España es el país europeo donde más cae el número de niños y más aumenta la pobreza infantil
El sistema educativo español es uno de los que más ha desarrollado la etapa del 0-6, pero también cuenta con una de las mayores ratios de alumnos, según un informe de la UE sobre los cambios de la última década
España ha experimentado en una década grandes cambios en el segmento de sus ciudadanos más pequeños, los niños menores de seis años. Es el país de la Unión Europea donde más ha disminuido su número y donde más ha aumentado el porcentaje de los que viven en el filo de la pobreza. Al mismo tiempo, es uno de los Estados que más se ha desarrollado la educación infantil, que según los expertos es una de las mejores vías para compensar a medio y largo plazo la desigualdad social. Una mejora que se ha producido, entre otros motivos, gracias a que, pese a haber menos niños, ha aumentado la inversión pública en la etapa. Todo ello figura en un informe de la oficina de estadística escolar de la UE (Euryduce) publicado este viernes.
El estudio refleja que el número de niños menores de seis años se redujo en España en 717.000 entre 2013 y 2023, pasando de 2.920.000 a 2.203.000. Es el país, de los 35 Estados europeos analizados por Eurydice ―cuyos estudios van con frecuencia más allá de las fronteras de la Unión―, que más porcentaje ha perdido, un 25%. A continuación se situaron otros dos Estados del sur de Europa, Grecia ―que fue, junto a España, uno de los lugares donde más estragos provocó la larga crisis económica iniciada en 2008―, con una caída del 24%, e Italia, del 21%. La caída en el conjunto del continente fue tres veces menor, del 8% que en España, pasando de 27.150.255 millones a 24.938.129. El número de niños solo aumentó en ocho países, casi todos del centro y el norte de Europa. Los mayores incrementos se registraron en Austria (10%), Malta (11%), Luxemburgo (un 13%) y Alemania (18%).
España es el tercer país de la Unión Europea con más niños y niñas menores de seis años en riesgo de pobreza o exclusión social. El porcentaje alcanzó en 2023 el 34,1%, cuando en 2015 representaban el 28,5%. Es decir, uno de cada tres se encuentra en dicha situación. Solo dos países de la UE presentan datos, y por muy poco, peores: Bulgaria y Rumanía. Ambos países venían de situaciones mucho más graves y han experimentado mejoras significativas respecto a 2015. En Bulgaria ha pasado del 44,7% al 34,2%, y en Rumanía, del 49,7 al 35,3%. Además de en España, solo en otros cuatro países de la Unión ha subido la tasa de pobreza infantil, Dinamarca (hasta el 17%), Suecia (22,6%), Alemania (24%), y Francia (26,3%). En el conjunto de los Veintisiete países miembros de la UE se ha reducido pasando del 24,8% al 23,5%.
Expansión de la etapa
En el lado positivo de los indicadores, España se ha convertido en el octavo país de la UE con mayor porcentaje de alumnado menor de tres años que asiste a la escuela, con un 55,8% (en 2023), después de haber experimentado un aumento de casi 20 puntos porcentuales desde 2013. El promedio en los Veintisiete es del 37,5%. Por delante de España figuran Bélgica, Suecia, Eslovenia, Francia, Luxemburgo, y, sobre todo, Dinamarca (69,9%) y Holanda (71,5%).
Los expertos en Educación Infantil consideran las tasas elevadas de matriculación en el primer ciclo de educación infantil (el 0-3) un indicador ambivalente. Por un lado suponen un signo de desarrollo, sobre todo si implica la escolarización de los niños socialmente más desfavorecidos. Por otro, pueden reflejar carencias en los permisos por nacimiento y otra clase de ayudas a la infancia y la familia. En octubre, en una entrevista publicada en este periódico, el psicólogo y experto en educación infantil Vicenç Arnaiz, consideraba positivo que los niños fueran a la escuela a partir de los dos años, si bien matizaba que ello dependía en gran medida de las condiciones socioeconómicas y culturales de la familia; si estas no son óptimas, es mejor que vayan antes la escuela.
Diversos estudios apuntan a que la escolarización temprana resulta especialmente beneficiosa para quienes viven en hogares desfavorecidos. El informe no ofrece datos sobre matriculación según el nivel de renta, pero un estudio publicado en 2019 por Save the Children reflejó que solo el 26,3% de los niños españoles más pobres estaban matriculados en el 0-3 frente al 62,5% de los de familias más ricas. De ahí que, según los especialistas, antes sufragar al 100% las plazas de la etapa ya existentes, como están haciendo sobre todo comunidades autónomas gobernadas por el PP, resulte más urgente crear plazas públicas y gratuitas destinadas a ese tercio de los críos que se encuentran en riesgo de pobreza.
Ratio elevada
Pese al avance del 0-3 experimentado por España en los últimos años, gracias sobre todo a la inversión del Ministerio de Educación, que desde 2021 ha destinado 670 millones de euros a la creación de nuevas plazas escolares, otros signos sitúan al país en un nivel relativamente poco desarrollado de la etapa. Uno de ellos es la ratio de niños por cada educador (generalmente, de hecho, educadora). En España se sitúa en 20 ―con diferencias según las comunidades autónomas―, una cifra muy alta que solo se alcanza en otros tres países, Rumanía, Bulgaria y Portugal. Lo más frecuente es que el número oscile entre seis y 10, y en Dinamarca y Noruega son solo 3. No se puede hacer, sin embargo, una comparación con la media de la UE, ya que en el caso de cinco países, incluidos Alemania e Italia, Eurydice no aporta datos sobre el número máximo de alumnos por aula o señala que tal límite no existe. En la clase de cuatro años, el número de estudiantes por educador principal (tutor) en España se eleva a 25, también en la franja alta de las ratios europeas.
Los países nórdicos, referentes mundiales en cuanto al desarrollo del Estado del Bienestar no solo tienen grupos muy reducidos de niños por educador. Dinamarca, Finlandia, Suecia y Noruega, junto con Alemania, Estonia y Eslovenia, son los únicos Estados que garantizan plazas a todos los niños de 0 a 6 años cuyas familias quieran matricularlos. España forma parte de un segundo nivel, formado por otros siete países que garantizan dicha universalidad, y además financiada con fondos públicos, para la segunda etapa de infantil, que abarca de los 3 a los 6 años.
A pesar de haberse reducido el número de niños en edad de ir a la escuela infantil, España aumentó entre 2014 y 2021 del 0,62% al 0,66% el gasto en relación al PIB destinado a la etapa. Un aumento que no sirvió, sin embargo, para reducir terreno respecto al promedio de la UE, que en dicho periodo incrementó el porcentaje del 0,67% al 0,71%. Ocho países destinan más del 1% de su PIB a la educación del 0-6. Se trata de Alemania, Estonia, Letonia, Lituania, , Finlandia, Noruega, Suecia e Islandia. Estos dos últimos son los que más proporción invierten, con un 1,63% y un 1,82% respectivamente. En el otro extremo de la clasificación figuran Grecia (0,27%) e Irlanda (0,14%).
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