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COMO YO SIEMPRE DIGO...
Columna
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Movimiento perpetuo

Dentro de miles de años, cuando los extratrerrestres se decidan a visitarnos, encontrarán máquinas en hangares, ronroneando suave e incansablemente

En Fabra i Coats, centro barcelonés de arte contemporáneo, Martí Peran ha reunido obras de Bruce Nauman, William Kentridge, Samuel Beckett y Marcel Duchamp, entre otros autores, conformando un llamado Ensayo sobre la fatiga, de acuerdo con la tesis del filósofo de moda, Byung-Chul Han, según el cual nuestra sociedad del rendimiento y la autoexplotación provoca enfermedades neuronales, infartos, depresión, hiperactividad ausente, fatiga o estrés crónicos, trastornos límite de la personalidad. Es cierto que nos medicamos más que nunca, en parte por el tratamiento como enfermedad que tendemos a darle a cualquier desviación de la eficiencia social.

Peran reúne con la “fatiga” de Han conceptos parecidos de Agamben (“vida desnuda”), López Petit (“vida dañada”), Pál Pelbart (“agotamiento”), Ehrenberg (“sociedad depresiva”), etcétera. Algunos pensadores sostienen que la revolución tecnológica colabora con el último estadio del liberalismo llevándolo a una ultranza en la que el individuo no explota sólo a los demás y al planeta en el que vive, sino a sí mismo. Como yo siempre digo, el proceso de la extinción de las especies animales al que estamos asistiendo culmina lógicamente en la de la especie humana, empezando por fatigarla y deprimirla. Pero es preciso ser optimistas. Y confiar en que la simultánea evolución del ser humano al cíborg, camino de superación en el que estamos dando los primeros pasos, culminará, también lógicamente, en la máquina; y no en cualquier máquina, pues no nos conformaremos más que con la máquina perfecta, el perpetuum mobile. Dentro de miles de años, cuando se decidan a visitarnos, eso es lo que encontrarán los extraterrestres: máquinas en hangares, ronroneando suave e incansablemente. Espero que no se sientan decepcionados, sino atraídos por esa misteriosa perpetuidad.

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