Del censo en Bolivia
El Gobierno insiste en desconocer el mestizaje, pese a que el 61% de la población no se identifica como indígena
Como era previsible, el accidentado Censo de Población y Vivienda 2012 ofreció insumos a los principales gobernantes del Estado. (...) El presidente Evo Morales atribuyó a los medios de comunicación su apresuramiento por dar a conocer los resultados preliminares de la consulta que, seis meses después, fueron rectificados por la ministra de Planificación. (...) No obstante, el presidente volvió a admitir que fue un “error” haberse adelantado a los datos oficiales que contradijeron los que él divulgó e hizo saber que no tiene “ningún miedo” ante la demanda de la oposición y de otros sectores para que los resultados del censo sean sometidos a una auditoría internacional, que debería ser convocada de inmediato para dar tranquilidad a las regiones afectadas por un censo fallido, cuyas cifras no son confiables.
A su turno, el vicepresidente Álvaro García Linera habló de una consolidación de “naciones culturales indígenas originarias” en Bolivia y de una “fortificante indianización” del país a partir del papel dirigente en la construcción del nuevo Estado. Algunos analistas advierten un quiebre en el discurso de García Linera, a quien se señala como promotor de la concepción de las 36 naciones indígenas que, cuando comienzan a ejercer derechos políticos y territoriales, son reducidas a “naciones culturales”.
En la monserga filosófica del vicepresidente se incorporó el concepto de nación mestiza como “etnocidio”, cuando el 61% de los bolivianos que no se identifican con etnias originarias estarían confirmando su condición de mestizos que, tozudamente, pretende ser desconocida por el régimen gobernante.
Santa Cruz, 7 de agosto
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.