La ESO empieza a perder alumnado por la caída de la natalidad, según la previsión del Gobierno

La sacudida demográfica que lleva tiempo sintiéndose en los colegios de infantil y primaria empieza a llegar a los institutos. Según la previsión del Ministerio de Educación, publicada este martes, el número de estudiantes matriculados en la Educación Secundaria Obligatoria (la ESO, a la que asisten los chavales, normalmente, entre los 12 y los 16 años) ha descendido en este curso que acaba de comenzar por primera vez en tres lustros, como consecuencia de la bajada acumulada de la natalidad que registra España desde 2008. La estimación del Gobierno es que en las aulas de la ESO hay 10.811 alumnos menos que en junio, lo que supone, de momento, una reducción moderada, apenas un 0,1%, de los 2.103.216 con que acabó el curso pasado.

La cifra puede variar cuando se tengan los datos definitivos, ya que la previsión no responde a información de matrícula, que se publicarán el año que viene, sino a cálculos basados en lo que sucedió el curso anterior, las dinámicas de población y la creación de nuevas plazas.

Se confirme o no este curso se trata, en todo caso, de una tendencia que, si no lo ha hecho ya, está a punto de desembarcar en secundaria y que se extenderá, al menos, hasta finales de la próxima década, ampliando la envergadura de un gran dilema que ya tienen delante las administraciones educativas. Apostar por una mejora de la calidad de la enseñanza, manteniendo el actual nivel de recursos y haciendo que la demografía reduzca, por ejemplo, el número de chavales por aula, o suprimiendo clases y despidiendo a profesorado, como apuntaron el curso pasado algunos pasos dados por comunidades del PP.

El desplome de los nacimientos, que han caído cerca de un 40% entre 2008 y 2023 ―la tendencia se rompió en 2014 con un pequeño repunte― ya se han notado en las etapas educativas anteriores. La educación primaria (tiene seis cursos, con alumnado de 6 a 12 años), ha perdido 222.817 niños entre el curso 2018-2019 y el actual, según la previsión del ministerio, lo que supone, un descenso del 7,6% del total. Y el segundo ciclo de la educación Infantil (3-6 años), ha visto reducida su matrícula en el mismo periodo en 193.171 alumnos, una caída del 15,1%. Si se calcula desde su récord, en el año 2011, sus aulas han perdido 385.934 niños, un 26% de los que llegó a tener.

A pesar del descenso de alumnado en las etapas obligatorias y en el segundo ciclo de Infantil ―a la que sin ser obligatoria, asiste un 98% de los niños en edad de hacerlo―, el número total de estudiantes en las enseñanzas de régimen general no universitarias volverá a crecer este año, aunque por los pelos. Tendrá apenas 10.493 estudiantes más, hasta los 8.348.030. Según la estimación del Gobierno, el primer ciclo de Infantil, el 0-3, ganará 7.251 alumnos, pese a la caída de los nacimientos. En Bachillerato, que todavía se beneficia de la tendencia demográfica ascendente anterior, habrá 20.234 más. Y la FP tendrá 48.460 nuevos estudiantes, hasta sumar 1.193.260. La etapa del 0-3 y la Formación Profesional son dos grandes apuestas educativas del Gobierno, que el martes destinó a ellas otros 162 millones de euros.

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