Sin prisas
Amo el cine, la literatura, la música, y me apena haber contribuido en el pasado a que la lista de creadores en paro no cese de aumentar a causa de las descargas ilegales. Pienso que el acelerado ritmo a que nos someten las nuevas tecnologías nos está deshumanizando hasta límites intolerables. Que Javier Marías renuncie a la tecnología a fin de preservar su integridad como persona solo tiene una explicación: se esfuerza en tener una conciencia insobornable.
Es urgentísimo recuperar costumbres artesanas, ecológicas, afables. Conversar cara a cara bajo la sombra de un árbol, escribir a mano paladeando las palabras, dejando que broten del interior al ritmo del propio latir.
Internet o el móvil no me aportan más que prisas, violencia, miedo y tristeza. En la medida de mis posibilidades y condicionamientos, me volveré un paleto analógico, feliz, ausente.
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