Sabadell vuelve a Cataluña siete años después del ‘procés’ y en plena opa de BBVA
Este miércoles se celebrará un consejo de administración extraordinario para aprobar el regreso. Será el primer grande del Ibex en volver a Cataluña
El Banco Sabadell vuelve a Cataluña. La entidad de origen catalán ha convocado para mañana un consejo extraordinario de administración, según confirman fuentes de la entidad, en el que debatirá la posibilidad de volver a tener el domicilio social en la comunidad autónoma más de siete años después de que el banco decidiese llevar su sede a Alicante en medio del procés independentista de 2017, que culminó con el referéndum del 1-O y la declaración unilateral de independencia. Es la primera gran empresa del Ibex 35 en tomar esta decisión, que viene a intentar suturar el desgarro que supuso para la sociedad catalana la fuga de las empresas, con Cataluña ya metida en una nueva etapa política y el socialista Salvador Illa (PSC) al frente de la Generalitat. El momento tiene una lectura también económica, además de la política, puesto que llega en plena opa hostil del BBVA sobre la entidad, que previsiblemente supondría volver a llevar la sede social y el centro de decisión del banco fuera de Cataluña.
De confirmarse este paso, la vuelta del Sabadell será el retorno de más envergadura y más simbólico hasta la fecha. De momento, solo cuatro empresas que se fueron por el procés han vuelto a situar su sede social en Cataluña: en 2018 lo hizo Aguas de Barcelona, Red Points en 2023 y Laboratorios Ordesa y Cementos Molins el año pasado. Fuentes de la entidad bancaria explican que todavía es pronto para explicar cómo se ha fraguado esta decisión, pero todo apunta a que las razones siguen la estela de las anteriores empresas que han decidido volver: retornan porque en Cataluña se aprecia ahora una mayor seguridad jurídica que antes, y porque volver les es útil a cada una de ellas de forma particular. En el caso del Sabadell, por el contexto de la opa.
Tanto el anterior Govern, de Pere Aragonès (ERC), como el actual, que preside Illa desde las elecciones autonómicas del pasado año, han intentado poner un marco atractivo para que las empresas decidieran volver. Este tema también se ha utilizado en las campañas electorales y en las negociaciones entre partidos, especialmente por Junts, que pasó de reclamar incentivos para que las empresas volvieran, a proponer sanciones para las que no quisieran hacerlo. Con todo, una vuelta como la del Sabadell puede contribuir a la rebaja de la tensión política en la comunidad. Y supondría una presión extra para que CaixaBank, primer banco en Cataluña y en todo el mercado español, debata también una posible vuelta a Barcelona.
El plan pasa por volver a situar la sede social del banco en Sabadell, si bien su centro operativo se encuentra en Sant Cugat del Valles. El Sabadell decidió en octubre de 2017, tras el referéndum del 1 de octubre, llevar su sede social a Alicante. Eligió ese cambio de domicilio en pleno procés, aprovechando que el banco había adquirido la CAM en 2011, en plena crisis financiera. La Comunidad Valenciana es, tras Cataluña, el segundo mercado de la entidad.
Precisamente, fuentes de la Generalitat valenciana explican que el presidente, Carlos Mazón, ha hablado en la tarde de este martes con el presidente del Sabadell, Josep Oliu, y el consejero delegado, César González Bueno, quienes le han trasladado la intención de llevarse su sede fuera de la Comunidad Valenciana. La Generalitat valenciana apunta que respeta la decisión, y señala que los directivos le han garantizado a Mazón que el compromiso de la entidad con este territorio se mantiene “intacto”. “La prioridad absoluta para el Consell es garantizar el mantenimiento del empleo y el negocio de esta entidad financiera en nuestro territorio, así como el flujo del crédito a consumidores, pymes e industrias y así se le ha requerido a los representantes de Banco Sabadell”, señalan las fuentes.
Tras el referéndum ilegal, alrededor de 3.000 empresas se fueron de Cataluña en los siguientes dos meses. Entre las grandes cotizadas se encuentran CaixaBank, Naturgy, Inmobiliaria Colonial y Cellnex. Grifols, entonces encabezada por Víctor Grífols, fue la única que no dudó en ningún momento en llevar su domicilio fiscal fuera de Cataluña.
En medio de la opa hostil
El movimiento, adelantado por ABC y confirmado por fuentes bancarias, es especialmente relevante en un momento en el que el BBVA intenta adquirir el Sabadell a través de una opa hostil. La operación ha provocado el rechazo frontal de todo el arco político y organizaciones empresariales. Desde Barcelona, la opa se ve como una pérdida más de la importancia como polo económico en España. También preocupa la reducción de la competencia, en una zona donde la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha alertado de la alta concentración que supondría la transacción, fundamentalmente en pymes. Esto podría provocar una reducción del acceso del crédito de multitud de pequeñas y medianas empresas que constituyen el tejido industrial y empresarial en Cataluña.
Todo ello ha llevado a la CNMC a someter a la transacción a un análisis más estricto, el conocido como segunda fase. En este marco, la autoridad catalana de la Competencia ha expresado a este organismo un contundente rechazo a la transacción. La resolución en principio no supondrá el rechazo tajante a la transacción y llegará, previsiblemente, en el mes de marzo. El Gobierno debe avalar esas condiciones que imponga Competencia, de modo que las puede ampliar de tal forma que la operación deje de tener sentido para el BBVA. El mantener la catalanidad del banco podría estar entre los asuntos a tratar.
En cualquier caso, la decisión de retornar la sede lleva a la opa puramente al terreno político. De triunfar la transacción, esto supondría una suerte de nueva salida del Sabadell de Cataluña, puesto que la sede social del banco pasaría a Bilbao. Sin embargo, hace tiempo que el centro de poder del BBVA —que es el amalgama de entidades vascas como el Banco Bilbao y el Vizcaya, pero también de Argentaria— está lejos del País Vasco y se asienta en el edificio de La Vela, en el barrio madrileño de Las Tablas.
La vuelta del Sabadell a Cataluña obligará al BBVA a decidir si contempla que, aunque compre el banco, mantenga una cierta autonomía, con la sede en la ciudad barcelonesa al menos sobre el papel. Durante los últimos meses, el presidente del BBVA, Carlos Torres, ha llevado a cabo una tourné por los centros del poder empresarial y financiero catalán. Su objetivo era expresar que el banco, que en 2015 se hizo con Caixa Catalunya y tiene una importante presencia en la región, es tan catalán como vasco o madrileño.
Reacciones
Después de conocerse la decisión de la entidad presidida por Oliu, CaixaBank ha asegurado que no está estudiando su regreso a Barcelona. “Nuestra sede está en Valencia con carácter indefinido” y ese escenario “no está bajo revisión”, han afirmado a EFE fuentes de la entidad.
CaixaBank decidió llevar su sede social fuera de Cataluña el 6 de octubre de 2017, un día después de que el Sabadell tomara ese mismo camino.
Además de la reacción del Ejecutivo de Mazón, la patronal autonómica valenciana (CEV) admite que le disgusta la decisión del Banco Sabadell de fijar de nuevo su sede en Cataluña, tras más de siete años en Alicante y advierte de que supone “una pérdida significativa” para la Comunitat Valenciana, recoge Efe.
En palabras de su presidente, Salvador Navarro, la CEV asegura entender que la decisión “responde a una estrategia empresarial motivada por el contexto actual”.
“Es importante recordar -añade- que la entidad trasladó su sede social a Alicante en un momento de alta inestabilidad política y económica en Cataluña, buscando un entorno más estable que favoreciera su operativa y la confianza de sus clientes e inversores. Ahora, con una aparente mejora en las condiciones de estabilidad en Cataluña, el banco ha decidido revertir esa decisión”.
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