_
_
_
_
_

‘Aquí no hay quien viva’ gana a ‘Curro Jiménez’

La serie que popularizó conceptos como "un poquito de por favor" logra el 55% de los votos frente al 44% de la ideada por Sancho Gracia

Dos series muy distintas se han visto las caras. 'Curro Jiménez', de 1976, fue ideada por Sancho Gracia y fue emblemática durante los años de la Transición. Mostró una Andalucía lejana del folclore, con grandes directores detrás. ‘Aquí no hay quien viva’, coral y divertida, es hija de otra época. Se estrenó en 2003 y es fruto de la factoría de José Luis Moreno. Popularizó a actores como Fernando Tejero, Malena Alterio, la fallecida Mariví Bilbao o Eduardo Gómez y frases como "un poquito de por favor". ‘Aquí no hay quien viva’ ha superado con el 55% de los votos a ‘Curro Jiménez’, que ha obtenido el 44%.

Encuesta

Por motivos informativos la encuesta ya está cerrada al voto

  • Curro Jiménez0%
  • Aquí no hay quien viva0%

Esta encuesta no es científica, responde tan sólo a las respuestas de los lectores que desean exponer su opinión.

Curro Jiménez

ÁLVARO DE LUNA, actor, El Algarrobo en ‘Curro Jiménez’

“Ahora hablar de 40 capítulos es una ridiculez, pero en aquel momento… En realidad son películas. En contra de lo que se hacía entonces, la rodamos en exteriores, lo que era el 50% de la atracción de la serie. No se caracterizaba por improvisar el trabajo, era una serie depurada y trabajada”. Mucho influyó, reconoce, que la serie estuviera rodada en cine (de 16mm) y los capítulos estuvieran dirigidos por directores de la talla de Joaquín Luis Romero Marchent, Mario Camus, Rovira Beleta o Pilar Miró (quienes también participaban en los guiones).

“Lo que me pareció sorprendente es la manera como la serie enseñó Andalucía, desde Ronda, la sierra y bajamos hasta Huelva. Una Andalucía que no era la folclórica. La Andalucía de los olivares, los campos verdes, las bajadas a caballo de las montañas encrespadas... era una manufactura muy curada, con grandes directores de primerísima categoría, no solo en televisión sino también en cine”. De hecho, todo el reparto vivió en Ronda durante casi los dos años en los que estuvo en marcha la producción. “Rodábamos un capítulo en siete días, desde el rocío del amanecer hasta muchas noches y puestas de sol bajando a galope por los olivares”.

Un rodaje que se desarrolló en plena Transición, una época convulsa que hizo que esta ficción incluso tuviera su momento de protagonismo en el Parlamento, recuerda De Luna. “La serie se dejó entre otras cosas porque hubo una crítica a Adolfo Suárez, que tenía una cercanía con Sancho (eran padrinos de los dos respectivos hijos mayores). Se dijo que se hacía un uso de la serie durante las elecciones, que había mensajes subliminales como aclamar la libertad o no aceptar las cosas y cambiarlas”, críticas y cuestiones que él nunca vio en las tramas con esa perspectiva.

Aunque el actor dice ser una persona no excesivamente optimista y sí muy crítico, a la hora de defender Curro Jiménez saca la artillería pesada. “Es una serie ejemplar, incluso pasados tantos años. Eran historias bonitas, sencillas, cuentos que llegaban fácilmente al espectador, con un producto muy depurado tanto en los repartos como en el cuidado de la imagen. Junto con Rodríguez de la Fuente era lo que más sonaba. Dio lugar a todas las series posteriores que se han sacado de TVE, con una gran dirección, un gran reparto y una gran organización”.

Aquí no hay quien viva

Alberto Caballero, jefe de guionistas de la serie.

El tema surgió porque a nosotros lo que nos gustaba eran las sitcom o comedias de situación americanas, de 22 minutos. ¿Por qué una serie tan coral? Por un motivo práctico: las cadenas nos pedían 50 minutos de serie y nos dimos cuenta de que para que tuviera más ritmo tenía que tener más tramas y más personajes. Se nos ocurrió retomar una serie enteramente rodada en plató, sobre  un edificio. Como casi todas las series trata sobre la convivencia entre seres humanos. Al tener muchos personajes, teníamos la tranquilidad de que en caso de que una trama no funcionara o unos personajes no funcionaran, pues los quitábamos. Y también nos ayudó la inconciencia. No sabíamos donde nos metíamos. Hasta el capitulo cuatro no encontramos la estructura definitiva.

¿Por qué tuvo tanto éxito? Porque sorprendió el formato. Entonces lo que funcionaba era Cuéntame y Los Serrano, de temática muy familiar, y en nuestra serie había 18 personajes y ninguno era totalmente protagonista. Yo creo que sorprendió. Era agradable, bastante blanca y empezamos a tratar personajes que no se trataban antes en ficción, como a la pareja gay sin incidir en que su sexualidad fuera un toque distintivo. Y la confrontación de personajes normales, los más jóvenes,  con otros más frikis, casi todos los mayores de la serie. Los adultos frikis eran los agresores en la serie, convirtiéndose en un Juego de tronos en versión edificio.

La serie trataba temas muy normales, como los vecinos cotillas. Y el personaje de Emilio, el portero al que interpretaba Fernando Tejero, era un compendio de lo que significa ser empleado en cualquier lugar. Aunque mucha gente lo piensa, la serie no se inspiró en 13 rue del Percebe. Es un mito. Al plantearnos abrir la fachada se relacionó con la serie de Ibáñez, pero equivocadamente. En ningún momento quisimos inspirarnos en esa serie. A mí de Ibáñez me gustaba de niño Mortadelo y Filemon y también me encantaba Astérix y Obélix.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_