Emigrantes en la sombra de los registros

No puede evitarlo. Levanta la voz y se enfada al contar su historia. Se siente abandonada: "Como si me hubieran dado una patada". Silvia Haro, una joven ingeniera de 25 años, trabaja en Alemania desde junio de 2013. Se marchó al extranjero a buscar la oportunidad que no pudo encontrar en su país. Su situación es como la de miles de españoles que han dejando todo atrás empujados por la difícil situación económica. La población en España ha disminuido en 118.238 personas en la primera mitad de 2013, según el INE.

El estudio La nueva emigración española, elaborado por el Instituto de Demografía, Economía y Geografía del CSIC, calcula que la cifra de españoles que han hecho las maletas desde principios de 2008 hasta 2012 supera los 700.000. El INE, sin embargo, la rebaja hasta las 225.000 personas. Esta diferencia se explica porque muchos de los que salen, como Silvia, no se inscriben en los consulados del país de destino y por eso, son invisibles en los datos oficiales. "Para registrarme tengo que ir a Francfort, perder un día libre, hacer colas, papeles... Nadie me ha comentado ninguna ventaja de estar inscrita". Esta joven ingeniera industrial, natural de Pamplona, se graduó en 2012 y estuvo casi medio año sin encontrar trabajo.

Dos jóvenes valencianos dedican este vídeo a todos los españoles emigrantes.

Amparo González Ferrer, autora del estudio del CSIC elaborado para la Fundación Alternativas, confirma el argumento de Silvia: "Sin una perspectiva clara sobre cuánto tiempo te vas a quedar, no te das de alta porque no se necesita para nada". La investigadora explica que España no es un caso aislado, ya que en muchos otros países también desconocen la cifra real de emigrantes. Todo esto no hace que las cifras del INE sean falsas, pero "no se ajustan a la realidad" a juicio de Ferrer.

Los 700.000 emigrantes de los que habla el estudio son todos aquellos que tienen la nacionalidad española y viven fuera, no solo los autóctonos. Los inmigrantes que vinieron, se nacionalizaron y luego se fueron también están incluidos.

Las cifras bailan. Es difícil dar con el número exacto de maletas facturadas con destino a ciudades como Londres, París o Múnich. Carmen González, investigadora del Real Instituto Elcano, indica en el informe ¿Emigran los españoles? que solo 40.000 personas nacidas en España, es decir, autóctonos, han abandonado el país desde 2009. "Hay una alarma injustificada que no se corresponde con la realidad. Es cierto que hay un desfase porque muchos no se inscriben en los registros, pero hablar de 700.000 me parece una cifra desmesurada", advierte.

Casi dos millones de españoles viven en otros países, según los datos del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE). Esta cifra engloba diferentes grupos. Uno está compuesto por los inmigrantes que llegaron a España en busca de trabajo y después de nacionalizarse regresan a su país de origen. Es el caso de la brasileña Celia Almeida, que cruzó el Atlántico en 2006 con un contrato de trabajo como empleada del hogar y se afincó en Ponferrada (León). Seis años después, regresó a su país. Ahora, confiesa que echa "mucho de menos" España y asegura que, si algún día las cosas cambian, volverá. Almeida agotó todas las posibilidades para quedarse. Durante su último año en el país, 2012, trabajaba horas sueltas pero no conseguía llegar a fin de mes. "Hice muchas amistades, mi pareja es de allí y ahora ha venido conmigo", explica en un correcto español.

La investigadora de Elcano rechaza que los emigrantes que se nacionalizaron sean parte del éxodo español, ya que viven en su país de origen. Una idea con la que no está de acuerdo Amparo González: "Es gente que consideramos merecedores de ser españoles. Contribuían al sostenimiento de nuestro Estado de bienestar, estaban integrados y ahora se van. ¡Son gente española hoy y hasta siempre! Excluirlos de las cifras es trampear".

El número de inmigrantes que resiste en España se sitúa por debajo de los cinco millones de personas. Cada vez mandan menos dinero a sus países de origen porque tienen menos recursos que antes. En cambio, los españoles residentes en el extranjero cada día envían más. Las remesas recibidas han superado a las enviadas por primera vez en una década. Entre abril y junio de 2013 entraron en España 1.591 millones de euros y las salidas se situaron en 1.563 millones.

El segundo grupo de los dos millones de nacionales que viven en otros países lo forman los primeros españoles que partieron a hacer las Américas. El tercero, los dos millones de españoles más que salieron en masa a Francia y Alemania en busca de trabajo en los años sesenta. "Cada jueves salía un tren de la antigua Estación del Norte de Madrid [actual Príncipe Pío], en dirección a Irún. Y de ahí, rumbo a un país por conocer. Eran expediciones de miles y miles de personas", explica Ángel Llorente. Él fue uno de aquellos inmigrantes. Vivió 15 años en una ciudad de Baviera (Alemania), durante los que trabajó como peón de fábrica en una empresa dedicada al transporte.

El cuarto y último grupo es el de los autóctonos que han emigrado. Las cifras oficiales hablan de 40.000, los únicos considerados emigrantes españoles, según Carmen González. Pero el perfil de muchos se pierde en los registros. El interés por no encontrarlos, según la investigadora del CSIC, aumenta en tiempos de crisis: "Es un problema que se ahorra el Gobierno. Se van y son una población que no va a pedir ayudas, que no va a protestar ni a manifestarse". El movimiento de salida de los españoles, según refleja el estudio, no es exclusivo de la crisis pero sí existe un incremento desde 2011. Un movimiento que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha bautizado como "movilidad exterior".

La ministra Fátima Báñez califica de "movilidad exterior" la salida al extranjero por la crisis.

"Son personas que viven entre aquí y allá. A veces, los propios consulados tienen constancia de que hay más gente de la inscrita, es como una contabilidad b que no existe", explica Amparo González. Dentro de esa cuenta secreta hay casos como el de Silvia Haro, quien asegura que volverá lo antes posible: "Cuando la situación lo permita. Yo aquí nunca dejaré de ser extranjera. En mis momentos de bajón, me pregunto por qué después de tanto estudio y esfuerzo he tenido que salir de mi país".