Otra política es posible

Todos los días a través de los diferentes medios de comunicación el Gobierno sigue transmitiendo su mensaje, al que ya ha elevado a la categoría de axioma, de que no quieren hacer esta política pero no queda otro remedio, no hay otra alternativa. La culpa es de la herencia recibida y los que se oponen tienen que entender que es la única salida. Me gustaría que alguien pudiera cuantificar el ahorro que se conseguiría con la puesta en práctica de las siguientes medidas:

Eliminar Ayuntamientos, fijando un mínimo de 20.000 habitantes para poder constituirse como tal. Para ello habría que elaborar un plan de fusiones.

Eliminar las Diputaciones Provinciales, asumiendo sus funciones los Ayuntamientos y CC<TH>AA.

Eliminar los delegados y subdelegados del Gobierno con toda su parafernalia de funcionarios, escoltas, coche oficial, etcétera. Sus competencias las asumirían las CC<TH>AA o las compartirían con el Gobierno central.

Eliminar el Senado.

Disminuir un 20% el número de diputados en cada Parlamento autónomo y en el Congreso

Disminuir en un 20% las aportaciones a partidos y sindicatos

Implantar el pago del IBI a los bienes de la Iglesia no dedicados a culto

No sé a cuánto podría ascender el ahorro con estas medidas, pero creo que con la puesta en práctica de solo alguna de ellas podrían evitarse, si no todas, seguro que varias de las medidas tan dolorosas que se están tomando con los más débiles.— Manuel Gallardo Domínguez.