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FOTOGRAFÍA

Isabel Muñoz vs. África

Escarificaciones como símbolo de honor y nados con hipopótamos. Todo eso es el continente africano, que recorremos con National Geographic

Patricia Peiró
Un rito de purificación en África.
Un rito de purificación en África.James Nachtwey

El honor y la dignidad del pueblo africano negro, ese que te dice con un simple gesto “no me vas a poseer” es lo que a Isabel Muñoz se le ha quedado en la retina tras sus múltiples viajes al continente. Y es también lo que la fotógrafa percibe en la imagen de la página siguiente de la joven que sostiene un cervatillo típico de Zanzíbar en sus brazos. Su gesto delicado le recuerda a un retrato que ella tomó en un viaje a muchos kilómetros de distancia de la isla africana. En Camboya. Una muchacha sumida en la miseria le pidió que la fotografiara tras una dura jornada de trabajo con su bien más preciado: un oso de peluche raído.

Muñoz conoce bien la realidad del continente, en el que ha trabajado sobre todo en Sudán y Etiopía. La realidad superó los meses de investigación sobre las tribus que habitan en esos países. Al llegar a Sudán una nube de disparos les recibió. Era de noche y ella y su equipo se tiraron al suelo torpemente en el lugar equivocado. La luz de la luna les delataba. “Entonces el guía nos indicó una zona oscura. Estas son cosas que aprendes con los años”, explica en su estudio de Madrid. Desde hace dos décadas trabaja en una antigua fábrica de pinturas. Un espacio diáfano de techos altísimos, que actúa como soporte perfecto para sus instantáneas de cuerpos que expresan sensaciones. La pasión del bailarín que se contorsiona, la fuerza de las cicatrices en la piel de un africano, el gesto humano de un gorila del zoo de Madrid (el proyecto en el que está sumida ahora)…

“Es imposible no implicarse con las realidades que conoces y constantemente estás pensando ‘¿qué puedo hacer para cambiar esto?’. El que diga que no lo hace, miente”. Muñoz suelta varios “ya me gustaría haber estado aquí con este compañero”, mientras observa la selección de fotografías de National Geographic del continente africano. Parece que es capaz de trasladarse al instante en el que el reportero hizo clic. Está segura de que el fotoperiodista y la niña prostituta de la foto de la izquierda, a la que le asoma un pecho, tuvieron un momento de conexión. Solo así ella puede explicar que, a pesar de la esclavitud a la que está sometida, sonría ante el objetivo. Esa joven vive en el barrio de Casablanca en el que los franceses recluyeron esta práctica a principios del siglo pasado. “Me sorprende la capacidad de sobreponerse que tiene el ser humano. Aunque estés viviendo un momento muy oscuro y parece que todo son adversidades, de repente…sonreímos”. Su mente vuelve a trasladarse a Camboya, donde realizó un reportaje para El País Semanal sobre la prostitución infantil. Y tal vez su memoria se dirija directamente a la mirada de Sok Ly, una niña rescatada con 12 años de una jaula en casa de su propia familia. La misma situación que la de la imagen de Marruecos, con casi un siglo de diferencia. “Cuando se les borra la sonrisa, los ojos no mienten”, apunta Muñoz.

La serie

La vuelta al mundo de ‘National Geographic’. La famosa publicación lleva 125 años descubriendo a varias generaciones un mundo que jamás creyeron que existiera. La editorial Taschen celebra este aniversario con una edición especial de tres volúmenes con el impresionante material atesorado a lo largo de estos años. En esta serie de verano, cinco grandes fotógrafos españoles realizan su selección de estas imágenes que nos transportan a otras culturas y a otras épocas. Tras recorrer Europa de la mano de Jordi Socías, América del Norte junto a Ouka Leele, Asia y Oceanía con José Manuel Navia y Latinoamérica, Caribe y Antártida junto a Juan Manuel Castro Prieto, viajamos a África con Isabel Muñoz.

Sorprende en alguien que ha tocado de cerca la realidad más salvaje del continente la tranquilidad con la que relata sus vivencias. Incluso cuando habla de las prácticas más bárbaras. Las luchas en la tribu de los nuba (en Sudán) pueden ser tan bestiales que acaban con la muerte de uno de los contrincantes. Muñoz fue testigo de alguna de estas peleas cuando visitó el país en el año 2000: “Cuando ves eso, sientes que el tiempo no ha pasado”. Las luchas, en las que usan bastones, se llevan a cabo para elegir al líder militar en los enfrentamientos con clanes rivales. El ganador es un héroe. Y es paseado en hombros con el orgullo de haber vencido, luciendo su cuerpo hercúleo (“unos físicos impresionantes”, apunta Muñoz). “Ellos viven en la naturaleza. Su espejo es el agua y el sol es su bombilla, la luz. Su cultura es la que les traspasan los ancianos, miran lo que les rodea e imitan a los animales”, asegura. Esa no fue la única experiencia impactante que recuerda. La fotógrafa también pudo asistir a un enlace en aquella tribu y el ritual no es menos llamativo. “Al acabar la boda, el esposo y sus amigos azotan a la mujer. He visto unas heridas que ni te imaginas”.

Su cámara también ha retratado el proceso por el que algunos clanes utilizan su piel como lienzo. “Los nuer (en Sudán) llevan seis filas de escarificaciones en la cara. Tienen que estar muy quietos cuando se las hacen, porque si se mueven, quedará marcado en su rostro toda la vida, una vergüenza para ellos”.

En este mundo de creencias férreas, a Muñoz llegaron a otorgarle poderes mágicos. Cuando utilizó su flas para alumbrar a los lugareños, la instantánea resultante dibujaba rostros presa del pánico. Pensaban que ella tenía el poder de hablar con el dios del trueno. Tras el sobresalto inicial y eliminar toda sospecha de dones sobrenaturales, los retratados se relajaron y sus caras adquirieron ese cariz de orgullo que Muñoz siempre descubre en el alma africana. Uno de sus trucos de profesional cuando solo trabajaba en analógico era llevar siempre una polaroid, así podía tomarles una fotografía y enseñarles en el momento el motivo por el que les apuntaba con su objetivo. “¡Luego se colocaban la foto en sus lanzas!”.

Perfil

Isabel Muñoz (Barcelona, 1951) comenzó su carrera en 1970 con trabajos para publicidad y prensa, aunque pronto descubrió que quería ir más allá. Con Unicef y El País Semanal retrató la infancia del mundo a través de las historias de cien niños de 20 países en un proyecto que se denominó Nuestro pequeño mundo. En estas mismas páginas también ha reflejado la desesperación de los migrantes que intentan llegar a Estados Unidos y los rostros de la esclavitud en Camboya. Recibió la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes y dos World Press Photo. Ha expuesto en el Reina Sofía y en el New Museum of Contemporary Art de Nueva York.

El continente está plagado de metáforas para Muñoz, que llega a indignarse ante la instantánea del león que caza a su presa, aunque sea muy consciente de que esa escena es parte de la naturaleza. “¿Por qué? ¿Por qué el fuerte siempre acaba ganando al débil? Lo comparo con nuestra propia realidad. Yo tengo la esperanza de que esto algún día cambie y seamos nosotros los que ganemos al poder”, comenta Muñoz con una sonrisa sin perder su voz sosegada. “El ñu vencerá al león”.

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Sobre la firma

Patricia Peiró
Redactora de la sección de Madrid, con el foco en los sucesos y los tribunales. Colabora en La Ventana de la Cadena Ser en una sección sobre crónica negra. Realizó el podcast ‘Igor el ruso: la huida de un asesino’ con Podium Podcast.

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