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Cómo el deporte al aire libre mejora la autoestima

O encuentra la calma o dispara la adrenalina, pero siempre logra que se quiera un poco más. Siga los consejos de Javier Hernanz, piragüista e imagen de las fragancias Sport de Loewe

JESÚS ALONSO

La naturaleza no está para observarla, sino para vivirla, como aseguran todos los amantes de los deportes de aventura, un colectivo que crece año tras año. Y no andan equivocados, un estudio de la Universidad de Essex (Reino Unido), asegura que durante los primeros cinco minutos de ejercicio al aire libre se produce un aumento de autoestima y mejora nuestro ánimo. A los reconocidos beneficios de ejercitar el cuerpo se le añade el impacto positivo de permanecer en espacios verdes, rodeado de naturaleza y aire limpio.

Este tirón de los deportes de aventura o al aire libre provoca que, año tras año, vaya creciendo el número de federados. Según el Consejo Superior de Deportes, en 2013 se concedieron 6.409 licencias de piragüismo, 27.336 de deportes subacuáticos y 169.188 licencias de montaña y escalada, la actividad más demandada en este sector. Javier Hernanz, sin embargo, no es precisamente un recién llegado a estas modalidades deportivas. Este asturiano de 31 años ha sido 14 veces campeón de España de piragüismo y subcampeón y medalla de bronce en los Campeonatos del Mundo. A la hora de animar a la gente a practicar su deporte, se le agolpan los motivos: “La tranquilidad te invade cuando estás en contacto directo con el agua y la naturaleza. No hay tráfico ni saturación, solo estás tú, la pala y el agua; puedes ejercitar el cuerpo, fortalecer músculos sin congestionarlos y perder calorías”, asegura.

Aguas bravas o tranquilas

Quienes prefieren el subidón de adrenalina a la calma también tienen motivos para blandir el remo gracias a modalidades de mayor riesgo, como el canoraft (embarcación del mismo material que el raft para afrontar rápidos) o el hidrospeed (descenso de aguas bravas en barca-trineo propulsada por aletas de submarinismo). “Lo mío son las aguas tranquilas, sin obstáculos, pero la modalidad de aguas bravas es más arriesgada, sobre todo cuando saltan con la embarcación desde bastante altura. Mi único peligro es que un día me de un patatús entrenando por la cantidad de horas invertidas”, bromea Javier Hernanz, que sin embargo reconoce los atractivos de otras especialidades: “Haría aguas bravas o descenso de ríos para pasar un rato de diversión en mi tiempo libre”. El medirse con uno mismo y con contrincantes en pleno paisaje natural es un cóctel que engancha a quien lo prueba. “En mi caso es el contacto con el agua, el desarrollo de la fuerza, la resistencia y la coordinación. Eso, y que para estar en forma tengo que entrenar con carrera, natación, ciclismo o fútbol”, añade.

Sin embargo, pocos deportes hay más completos que el piragüismo. Aunque los que mueven las palas son los músculos de la espalda, los abdominales y los brazos, las piernas y los glúteos desempeñan una función propulsora de la piragua y también tienen que entrenarse. “En un principio, el tren superior es el que más interviene, pero a medida que se va perfeccionando el estilo, utilizas todo el cuerpo”, explica Teresa Albo, directora técnica de la Federación Madrileña de Piragüismo y entrenadora. Se ha demostrado que el paleo es un movimiento en el que interviene una fuerza que nace desde los pies, pasa por las caderas y llega hasta los brazos y en el que tiene mucho que ver, además, el equilibrio. “Con la práctica se gana en fuerza y resistencia y a medida que vas avanzando te das cuenta de que aumenta la potencia”, asegura Albo.

Los más aventureros

Los jóvenes entre 25 y 35 años son quienes más se apuntan a deportes de aventura, según un estudio del portal especializado Yumping.com. Entre los diez más practicados encontramos los paseos en barco (18%), seguidos de las rutas a caballo (17%), buceo (13%), motos de agua (10,8%), paracaidismo (7,6%) o kayaks (6,9%). ¿Los motivos? Este perfil de edad está más asentado económicamente y busca un plus de emoción en su rutina, sobre todo en verano.

Ante la cita más importante

Javier Hernanz tiene este verano una cita muy importante, el Campeonato del Mundo, que se celebrará en Moscú del día 7 al 10 de agosto. “El kayak a mi nivel es pura competición, con retos deportivos en los que el objetivo no es sentir la descarga de adrenalina, sino una recompensa al esfuerzo. Y esta la generas con las victorias”, explica el campeón, que se prepara a conciencia para la competición. “Mantengo una alimentación equilibrada donde los hidratos terminan al mediodía. Además, ocho horas de sueño y una siesta de media hora son fundamentales, así como vigilar el aire acondicionado, sobre todo en verano, porque puede causar grandes tragedias”. Esta dedicación y compromiso, con entrenamientos mañana y tarde siete días a la semana, son los que han llevado recientemente a la firma española Loewe a escogerlo como imagen de su colección de fragancias masculinas Sport. Para los aficionados, sin embargo, remar es mucho más sencillo. Como dice Teresa Albo, para iniciarse en este deporte no es necesaria una gran preparación previa ni unas condiciones físicas espectaculares: “Lo único indispensable es saber nadar, el resto se aprende poco a poco”.

Y además...

Si quiere ver a Javier Herranz en la campaña Loewe:

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