Cambiar de cuento

Estoy de acuerdo con el texto de Santiago Roncagliolo Cuentos para niños malos, publicado el 15 de diciembre en El País Semanal. Por una parte, está bien suprimir ciertas partes de ellos que podemos calificar como “inapropiadas” debido a que en su contenido está presente algún valor inadecuado, y mostrárselo a los niños solo serviría para empeorar su conducta. Pero, por otro lado, creo que no está bien hacerlo porque los cuentos infantiles también han de ser fuente de entretenimiento para que los niños exploren otros mundos paralelos al real y desarrollen su imaginación. También pienso que si hacemos esos cambios en los cuentos, privaremos a las generaciones futuras de descubrir cosas que a los padres les resultan difíciles de explicar, además de crear una lectura monótona que provocará que se convierta en algo olvidado. La conducta de los niños depende, más que de cualquier otro factor, de la educación que les inculquen sus padres.