Los que deberían dar ejemplo
Nos sorprendía hace muy pocas fechas el “honorable” Jordi Pujol reconociendo haber mantenido una fortuna, sin precisar origen ni cantidad, oculta a la tributación española —durante 34 años nada menos— y lamentando “no haber tenido tiempo para su regularización”.
Pocos días después, en su dorado retiro pirenaico de Queralbs, nos comunica que está dispuesto a contestar a algunas preguntas que pudieran formularle las instituciones políticas o tributarias. Es decir, que de rendir cuentas por su delito, nada de nada; si acaso responderá a algo de lo que se pueda preguntar. Y, para colmo, anuncia una querella contra el empleado del banco que ha puesto al descubierto sus cuentas, en lugar de ser él a quien le lluevan las querellas por su delito. Indigna ya contemplar tanta corrupción en quienes precisamente deberían dar ejemplo de honradez.— José María Plaza.