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ESTO LO DEBERÍA CANTAR SINATRA
Columna
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La nueva movida

Orson Welles tenía detectado el momento en que empezó la corrupción en Estados Unidos

Jordi Soler

Orson Welles tenía detectado el momento en que empezó la corrupción en Estados Unidos. Escribir en la España de hoy sobre la corrupción en aquel país es un acto francamente temerario, ya lo sé. Pero lo que decía sobre el tema el genial director arroja luz sobre este nauseabundo periodo histórico que atravesamos, o en el que estamos empantanados, para ser más rigurosos. Con el ánimo de ir fijando históricamente este periodo podríamos llamarlo, por la algarabía que produce, las multitudes que lo integran y el asombro que despierta en el resto del planeta: la nueva movida, no madrileña, sino española en general.

Orson Welles decía, en una de las conversaciones de sobremesa que le grabó su amigo Henry Jaglom, que la sociedad de su país se corrompió con la ley seca, porque era una ley muy difícil de cumplir y se infringía continuamente, “y cuando a la gente violar la ley le parece lo más normal, la sociedad cambia”. La ley seca en Estados Unidos, como usted bien sabrá, prohibía, entre 1919 y 1933, la fabricación, distribución y venta de alcohol, y durante ese periodo los ciudadanos se las ingeniaron para no tener que privarse de su bebida predilecta. La idea de Welles es muy clara, la corrupción es contagiosa y empieza cuando uno ve que el otro se corrompe y sigue tan campante, igual que siempre, pero con un mejor coche. La corrupción se combate, o se fomenta, con el ejemplo, y los niños que crecen en una sociedad corrupta tienen muchas posibilidades de ser adultos corruptos. Pero el origen de la corrupción en Estados Unidos que plantea Orson Welles es muy distinto del que podríamos localizar para la nueva movida española: aquí, más que una ley muy difícil de cumplir, lo que hay es un ejemplo muy fácil de seguir.

 

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