
Menú para el Día del libro
Para celebrar la festividad literaria, actualizamos cinco recetas que aparecen en obras maestras de la narrativa.

“Para hacer sus cálculos aritméticos el mejor momento era cuando descascaraba los guisantes en la cocina o cuando ponía los garbanzos de remojo. La costumbre obraba estos prodigios, y lo mismo era ver la señora los garbanzos y poner su mano en ellos, que se le llenaba el cerebro de números y veía claro en sus negocios”. Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós.
Ingredientes para 4 personas: 800 gramos de garbanzos cocidos, una berenjena grande, un calabacín grande, 100 gramos de cebollitas perla (frescas o congeladas), 2 cucharadas de azúcar moreno, aceite de oliva virgen extra, unas ramas de perejil fresco, una pizca de nuez moscada, sal. Para la vinagreta: 2 tomates de pera, 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas de vinagre de Jerez, 1 cebolleta, sal, pimienta, una pizca de comino, 20 aceitunas negras.
Cortar la berenjena y el calabacín en trozos pequeños y sofreír a fuego medio en aceite de oliva, como si fuera un pisto, añadiendo sal, pimienta y una pizca de nuez moscada. Dejar enfriar. Pelar y blanquear las cebollitas (si son congeladas, estos pasos previos no son necesarios) y caramelizar primero con aceite de oliva y a fuego muy suave, añadiendo al final el azúcar moreno. Dejar enfriar. Preparar la vinagreta mezclando (en este orden) la sal, la pimienta, el vinagre, el comino, la carne del tomate pelado en concassé, la cebolleta picada (incluido el tallo, eliminando la capa exterior) y las aceitunas. Si los garbanzos son de bote, lavarlos bajo el grifo en un escurridor con abundante agua tibia un par de minutos. Mezclarlos con el sofrito de berenjena y las hojas del perejil, poner las cebollitas encima y aliñar con la vinagreta.
Vicens Giménez
“Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda”. El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes.
Ingredientes para 4 personas, como aperitivo: 4 huevos grandes, 2 cucharadas de leche entera, 50 gramos de chorizo, 2 lonchas de beicon, 4 rebanadas alargadas de pan tostado, aceite de oliva virgen extra, sal.
Cortar el chorizo en tiras finas y saltearlo a fuego medio en una sartén hasta que esté crujiente y haya perdido parte de su grasa. Dejar sobre un plato con papel de cocina y reservar. Cortar en dos las lonchas de beicon y ponerlas sobre una sartén a fuego lento hasta que se doren. Darles la vuelta y cuando estén crujientes sacar a un plato con papel. Poner agua a calentar en una cazuela baja grande. En un bol metálico o una cazuela más pequeña mezclar los huevos, la leche y un par de cucharadas de aceite sin batir demasiado. Cuando el agua esté casi hirviendo, bajar el fuego al mínimo y meter el bol o cazuela con los huevos al baño María. Mover suave con una espátula y remover con frecuencia hasta que espese y haga pequeños grumos (unos 10 minutos). Añadir el chorizo, dejando unos pocos trozos para decorar. Remover y servir de inmediato en vasitos o boles pequeños con el pan y el beicon crujiente.
Vicens Giménez
“Y como ya habían llegado los demás invitados, comenzaron por sentarse en torno del mantel extendido en el que vertían su grasa los corderos asados y se doraban los pollos rellenos deliciosamente con pastas de alfónsigos, de nueces y de uvas”. Las mil y una noches. Anónimo.
Ingredientes para 4 personas: 2 picantones o pollitos tomateros, 12 dátiles, 12 orejones, 12 ciruelas pasas, 50 gramos de uvas pasas de dos colores, 100 gramos de cebollitas perla, 50 gramos de pistachos pelados, 2 cucharaditas de ras el hanout (mezcla marroquí de especias), 2 cucharaditas de pimentón dulce, 2 cucharadas soperas de miel, un vasito de vino dulce, 25 gramos de pan seco, leche, sal, pimenta. Para la guarnición: 100 gramos de mezcla de arroz basmati con arroz salvaje, una vaina de anís estrellado, 3 vainas de cardamomo, la ralladura de la piel de una naranja, aceite de oliva virgen extra, sal.
Los picantones deben estar bien desplumados, lavados y secos. Mezclar las dos cucharadas de miel con una de vino dulce, una cucharadita de sal, una de ras el hanout y otra de pimentón. Con la mezcla pincelar los picantones. Saltear las cebollitas con aceite de oliva a fuego medio hasta que se doren. Picar a cuchillo los frutos secos, menos 4 orejones, 4 ciruelas pasas, 4 dátiles, una cucharada sopera de pistachos y otra de uvas pasas para decorar. Hidratar el pan con un poco de leche, escurrir y pasar por la batidora junto al resto de los pistachos hasta conseguir una pasta a la que añadiremos el resto del pimentón dulce, del ras el hanout, las cebollitas y los frutos secos picados. Rellenar los picantones con la mezcla, bridar y llevar al horno precalentado a 180 grados con calor arriba y abajo. Pasados 20 minutos, añadir el vino y los frutos secos enteros que habíamos reservado. Hornear unos 20 minutos más, regando con el caldo cada 5 minutos y subiendo ligeramente la temperatura al final para conseguir que quede bien dorado. Para la guarnición: hervir el arroz en abundante agua con sal, el anís estrellado y el cardamomo, y servir caliente, aliñado con la ralladura de naranja y un poco de aceite de oliva. Servir medio picantón por persona, usando el jugo de la cocción como salsa y los frutos secos y el arroz como acompañamiento.
Vicens Giménez
“En ese momento llegó el camarero a preguntarme qué quería tomar. Le dije que me trajera un whisky con soda sin mezclar y lo dije muy deprisa porque como empieces a titubear en seguida se dan cuenta de que eres menor de edad y no te traen nada que tenga alcohol”. El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger.
Ingredientes para 1 persona: 75 mililitros de whisky, 1 cucharada de zumo de limón, 1 cucharada de zumo de lima, 1 cucharadita de miel, 1 ramita de menta, fresas, soda y hielo. Mezclar el whisky con la miel y el zumo de limón y de lima. Verterlo en un vaso con fresas cortadas en rodajas y mucho hielo. Acabar con la soda y la rama de menta.
Vicens Giménez