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INNOVACIÓN

Matemáticas antirrobo y otras cuatro ideas para mejorar el mundo

Un sistema para mejorar la gestión de residuos o un medidor de fatiga ‘vestible’ para cirujanos o conductores, algunos de los proyectos seleccionados por la Fundación BBVA

El matemático David Gómez-Ullate utiliza las matemáticas para evitar fraudes con tarjetas de crédito
El matemático David Gómez-Ullate utiliza las matemáticas para evitar fraudes con tarjetas de crédito

La Fundación BBVA ha elegido a 63 investigadores y creadores culturales para financiar proyectos personales con impacto social. Esta convocatoria, a la que se presentaron 1.900 solicitudes, está pensada para impulsar proyectos con un gran margen de flexibilidad en el uso de recursos que permite a los galardonados centrarse en hacer avanzar sus iniciativas y no en la justificación de gastos. En total, la convocatoria está dotada con 2,2 millones de euros con una media de 34.0000 euros por proyecto. Los ámbitos de trabajo de los galardonados son muy diversos, desde el trabajo científico en la búsqueda de los mecanismos biológicos del cáncer o la obesidad a la búsqueda de planetas parecidos a la Tierra o el diseño de ciudades más vivibles por personas de todas las edades. A continuación, hablamos con algunos de los seleccionados.

Leandro Luigi di Stasi, psicólogo
Leandro Luigi di Stasi, psicólogo

Leandro Luigi di Stasi. Controlar la fatiga en profesiones de riesgo

Un fallo provocado por el cansancio en un cirujano o un conductor de transporte público puede poner en peligro la vida de una o varias personas. Leandro Luigi di Stasi, investigador en el Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Granada trabaja para reducir el riesgo asociado a la fatiga detectándola con tiempo. Para lograrlo, él y su equipo han elaborado un índice que defina con la mayor objetividad posible el nivel de cansancio aceptable que no se debe superar, a través de indicadores como el movimiento ocular y la actividad cerebral y están desarrollando un sistema para construir dispositivos portables y de bajo coste que los trabajadores puedan llevar consigo.

Nina Tramullas, periodista
Nina Tramullas, periodista

Nina Tramullas. Un lugar de apoyo a los expatriados

Nina Tramullas, licenciada en comunicación, ha puesto en marcha 0034 Código Expat, una plataforma web dedicada a los españoles que trabajan fuera de España o están pensando en irse. En ese espacio se ofrecerá información relacionada con todo lo que significa vivir en el extranjero y se podrán encontrar servicios específicos que pueden ser útiles cuando se está fuera de España. Tramullas considera que es especialmente interesante la información fiscal y legal, pero comenta que también existe demanda de psicólogos españoles, que puedan entender mejor las particularidades culturales y las necesidades de alguien de su país. Además, 0034 Código Expat servirá como punto de encuentro para compartir experiencias.

Mª Paz Martín, arquitecta
Mª Paz Martín, arquitecta

Mª Paz Martín. Crear ciudades en las que también vivan bien los mayores

“Mick Jagger [el líder de los Rolling Stones], con 72 años, es un anciano según la definición oficial”, dice Mª Paz Martín Rodríguez. Para ella es un ejemplo de que esa edad se puede vivir con la misma plenitud que otras etapas de la vida, algo que en la sociedad actual no se ha integrado de un modo adecuado. El proyecto por el que recibirá la ayuda esta arquitecta consiste en analizar cuál es la situación actual de la organización urbana desde el punto de vista de las personas mayores. Se analizará, la planificación urbana, hasta el hogar y el entretenimiento, para observar las carencias y poder ofrecer mejoras. Con los resultados, se realizará una exposición itinerante, porque, en gran medida, el trabajo de Martín Rodríguez tiene que ver con la concienciación social. “El cambio tiene que ser muy global, pero sobre todo debemos entender que no tiene por qué ser feo o triste”, apunta. “El diseño para los ancianos ha de hacerse con optimismo y contemplando las nuevas formas de vivir, dándole la vuelta a los prejuicios”, concluye.

David Gómez-Ullate, junto al Instituto de Ciencias Matemáticas, el centro de investigación en el que trabaja
David Gómez-Ullate, junto al Instituto de Ciencias Matemáticas, el centro de investigación en el que trabaja

David Gómez-Ullate. Algoritmos matemáticos contra el fraude bancario

El proyecto de David Gómez-Ullate, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, utiliza las matemáticas y la inteligencia artificial para enseñar a las máquinas a detectar fraudes en medios de pago electrónicos, sobre todo con tarjetas de crédito. “Un banco nos pasa una base de datos con un año de operaciones de transacciones electrónicas y se anotan cuáles son legítimas y cuáles son fraudes”, explica Gómez-Ullate. “Lo que buscamos es que la máquina aprenda de esas pautas para ver cuáles son fraudulentas o no y pueda ayudar a evitar fraudes en el futuro”, añade. “Si una persona utiliza la tarjeta de crédito para un tipo de productos y de repente compra algo que no tiene nada que ver habrá un indicio más probable de fraude”, ejemplifica el investigador. Además, es importante que el sistema sea rápido para que no haga engorroso el uso del pago electrónico o de una tarjeta. “Los bancos buscarán un equilibrio entre incrementar las probabilidades de detectar el fraude y molestar a sus clientes”, apunta.

Sara González, ingeniera química
Sara González, ingeniera química

Sara González. Gestionar mejor los residuos y hacer que tengan valor

El objetivo del proyecto se Sara González, ingeniera química de la Universidad de Santiago de Compostela, es transformar el entorno de una ciudad modelo española de unos 125.000 habitantes, como Santiago, y trasformarla en una 'smart city' (ciudad inteligente). El desarrollo de una ciudad inteligente conlleva varias variables, como la logística y el transporte. En este caso, González prestará atención a los residuos alimentarios que se generan en una ciudad para mejorar su gestión. “El proyecto analizará dentro de la ciudad modelo los puntos donde se generan residuos, como hogares, restaurantes o supermercados, y se observará el proceso desde que se consumen los alimentos hasta que se llevan a los puntos de gestión”, explica González. Ahora ese destino es la incineración y el vertedero, pero ellos quieren plantear alternativas como el uso de residuos para la producción de biogas o fertilizantes. “Queremos hacer evolucionar las ciudades españolas hacia el tipo de ciudades inteligentes como Niza o Copenhague”, finaliza.

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