¿Colorado yo? Cómo difuminar (sin maquillaje) las rojeces del sol

El principal remedio para evitar ponerse rojo exponiéndose al sol es protegerse de él. Aunque tomarlo es fundamental para que nuestro organismo produzca vitamina D, se debe evitar una exposición continua, especialmente durante las horas de máxima insolación (mediodía). La utilización de sombreros, gafas de sol y sombrillas también ayudará a protegernos debidamente y, por supuesto, el uso de un filtro solar adecuado a nuestro tipo de piel. Ahora bien, ¿qué hacemos si la rojez ya se ha apoderado de nosotros? Propongo este práctico remedio casero.

Como ingredientes, necesitará vinagre de cocina, preferiblemente de manzana, y aloe vera. Puede utilizar aloe comercial, pero asegúrese de comprarlo lo más puro posible. Si tiene la planta en casa, haga buen uso de ella: corte algunas de las hojas más externas por la base y déjelas en posición vertical durante unas horas para que exuden una resina amarillenta. Seguidamente, corte las hojas a lo largo y retire el gel con la ayuda de una cuchara.

1. En un recipiente de cristal, mezcle la cantidad que vaya a utilizar de aloe con la mitad de esa cantidad en vinagre. Es decir, si va a emplear 50 gramos de aloe, añada 25 gramos de vinagre.

2. Ayúdese de una batidora o similar para licuar el gel con el vinagre. No se preocupe si le quedan grumos.

3. Rellene una cubitera vacía con la mezcla y déjela en el congelador.

4. Saque uno o varios cubitos y frótelos por el cuerpo, sobre todo en la zona enrojecida. El olor a vinagre puede resultar un poco desagradable, pero es infalible para difuminar y aliviar la rojez.

Advertencia: Evite utilizar este remedio si ha sufrido quemaduras solares graves. En tal caso, consulte siempre con su médico.

* Ana Campillo es bióloga y autora del blog Organicus.

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