Todo lo que puede hacer para que su corazón dure más

¿Qué guardan en común un médico, un cocinero y un humorista? Que todos ellos tienen algo que decir sobre cómo cuidar nuestro órgano rey. El encuentro Corazones contentos, organizado por el Instituto Puleva de Nutrición con motivo del Día Mundial del Corazón (29 de septiembre), reunió a figuras como el chef con dos estrellas Michelin y jurado de Top Chef Paco Roncero, al presidente de la Fundación Española del Corazón, Leandro Plaza, y al humorista Joaquín Reyes. Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en España. Por este motivo, la conversación giró en torno a los hábitos que pueden ayudar a retrasar o evitar su aparición.

Los cocineros tenemos la mejor materia prima, pero nos alimentamos súper mal" Paco Roncero, chef

Paco Roncero puede hablar con conocimiento de causa cuando se trata de la lucha por alcanzar unos hábitos de vida saludables. El chef pesaba 118 kilogramos cuando en 2008 decidió tomar medidas al respecto. Se dio cuenta de que solo pensaba en el trabajo y de que necesitaba dedicarse algo de tiempo a sí mismo. Por ello, comenzó a hacer ejercicio. El primer día que salió a correr aguantó ocho minutos. “Terminé reventado, pero me di cuenta de que en ese tiempo no había pensado en el trabajo”, confiesa el cocinero, que al año siguiente ya estaba corriendo el maratón de Nueva York.

Al deporte decidió sumarle una alimentación sana, “porque los cocineros tenemos la mejor materia prima pero nos alimentamos súper mal”. De esta manera, Roncero perdió 35 kilogramos. Entre las reglas que durante estos años le han ayudado a mantenerse en forma, el chef cita: comer de todo pero con coherencia; incluir en su agenda las horas de las comidas y el tiempo que va a dedicar a hacer deporte; si va a darse un capricho con más calorías de las deseables, que merezca la pena (no es lo mismo un cruasán industrial que uno comprado en una confitería en Francia); y seguir disfrutando con la comida que, al fin y al cabo, es su trabajo.

“Llevamos la dieta mediterránea por bandera y es que vivimos en un país con una materia prima impresionante, yo diría, la mejor del mundo”, asegura el cocinero. Leandro Plaza, cardiólogo y presidente de la Fundación Española del Corazón, también destacó en su intervención los beneficios de este tipo de alimentación. Según explica Plaza, se ha visto que la arterioesclerosis (el endurecimiento de las arterias) tiene una menor incidencia en los países con una dieta mediterránea. En Europa, un 47% de las muertes se producen por causas cardiovasculares, pero, por ejemplo, España está por debajo de esta media, con un 30'2%.

Los factores clásicos de riesgo de las enfermedades cardiovasculares son la hipercolesterolemia, el tabaco, la hipertensión arterial y la diabetes

Plaza recordó que los factores clásicos de riesgo de este tipo de enfermedades son: la hipercolesterolemia, el tabaco, la hipertensión arterial y la diabetes. Y añade que también afectan otros factores como la obesidad, el sobrepeso, la inactividad física o el estrés. “Y si analizas estos factores te das cuenta de que están relacionados con la alimentación. El colesterol se relaciona con el consumo de grasas saturadas, la hipertensión arterial con la sal, y el sobrepeso y la diabetes con los alimentos con alto nivel de azúcar”, señala el médico.

El cardiólogo también apuntó una serie de hábitos alimenticios que conviene seguir para cuidar el corazón: disminuir las grasas saturadas, las carnes rojas y las grasas hidrogenadas y trans; aumentar las grasas monoinsaturadas (aceite de oliva, aguacate, almendras) y poliinsaturadas (omega 3, omega 6).

La periodista Ainhoa Arbizu presentó el encuentro, en el que también participaron Toni Nadal, entrenador y tío de Rafa Nadal, que hablo de los valores que había intentado inculcar al tenista español, destacando que es más importante la actitud que la aptitud; el empresario y consultor de empresas Emilio Duró, que ofreció una ponencia sobre estabilidad emocional; y el humorista Joaquín Reyes, que cerró el acto con uno de sus monólogos. Y los asistentes abandonaron el recinto con un latido mucho más acompasado. Al fin y al cabo, la risa también es saludable.