Sotheby’s y Christie’s intentan esquivar el golpe del bajón de las subastas de arte
La firma del millonario Patrick Drahi confía en el rescate del fondo soberano de Abu Dabi y François Pinault apuesta por las ventas privadas y las grandes obras


¿Recuerdan la película Dos en la carretera (Stanley Donen, 1967)? “Sólo quieres que me convierta en un bonito recuerdo, cuanto antes mejor”, le reprocha el personaje de Audrey Hepburn, cuando Albert Finney, le pide matrimonio. El filme es la memoria de esos días buenos en el andar de la vida, después llega el divorcio. Al arte le sucede lo mismo. Su felicidad está en el pasado cuando la existencia era literalmente un sueño. Hoy las grandes obras escasean, los millonarios optan por colocarlas de forma privada, internet es el refugio final, caen los precios y se disparan los gastos asociados. “Y la incertidumbre económica es —según casi todas (75%) las galerías— uno de los mayores desafíos que enfrentan”, sintetiza Arun Kakar, editor de la plataforma Artsy. El arte, además, paga el peaje al barquero. “Estamos viviendo una época en la que los grandes coleccionistas de muchas décadas fallecen y bastantes colecciones salen a subasta”, reflexiona, por escrito, Patricia Hanna, directora de Espacio 23 en Miami. “Aunque, eso sí, los precios se han tranquilizado bastante”. Pese a todo, hay dos gigantes que aún pugnan por el mercado: Christie’s y Sotheby’s.
Christie’s, propiedad del multimillonario François Pinault, sabe que Sotheby’s, su gran rival, perdió el año pasado 248 millones de dólares (212 millones de euros) antes de impuestos. En cambio —Pinault— fue capaz de incrementar sus beneficios sin contar gravámenes un 18% (unos 845 millones de euros) y vender, acorde con Financial Times, 5.700 millones de dólares (4.840 millones de euros), el 6% menos que en 2023.
En los seis primeros meses del año Christie’s —según Financial Times— colocó 2.100 millones. Mejor dato que el conseguido en el mismo periodo de 2024, cuando las ventas se deslizaron un 22%. La tasa de remate es buena (88%) y la contribución de los clientes americanos ha subido del 42% al 45%, aunque la de los europeos, Oriente Medio y África cayeron el 34% y Asia se estanca en un 21%. “Los cambios de Gobierno resultan habituales en los países donde operamos y no comentamos situaciones políticas”, avanza un portavoz de Christie’s. Ambas casas suman ventas de 4.900 millones de dólares (unos 4.200 millones de euros) a mitad de año.
El arte, en su persecución del dinero, ha virado junto a la geopolítica, los compradores de Asia-Pacífico contribuyeron al 26% de las ventas totales de 2024. Tras la apertura de The Henderson (un edificio en Hong Kong), Christie’s Asia se ha beneficiado del impulso de los coleccionistas nuevos y jóvenes. Y Hong Kong y el sudeste Asiático también ayudan. Pero la certeza es que desde 2015 se nota la pérdida del poder adquisitivo del gigante. Pandemia, crisis inmobiliaria... “Hay miedo porque se ha perdido la confianza”, observa el coleccionista Francisco Cantos. “Y si no se cree no se compra”, añade. “Nada de experimentos, nombres consagrados”. Sotheby’s ha firmado su primera puja internacional en Arabia Saudí con la participación de 45 países. Han vendido, por primera vez, hasta chasis de coches de competición.
Demasiados coleccionistas sienten que viajan hacia otros tiempos. ¿Dónde se oculta la euforia? ¿Los 400 millones de euros por un Leornado pintado con incontables dudas? “Las subastas carecen de objetividad: los precios nada tienen que ver con el valor real ni con la calidad. Los especuladores han visto que el rey va desnudo”, avisa el comisario Bartomeu Marí.
Sotheby’s es propiedad del multimillonario franco-israelí de las telecomunicaciones Patrick Drahi, un inversor activista que compró la empresa en 2019. La adquisición apalancada hundió aún más los números rojos, según las cuentas de la empresa matriz del grupo global publicadas en Luxemburgo en julio. Ahora —a través de una nota— aporta un viaje por la mitad del año que le lleva a la esperanza. Cita unos ingresos de 2.800 millones (no detalla el capítulo de ganancias o pérdidas), un escueto, “aumento de los beneficios”, y sí aporta una tasa de ventas del 85% en todas las categorías.
Sin embargo, no se puede repetir el pasado. “Ni están los compradores asiáticos, que nunca fueron de pensárselo mucho; los estadounidenses andan en su particular laberinto tarifario y los artistas latinoamericanos salen al mercado por precios muy bajos”, narra el coleccionista y mecenas Jorge Pérez. “Todos dicen que han descendido mucho las ventas de las subastas y galerías. Quizá las casas de puja hayan bajado el número de obras que exponen y en el comercio resulta más fácil negociar los precios porque caen las ventas”.
Bajan las comisiones
En Sotheby’s las comisiones y los cargos por ventas descendían de 994 millones de dólares en 2023 a 813 millones en 2024 y la facturación se hundió el 23% hasta 6.000 millones de dólares. El rescate llegó, en agosto del año pasado, del fondo soberano de Abu Dabi (ADQ, por sus siglas en inglés) con una inyección de 909 millones de dólares a cambio del 24% de Sotheby’s Holding UK así como acciones preferentes y warrants. A cambio, exigía menos deuda y mayor crecimiento. ADQ también acordó comprar 75 millones de dólares adicionales en acciones si el ebitda (margen bruto) del holding británico superaba los 300 millones en 2024. Con una inversión de 794 millones de dólares adquirió sus nuevas oficinas centrales de Madison Avenue en Nueva York tras cerrar su área digital en China en febrero —el fracaso de los NFT—.
Los números no toman rehenes. El ejercicio pasado las ventas globales en subasta se dejaron el 12% y cerraron en 57.500 millones de dólares (unos 49.500 millones de euros). El nivel más bajo en remates de arte —según el informe Art Basel/UBS 2025— desde 2020. Art Basilea sigue vendiendo. Pero las obras-trofeos aguardan en puertos francos o mansiones el retorno del gran dinero.
El atractivo del lujo inmobiliario español
Pero no todo es arte. En España esta hoguera de las vanidades y el dinero es incomprensible sin el mundo inmobiliario. Sotheby’s y Christie’s están abriendo sucursales en los barrios y las ciudades más caras. Ambas son fáciles de encontrar en Madrid o Barcelona. Pero van más allá. Spain Sotheby’s, por ejemplo, ya alcanza El Puerto de Santa María, Sancti Petri, Jerez, Cádiz, Zahara de los Atunes, Sotogrande o Tarifa. Es una placa de Petri de mortero y argamasa. “El mercado inmobiliario de lujo permite atraer a clientes que compran obras de arte y objetos de colección. Y desde un punto de vista empresarial, estas empresas de subasta aprovechan todas las sinergias”, valora Luis Corral, consejero delegado de Foro Consultores Inmobiliarios. “El mercado del lujo tiene un gran atractivo para el inversor institucional, que busca estabilidad jurídica y calidad de vida”. Madrid, Barcelona y la costa mediterránea. El sol se alza para los de siempre.
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