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Lo que la 'politóloga guatemalteca' realmente opina de Podemos

El vídeo de una charla contra el populismo latinoamericano se ha convertido en fenómeno viral contra el partido de Pablo Iglesias. Su autora, Gloria Alvárez, discrepa

Gloria Álvarez, en un momento de su alocución
Gloria Álvarez, en un momento de su alocuciónYouTube

El pasado septiembre, la politóloga y locutora de radio guatemalteca Gloria Álvarez subió al estrado del primer Parlamento Iberoamericano de la Juventud celebrado en Zaragoza. Enfundada en un traje rojo, arrancó una locución de 11 minutos que, subida a Internet el 18 de octubre, acabaría siendo vista por más de 600.000 personas. No es porque esta crítica al populismo en América Latina, en la que defiende la tecnología y la educación como herramientas para acabar con esta práctica, resulte más o menos rompedora. Es que en España varios medios y particulares han visto en su discurso un ataque al partido de moda, pese a que no cite a Pablo Iglesias ni a Podemos en todo el metraje. Su charla se ha convertido, según las redes sociales, en un arma arrojadiza contra la joven formación política, y Álvarez, en una especie de heroína para muchos de sus detractores. La conocen como la politóloga guatemalteca.

“A raíz de la viralización del video muchos han sido los españoles que me han hablado acerca de Podemos, como una posición que está tomando el populismo de Latinoamérica”, contesta por teléfono desde Guatemala a la intencionadamente inocua pregunta de si conoce algún movimiento en España que encaje dentro de su concepción de esta técnica política. “Pero cuando les pregunto en qué basan ese miedo, en qué se fundamentan, me responden que Pablo Iglesias es afín a Hugo Chávez o que ha mostrado admiración por Evo Morales”. Resumiendo: “Nadie conoce planes o evidencias concretas de Podemos para, cuando llegue al poder, desmantelar las instituciones o cambiar la constitución”.

“A raíz de la viralización del vídeo muchos han sido los españoles que me han hablado acerca de Podemos, como una posición que está tomando el populismo de Latinoamérica. Pero cuando les pregunto en qué basan ese miedo, en qué se fundamentan, me responden que Pablo Iglesias es afín a Hugo Chávez o que ha mostrado admiración por Evo Morales

Licenciada por la universidad Francisco Marroquín, es directora de proyectos del Movimiento Cívico Nacional (MCN), financiado en parte por la National Endowment for Democracy, fundada por Reagan. “El populismo es una filosofía de hacer gobierno que pone al Gobierno como único garante y responsable de llevar las directrices de un país, siendo al final el que determina si puede o no haber progreso”. Como características, apunta que se basa en “manipular las necesidades de las personas en los lugares donde hay alta desnutrición o alto analfabetismo, mediante promesas imposibles de cumplir como subir el PIB un 50% en cuatro años o sacar a las personas de la pobreza de la noche a la mañana, sin un plan a largo plazo ni políticas con base científica”.

Para esta politóloga de 29 años, el mayor peligro de estos regímenes es que merman la autoestima de sus ciudadanos. "Les llevan a una situación de desempoderamiento total”, explica. Esto hace que confíen toda su existencia “a ese líder que se presenta como un superhombre, capaz de solucionarle todos los problemas”. Como ejemplos cita la Venezuela de Maduro, el Ecuador de Correa, la Nicaragua de Ortega o la Argentina de los Kirchner. “Sobre todo, se han caracterizado por cambiar artículos de la constitución para postergarse en el cargo, doblegando al poder legislativo”, ilustra. En los casos en que esas reformas han sido aprobadas por referéndum, denuncia que, “como en el caso de Bolivia, no ha habido transparencia”.

En su análisis, todos los candidatos a las presidenciales de su país en septiembre de 2015 son populistas. Desde Alejandro Sinibaldi, que suena como posible cabeza del partido en el poder, el Patriota, que “tratan de vestir como fuerte, pero que no tiene políticas de fondo”; pasando por Sandra Torres, exesposa del expresidente Álvaro Colom, del que se divorció para tratar de concurrir a las anteriores elecciones; hasta Manuel Baldizón, del principal partido de la oposición y cuyo libro, Rompiendo Paradigmas, fue acusado de estar plagiado en un 95% de gente como Weber o Savater.

Su receta contra esto es un ciudadano informado, objetivo al que trataría de llegar con la educación y la tecnología. La idea es que ahora, por Internet, cualquier “ciudadano del Tercer Mundo” puede conectarse a un océano de información y poder, cosa que hace unos años era impensable. Con esto, niños privados de una historia universal, de base científica, de clases de un segundo idioma... pueden acceder a estos conocimientos, usando, por ejemplo, “vídeos de YouTube” como maestros virtuales.

Si el populismo, al llegar al poder, estuviera sacando a la gente de pobre, ya se habría quedado sin votantes. El populista necesita a esa gente pobre para postergarse en el poder

Uno de los obstáculos más obvios para su plan es la brecha digital. Alvárez cree que en realidad es mucho menor que lo que dicen las estadísticas oficiales. Por ello está planeado conducir un estudio propio en los 338 municipios de su país y ver cómo han cambiado los datos de hace seis años, que arrojan unas cifras de 30% con acceso a la Red de Redes, un 70% sin. “Internet”, reflexiona, “ha llegado a más sitios que el agua potable”.

Otra posible objeción sería que, bajo esos gobiernos populistas, las estadísticas oficiales de educación parecen mejorar. Venezuela y Bolivia han sido declaradas, con críticaszonas libres de analfabetismo en 2009 y Ecuador atrae a doctores y universitarios españoles a sus centros. “Lo que no se sabe es la calidad de esa educación y, en el caso de la alfabetización, va acompañada de un adoctrinamiento”, argumenta, “además los datos pueden estar manipulados al ser de organismos oficiales”.

“Si el populismo, al llegar al poder, estuviera sacando a la gente de pobre, ya se habría quedado sin votantes”. En su opinión, en el momento en que una persona no puede ser manipulada por sus necesidades materiales, deja de ser útil para estos esquemas ya que empiezan a solicitar políticas más eficaces. “El populista necesita a esa gente pobre para postergarse en el poder”. Volviendo otra vez a su país, habla de las bolsas solidarias, un programa del Gobierno de Colom para dar una cesta de alimento a familias en condiciones de pobreza y que el actual ejecutivo ha prorrogado. Asegura que las mujeres “se embarazan más, para poder recibir dos bolsas en vez de una, con lo que están creando más dependencia”. “Si quisieran que la gente saliera de pobre”, concluye, “habrían empezado a dar más becas”.

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