo como fuerza heroica máxima”. Pero Obi-Wan también resulta fundamental para entender la Fuerza (en mayúscula) como una condensación de creencias orientales. Es un maestro jedi, y “el entrenamiento de un jedi es similar al de un samurái o un monje zen”. La Fuerza, según la define Obi-Wan: “Un campo de energía creado por todas las cosas vivientes”. Bien podría ser lo que los taoístas denominan tao (dos fuerzas opuestas formando parte de una misma naturaleza). “Nació antes que la tierra; es silenciosa y vacía, y es la madre del mundo”.
Anakin: individualismo negativo y carácter débil
La saga también plantea que el individualismo puede acabar mal, en particular cuando muestra el hundimiento de Anakin Skywalker. Como expone el libro, “la tendencia de Anakin a la autonomía y la anarquía, que se asemeja en muchas formas a la propensión de su hijo [Luke] hacia esos mismos principios, se codifica claramente como algo negativo”. Pero, Anakin no es tan autónomo como pensábamos: se deja seducir por el Lado Oscuro y la debilidad de carácter le arrastra a su aciago final. Como él mismo llega a decirle a su enamorada, Padmé Amidala: “A veces hay que arrinconar el orgullo y hacer lo que se nos pide”.
Luke: individualismo positivo
Uno de los conceptos que aparecen en el subtexto de la saga es el individualismo bueno, encarnado en Luke Skywalker. Según los autores del ensayo, “es un ser con autoridad e influencia, que cambia la naturaleza de su realidad obedeciendo a su propio sentido intuitivo de la justicia. Expresa esa vivencia propia de la realidad a través de sus actos. Cualquier acción que intente restringir esa expresión máxima de la autonomía (…) solo puede identificarse como maligna”. Su relación con la Fuerza (que Yoda presenta, según los autores, como “una energía inconsciente que no solo está conectada con todos los individuos, sino creada por ellos”), enfatiza esa exaltación del individuo.
Yoda y la fuerza: ecos budistas
Aunque podría pasar por una parábola cristiana (en la que la Fuerza es Dios y el personaje Darth Maul, rojo y con cuernos, sería el diablo), la serie Star Wars es un contenedor de filosofías orientales. Yoda instruye a Luke en el concepto de desaprender. “El budismo zen también sigue esa línea: olvidar todas las ideas adquiridas y dualistas. En otras palabras, limítate a practicar la meditación. No pienses en nada”. Los autores añaden: “Encontramos un último momento particularmente budista en El imperio contraataca, cuando Luke le dice a Yoda que intentará levantar el Ala-X (una nave monoplaza ligera y veloz), y este le responde: “Hazlo o no lo hagas. Pero no lo intentes”.
Leia: la princesa feminista
El libro subraya el papel inspirador para las mujeres de la protagonista femenina, la princesa Leia, a quien considera “una heroína sin perder el estatus de su género. No tiene que hacer el papel de gatita mona e indefensa, ni volverse asexual y andrógina para obtener lo que quiere. Puede ser fuerte, franca, mandona y maliciosa y, aún así, ser respetada y vista como una mujer”. Sus acciones se basan en su elevado sentido moral. “Leia demuestra una fuerza sacada de sus principios y convicciones. (…) La teorías tradicionales del desarrollo moral se fundamentan en los primeros estudios psicoanalíticos que se remontan a Freud, y que se centraban principalmente en los hombres, quienes desarrollan la capacidad de tomar decisiones basándose en un sentido de la justicia”.
Padmé: la fragilidad
En contraposición, el libro critica el papel menguante de Padmé, madre de Leia, que empieza siendo una reina resuelta y muere de tristeza por la perdición de Anakin, su gran amor. “No consigue convertirse en un modelo femenino positivo en la época en que más se necesita”, sostiene el libro. “Representa a muchas chicas y mujeres jóvenes que acaban traumatizadas, con su integridad truncada por culpa de la presión que nuestra sociedad impone sobre ellas”.
Darth Vader: la maldad
Es uno de los villanos más logrados de la historia del cine, en parte por su aterradora fisonomía. “La apariencia de Vader, que enfatiza esa dualidad mitad hombre y mitad máquina, se convierte en una potente imagen sobre los peligros de la conformidad y sobre la falta de acción pura como catalizador de una dependencia peligrosa que se vuelve necesaria para vivir”, según los autores. Sin embargo, cuando se nos informa de que en el pasado fue un niño rubio encantador, percibimos su drama. “Al añadir los tres primeros episodios, empezamos a ver la tragedia de Darth Vader: aquel personaje que creíamos villano ahora resulta ser la víctima”.
La corrupción de las instituciones
En ‘Star Wars’ también subyace la preocupación por el auge y caída de las instituciones democráticas y la relación del individuo con el Estado, con una visión de máxima actualidad. “Lucas pretendía que las películas de ‘Star Wars’ demostrasen que las democracias grandes y poderosas, antiguas y actuales (como Roma y Estados Unidos) no son derribadas desde fuera sino que, como un viejo árbol, se pudren desde dentro por la codicia, la corrupción y el miedo”. Después de todo, quizá aquella galaxia no era tan, tan lejana.
*Este artículo se publicó originalmente el 23 de diciembre de 2015 con motivo del estreno de El despertar de la fuerza.
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