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La extinción de los pelirrojos es una leyenda urbana

Y no es la única. Tampoco tienden al suicidio ni proceden de Escocia. Aproximación científica a los seres de cabello casi carmesí

La noticia se propagó por las redes con la rapidez del fuego –el color que caracteriza sus cabellos. Era una teoría con aires apocalípticos que cifraba el fin de los pelirrojos naturales para dentro de 90 años. La lanzaba la Oxford Hair Foundation, y se reveló a través de las páginas de National Geographic y numerosos medios británicos.

Para el doctor José Ignacio Lao, especialista en Genética Clínica y director médico del Genomic Genetics Institute, se trata de una leyenda urbana más, que se ha servido de Internet para propagarse. Como señala, “existe un equilibrio muy delicado entre mutación y selección natural, que es lo que marca la extinción o desaparición de los individuos portadores, y solo se extinguirían de forma natural aquellos cuya mutación determinara una limitación en la capacidad reproductiva”. Y no es el caso. Puestos a desterrar leyendas urbanas, hagámoslo también con la idea extendida de que el origen de los pelirrojos se ubica en las Tierras Altas de Escocia.

Neandertales: Los primeros pelirrojos

Visualice un Neandertal. ¿Se le viene a la cabeza la imagen de un ser peludo y oscuro? Pues anda muy desencaminado. El único rasgo que se conoce a ciencia cierta sobre su fisionomía nos los presenta como pelirrojos y de tez clara.

Esta conclusión fue a la que se llegó hace unos años, por parte de investigadores de la Universidad de Barcelona. El hallazgo fue publicado en la revista Science a partir de la comparación de un Receptor 1 de la melanocortina de un fósil de hace 43.000 años procedente de Asturias con otro italiano de 7.000 años antes. Fue cuando se determinó que su rasgo en común era el gen MC1R, que según interaccione con una proteína concreta, se sintetiza en forma de cabello castaño y en forma de cabello pelirrojo si se produce mutación.

La prueba científica se obtuvo un tiempo después. Cuando en el Instituto Max Planck de Alemania se cultivaron células epidérmicas que se injertaron en el gen mutado. El resultado fue que comenzó a sintetizarse feomelanina (la proteína que determina el desarrollo de los pelirrojos).

Recientemente, a través de una investigación realizada en la Universidad del País Vasco y publicada en la revista Molecular Biology and Evolution, se señalaba otro gen del cabello pelirrojo, el V60L, aparecido hace 50.000 años, cuando los emigrantes africanos buscaron fortuna en el Norte: al verse expuestos a menos radiaciones solares y necesitarlas para sintetizar la vitamina D (responsable de la salud de los huesos), su tono de piel y cabello se fue aclarando para aumentar así la sensibilidad al sol.

¿MC1R o V60L? ¿En qué quedamos?

El doctor Lao despeja las dudas: "El gen MC1R del cromosoma 16 es el responsable de la mayoría de los pelirrojos, concretamente del 74 % de los casos, pero no de la totalidad. Aparte del V60L, hay otros que, según lo que sabemos en la actualidad, son los responsables del 26 % restante: el HCL2 del cromosoma 4; dos genes del cromosoma 15 llamados OCA2 y HERC2, el ASIP del cromosoma 20…”.

El pelo rojo, en cifras

En el mundo, el 2 % de la población global es pelirroja; y un 4 % es portadora del gen recesivo, una especie de copia de seguridad. Lo explica Lao: “Somos organismos diploides, en nuestro genoma siempre tenemos 2 copias (alelos) de cada gen, una heredada de la línea materna y la otra de la línea paterna”.

No viven en “reservas” localizadas en Escocia o Irlanda. La tercera región del mundo con mayor número de pelirrojos es Rif, en Marruecos, donde el 10 % de la población tiene ese tono de pelo. Sí, la melena de la reina Lalla Samla de Marruecos puede ser perfectamente natural.

Las movilizaciones geográficas a lo largo de los últimos siglos han permitido que podamos encontrar un pelirrojo en cada rincón del mundo. El 13 % de los escoceses tienen el pelo rojo y el 40 % de ellos porta el gen recesivo. Le sigue Irlanda, con un 10 % de pelirrojos y un 46 % de recesivos.

Probabilidades de 'contagio'. ¿Una ruleta genética?

Se ha sabido que Adolf Hitler intentó acabar con los pelirrojos (le daban mala espina y los presuponía más débiles genéticamente) prohibiendo matrimonios entre ellos. ¿Lo hubiera conseguido? Lo más seguro es que no.

El doctor José Ignacio Lao nos explica todas las variantes y posibilidades de legado. En este caso, el desenlace no está determinado por el sexo. No tiene más peso la herencia materna sobre la paterna.

Como explica el especialista en genética, “la mayor probabilidad, del 100 %, se produce cuando ambos padres son pelirrojos y comparten el mismo gen responsable, ya que ambos tienen el gen recesivo pelirrojo en doble dosis”.

Las posibilidades se reducen al 50 %, cuando uno de los padres tiene el cabello rojo “con gen recesivo en doble dosis”, según apunta Lao, y el otro tiene, por ejemplo, un gen dominante moreno combinado con uno recesivo pelirrojo. “Si los dos progenitores son morenos, pero portadores del alelo que lo determina, la probabilidad sería de un 25 %”, añade el doctor, quien continúa: "No obstante, las probabilidades basadas en el cálculo matemático puro en el campo de la genética no siempre tienen valor absoluto”. Los saltos de generaciones son comunes.

Una fisiología 'caprichosa'

El exótico tono del cabello no es lo único que los hace diferentes. A nivel médico, los pelirrojos tienen sus peculiaridades. Las mejor documentadas están en relación con la sensibilidad al dolor y a los anestésicos. “Se ha reportado que los pelirrojos tienen una mayor sensibilidad ante el dolor térmico (ya sea por frío o por calor) y una mayor resistencia al efecto de los analgésicos”, explica el doctor Lao. Por lo general, necesitan hasta un 20 % más de anestesia.

Los pelirrojos tienen diez veces más probabilidades que el resto de tener un cáncer de piel si no se protegen debidamente del sol. Debido a su falta de eumelanina (forma común de la melanina: pigmento que se encuentra en la piel o pelo de los humanos), durante la exposición al sol, además de poner en riesgo su piel, los pelirrojos tienen tendencia a perder algunas vitaminas. Les ocurre en especial con las del grupo B, A y E.

Su respuesta inmune ante ciertos virus y enfermedades también es distinta a consecuencia del cambio en su gen MC1R. Ya hay estudios en marcha para alumbrar las consecuencias. Tienen una mayor tendencia a acumular hematomas. Y no porque su clara piel los haga más visibles. La respuesta inflamatoria de su organismo es mayor.

También hay indicios de que su sistema de endorfinas es distinto. Del mismo modo que pueden sentir la felicidad más intensamente y tener más tolerancia a determinados dolores. Si no se escudan tras gafas de sol los días soleados, podrían tener más posibilidades de terminar con cataratas.

Pantone ilimitado

¿Dónde empieza el pelirrojo y termina un rubio anaranjado? ¿Se puede considerar roja una melena castaña con suaves vetas caobas? Hay una clasificación oficial que lo deja bien claro y diferencia cinco tipos básicos de pelirrojos. El laboratorio de genética Alpha Laboratory Inc ha sido el encargado de hacer la lista:

- Castaño rojizo (auburn). El que tiene la actriz Amy Adams.

- Cobre (copper). Christina Hendricks lo ha convertido en objeto de deseo.

- Tiziano (titan). Rojizo oscuro a medio camino entre el caoba y el cobrizo. La actriz Julianne Moore es un buen exponente. Julia Roberts, también.

- Fresa (strawberry blonde). Es el más difícil de encontrar. Solo se ha visto en algunos pueblos celtas y en Escandinavia. Angela Merkel podría pertenecer a este exclusivo club.

- Jengibre (ginger). El de Nicole Kidman o la actriz Marcia Cross.

Los 'locos' del pelo rojo

Dejando a un lado mitos como la fogosidad de las pelirrojas, algo que solo podrían determinar los protagonistas de la serie Masters of Sex, conviene aclarar los falsos mitos que se difunden sobre su manera de ser. ¿Inestables? “No hay estudios que constaten ninguna relación entre tener el cabello rojo y una mayor tendencia al suicidio, la locura o la depresión”, zanja Paloma Tapia, psicóloga del Centro de Psicología DEVA de Madrid.

Obviando el triste final de Van Gogh, el suicidio de Marilyn (era pelirroja aunque se tiñera de rubio platino por consejo de sus productores) o la hipocondría de Woody Allen, se puede evidenciar que el MC1R es un gen típico en genios y conquistadores. Artistas como Emily Dickinson, Vivaldi o Shakespeare dan fe de lo primero. Nombres como Barbarroja, Garibaldi, Napoleón, Galileo Galilei, Cristóbal Colón, Ramsés II, Gengis Kan, Jaime I el Conquistador, Hernán Cortés y Vasco da Gama, sugieren sueños de victoria. Ojo: no vale teñirse.

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