Carlos Torres: “El fracaso de la opa no es una razón para dimitir”
El presidente del BBVA atribuye el resultado adverso a un menor apoyo de los fondos indexados y de los minoristas

El presidente del BBVA, Carlos Torres, ha descartado taxativamente que el fracaso en la opa al Sabadell le vaya a suponer la salida del banco. Ni a él ni al consejero delegado, Onur Genç, con quien ha hecho dupla en la defensa de la oferta durante los últimos meses. Se muestran, en cambio, decididos a liderar esta etapa del banco en solitario, con promesas de recompensar a los accionistas por estos 17 meses de espera con más dividendos a corto y medio plazo y un banco que dicen está en su mejor momento.
La cúpula del BBVA ha asistido a un funeral en la mañana de este viernes. El finado era la opa lanzada hace año y medio sobre el Sabadell, que toda la cúpula del banco ha tildado en repetidas ocasiones en la rueda de prensa como “una oportunidad perdida”. Y, sin autocrítica, ha afirmado que volverían a actuar del mismo modo, dado que era la información que tenían en cada momento. También han deseado éxito y suerte al Sabadell en su andadura en solitario, tal y como Torres ha contado que le transmitió al presidente del banco catalán, Josep Oliu, en una llamada de teléfono la pasada noche. Al más puro estilo de una noche electoral.
El funeral no será ni de Torres, ni de Genç. “Mi continuidad en el banco no responde a este proceso. No es una razón para dimitir”, ha afirmado Torres, en línea con la respuesta que ya había dado en repetidas ocasiones durante los últimos meses. Tanto el presidente como el consejero delegado consiguieron, en la pasada junta de accionistas, renovar en el cargo por cuatro años más.
Torres ha afirmado que se siente respaldado tanto por el consejo de administración como por la junta de accionistas, al igual que Genç. “Como se tiene que juzgar es con resultados”, ha dicho, y ha puesto el foco en la buena marcha de la entidad, que el año pasado alcanzó los 10.000 millones de beneficio, lo que supone que la entidad esté “en una trayectoria muy buena, en su mejor momento histórico”.
Con respecto a las causas del fracaso, Torres no ha querido profundizar en el análisis, pero sí lo ha atribuido a la expectativa que surgió en el mercado en las últimas semanas de que el resultado de la opa iba a estar entre el 30% y el 50% y que el BBVA iba a lanzar una segunda opa, en efectivo y con un precio fijado por la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV). Una expectativa “infundada”, según Torres.
También cree que puede haber influido la opinión en contra del consejo del Sabadell, a la que es más permeable la parte minorista, con un 40% del capital. En este sentido, ha afirmado que los pequeños inversores del Sabadell con sus títulos depositados en el BBVA aceptaron la oferta en más del 50%, si bien representan un porcentaje mínimo del capital total del banco y su comportamiento no se ha extendido al resto.
Igualmente atribuye el fracaso de la opa al comportamiento de los fondos indexados, aquellos cuya inversión se basa en replicar el comportamiento de los índices bursátiles y acuden a las opas en función del resultado que creen que se va a obtener. El BBVA contemplaba que aceptarían la oferta con la mitad de sus títulos, un 10% del capital total, pero al final lo han hecho en un grado mucho menor. Sí cree el banco vasco haber contado con el apoyo de los grandes fondos de inversión, que tienen el 30% del Sabadell, pero que no ha sido suficiente.
Por el contrario, en las semanas previas al fin de la opa, el BBVA presumía de una aceptación de entre el 60% y el 70%, que finalmente se ha quedado en poco más del 25%. Ha defendido que aportaron ese dato porque se basaba en sus proyecciones, fundamentadas en la aceptación de los accionistas clientes del BBVA, que “se aceleró” en los últimos días.

Por lo demás, Torres se ha afanado en defender la hoja de ruta que emprende ahora el banco en solitario, que pasa por el plan estratégico que anunció a finales de verano. Este prometía pagos a los accionistas por 36.000 millones hasta 2028 y 13.000 millones en el corto plazo. Como punta de lanza, ha anunciado que retomará la recompra de acciones por 1.000 millones que congeló la opa, pondrá en marcha una nueva de tamaño significativo y abonará un dividendo en noviembre.
Tanto Torres como Genç se han declarado totalmente enfrascados en cumplir esta hoja de ruta. Han negado que estén planeando un ERE en el banco, así como han apostado por centrarse en el crecimiento orgánico y dejarse de veleidades con otras operaciones corporativas. También han defendido la expansión internacional del BBVA, con México y Turquía como puntas de lanza, y han negado que el racional de la operación con el Sabadell fuese incrementar el peso dentro del banco del mercado español.
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