Vuelve el cardado
Cuando uno aprieta los labios, por ejemplo, ¿qué quiere decir a los otros o a sí mismo?
¿Significan algo los gestos de la cara? Cuando uno aprieta los labios, por ejemplo, ¿qué quiere decir a los otros o a sí mismo? Si, al tiempo de apretar los labios, levanta la mirada del papel y observa de reojo al respetable, ¿qué está sucediendo en las profundidades de su encéfalo? Observen al señor de la foto, que acaba de poner en marcha toda la sintaxis gestual indicadora de una situación de cálculo. Casi se escuchan los engranajes del interior de su cabeza. Tal vez se esté preguntando si su auditorio es tan burro como para creerse que se puede llevar el mar a Xàtiva. ¿Se lo prometo o no se lo prometo? Y, de hacerlo, ¿debo utilizar argumentos científicos o lo confío todo a mi proverbial campechanía? He de enterarme del significado de proverbial, por si significara lo que no es.
A Alfonso Rus, eminencia del PP en la Comunidad Valenciana, lo han pillado contando billetes en el interior de un coche. Billetes que procedían presuntamente de una comisión ilegal o del cobro de una extorsión. Los cuenta con la ansiedad del que se masturba en un espacio pequeño y apremiado por el tiempo. Una especie de aquí te pillo, aquí te mato. Cuando alcanza el orgasmo, doce mil euros, los traduce a pesetas: dos millones de pelas, dice. En lugar de a pesetas, podría haberlos traducido al inglés o al francés. Pero los tradujo a esa cosa antigua, rancia, asociada a las monedas en las que ponía “Francisco Franco Caudillo de España por la gracia de Dios”. Ahora, el progreso se traduce en retroceder. Vuelve el cardado (Rita Barberá). Alfonso Rus es un artista de vanguardia.
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