Hay esperanza

Juan Cruz ha estado muy acertado al comenzar una nueva sección con una entrevista a Emilio Lledó, filósofo, miembro de la Real Academia Española, ahora que la filosofía está tan denostada, como bien refleja su casi desaparición en la enseñanza secundaria y bachillerato según el anteproyecto de ley del ministro Wert. España tiene una densa y fructífera tradición filosófica, con talentos como el de Emilio Lledó que han contribuido a la formación de jóvenes como futuros ciudadanos en democracia. Desde Grecia, la filosofía ha sido esencial en la educación, como base de una sociedad próspera. Como dice Lledó, “espero que no vayamos a peor. La educación es la esperanza”. Pero no creo que eso sea posible sin una educación para todos, donde no deben olvidarse la filosofía y la ética, materias interdisciplinares que ayudan a entender lo frágil que es el ser humano y lo importante que es para su supervivencia el cultivo de la razón.