Una veintena de personas resultan heridas tras un concierto de los Rolling Stones en Argentina
Más de 120 personas han sido detenidas y al menos 15 policías han resultado heridos graves
Una veintena de personas han resultado heridas y unas 125 han sido detenidas por la policía durante el segundo y último concierto que los Rolling Stones ofrecieron anoche en el estadio Monumental, en Buenos Aires.
Los disturbios se desataron dos horas antes del comienzo del concierto, cuando un numeroso grupo de jóvenes intentó eludir las vallas de seguridad situadas a varias manzanas del estadio, en el cruce de la Avenida del Libertador y la calle Iberá, en el barrio porteño de Núñez, para entrar al concierto, ya que no tenían entradas.
Después de un primer intento frustrado de entrar al estadio, más de 150 personas se enfrentaron con la policía, que respondió con agua a presión, gases lacrimógenos y balas de goma. La respuesta no tardó en llegar, al lanzar a los agentes piedras, botellas plásticas y de vidrio y todo tipo de proyectiles.
El caos continuó también una vez comenzado el concierto puesto que los enfrentamientos entre la policía y los jóvenes se prolongaron durante un par de horas. "Vamos a entrar igual", desafiaban a los agentes, que procedían a detener a decenas de jóvenes, según ha informado el diario local La Nación.
Algunos policías están hospitalizados
Defensa Civil y el Cuerpo Argentino de Rescate han precisado en un comunicado que fueron atendidos más de 15 policías con heridas cortantes y politraumatismos. "No esperábamos esto; fue una batalla campal mucho peor que el martes pasado", ha subrayado Carlos García, a cargo del Cuerpo Argentino de Rescate.
Para este segundo concierto de los Rolling Stones en Argentina se había triplicado la presencia policial respecto a la primera puesta en escena y ayer había cerca de 500 policías en las inmediaciones del estadio, pero esto no resultó suficiente.
Dentro del recinto, unas 65.000 personas cantaron, bailaron y se entusiasmaron con Mick Jagger, Keith Richards, Ron Wood, Charlie Watts y compañía. El espectáculo comenzó con Jumpin'Jack Flash, al que le siguió un "¡Hola, Argentina!" de Jagger, que lucía un impermeable largo que le resguardaba del fuerte aguacero, y que terminó tras dos intensas horas de rock.
