El Banco Sabadell completa su giro en Cataluña: de fugitivo traidor a yerno perfecto
Durante la refriega por la opa el banco vallesano ha reconquistado complicidades que desgastó el ‘procés’ indepenentista

El desenlace de la opa hostil ha montado al Banco Sabadell en una nube propulsada con viento de cola. Tras haber logrado resistir casi un año y medio el asedio del BBVA, la entidad vallesana se mece en la satisfacción de haber vencido un duelo que, atendiendo a la dimensión y al poderío del contrincante, temió perder por aplastamiento. Además, con las escaramuzas de la opa, el Sabadell ha logrado recuperar apoyo incondicional en Cataluña después de los recelos en su contra que alimentó el independentismo cuando el banco buscó refugiarse del bullicio del procés en Alicante. El presidente del Sabadell, Josep Oliu, celebra que el final feliz para sus intereses “se ha conseguido gracias al apoyo mayoritario e inquebrantable” de accionistas, clientes y “sociedad en general”. Oliu se reunió este viernes con el president de la Generalitat, Salvador Illa, quien valoró que la permanencia del Sabadell como marca propia es “una buena noticia para el conjunto de Cataluña”.
El presidente del banco vallesano y el consejero delegado, César González-Bueno, admiten haber tocado todas las puertas que creyeron necesarias para encontrar apoyos que ayudaran a defender la supervivencia en solitario del Sabadell. A comienzos de este año, y cuando la opa llevaba ya unos meses presionando a la dirección del banco, Oliu devolvió la sede social a Cataluña y ahí ha cavado una trinchera donde parapetarse. “Es una buena noticia, estamos contentos de que se haya producido y lo digo con toda modestia y con todo respeto, confirma que vamos en el buen camino”, celebró el president Illa, al conocer el regreso. Su satisfacción no era solitaria, porque también lo aplaudieron el Colegio de Economistas, la Cámara de Barcelona, el Cercle d’Economia, Pimec o Foment del Treball. El presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, incluso vaticinó el retorno de otras empresas “relevantes”. Un mes y medio después, también tomaba el camino de vuelta a Barcelona el grupo La Caixa.
Con su traslado a casa, el Sabadell ha reconquistado un apego que perdió cuando hizo las maletas para mudarse a la Comunidad Valenciana. Entonces, la Generalitat estaba en manos de los partidos independentistas y se alimentó la idea de que el Sabadell actuaba con traición a la causa, pero sin capacidad para desestabilizar la hoja de ruta del procés. “Tiene más de relato con los mercados que de efectos reales sobre la economía”, señaló Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat entonces.
Su vicepresidente, Oriol Junqueras, manifestó que la marcha de la sede de los bancos de Cataluña no causaba ninguna afectación. La CUP trató de impulsar un boicot de la Generalitat al Sabadell y la ANC y Òmnium hicieron un llamamiento para que se retirara efectivo de los bancos que se llevaron la sede social fuera de Cataluña. Oliu fue recurrentemente señalado por unos supuestos vínculos con Ciudadanos desde que, en 2014, dijo que sería conveniente “una especie de Podemos de derechas”.
La semana pasada en el Parlament, Junts per Catalunya, partido que preside el mismo Carles Puigdemont, presentó una propuesta para forzar al Gobierno a proteger al Sabadell de la ofensiva del BBVA. Este jueves, tanto Puigdemont como Junqueras celebraron el fiasco de la opa. “El intento de acabar con el sistema bancario de Cataluña ha fracasado”, dijo el expresident.
El Govern del PSC hace bandera de que su gestión al frente de la Generalitat implica la vuelta a una “normalidad” que hizo estallar por los aires el desafío separatista. La amenaza de la opa del BBVA ha puesto en jaque, durante meses, parte de ese relato. “Hago más de lo que digo, pero hago”, confesó Illa el pasado mes de mayo, cuando se le preguntó de qué forma tomaba partido para retener al Sabadell.

El Govern sintió el jueves por la noche un inmenso alivio al difundirse el fracaso de la opa. Illa no ocultó su sorpresa sobre la contundencia con la que los accionistas del Sabadell han rechazado la absorción. “Es un resultado un poco sorprendente. Nadie lo esperaba”, explicó este viernes el propio president, partidario de que el Sabadell mantuviera la independencia y fuera fiel a su arraigo en el territorio y a las pequeñas y medianas empresas. Prudente, en varias declaraciones radiofónicas, tuvo palabras respetuosas con el BBVA -también habló con Carlos Torres- pero admitió: “Estoy contento, ganamos todos y sobre todo el país”. Más enérgico fue Albert Dalmau, su mano derecha y consejero de Presidencia. “Fer país (Hacer país) se hace así”, dijo en una frase ligada históricamente al bloque nacionalista o soberanista, justo ahora que este acusa al Govern de tener escasa ambición nacional.
La realidad es que el mandato de Illa ha viajado de forma paralela a la iniciativa del BBVA porque anunció la opa justo cuando arrancaba la campaña electoral que llevó al socialista a la Generalitat. La mayoría de las formaciones se opusieron. Durante este largo culebrón financiero, que se ha colado en todas las casas con el cruce de campañas publicitarias, el Govern también ha vivido altibajos. En mayo, los socios de Illa, ERC y Comuns, le exigieron más claridad y contundencia en contra de la opa. ERC le reclamó que incidiera y Comuns que fuera un actor y no un espectador.
“Mi impresión es que más allá de la valoración económica, los accionistas han tenido también en cuenta la tradición, la historia, la identidad del banco, el arraigo. Es una buena noticia: no todo son números”, afirmó el president. Con el desenlace final, el Ejecutivo también sortea el eventual problema laboral, como alertaban los comunes, de cierre de oficinas y despidos.
El sindicato CC OO de Cataluña ha subrayado que se ha “posicionado claramente” desde el principio en contra de la opa y ha defendido que la operación “no se justificaba por razones de eficiencia ni competitividad”. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, afirmó este viernes que el fracaso de la opa supone que “ganan los trabajadores” de ambas entidades y los “ciudadanos”, ya que un éxito de la operación habría conllevado un cierre de oficinas y recortes de plantilla.
Una opa exitosa habría otorgado argumentos a la oposición por no haber influido lo suficiente para detener la operación. Tras un acto con la ministra Isabel Rodríguez en el Palau de la Generalitat, Illa afirmó que el desenlace es “positivo para Cataluña y el conjunto de la economía española”, que trabajará con lealtad con las dos entidades, que son relevantes para Cataluña y deben seguir su senda.
El Sabadell ha dado con la tecla para hacer aflorar un respaldo incondicional en Cataluña y armar la resistencia contra el plan de ataque diseñado por Carlos Torres. En la última fiesta de Sant Jordi el banco divulgó una osada campaña publicitaria que llamaba a cambiar el final del cuento del dragón que se come a la princesa. El anuncio pregonaba: “¿Y si cambiamos la leyenda y le damos una buena reprimenda?”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.