Trump arremete contra la Reserva Federal tras su pausa en la rebaja de tipos

Dice el refrán que dos no pelean si uno no quiere. Pero si el que quiere pelear es Donald Trump, el lío está asegurado. Después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, evitase diplomáticamente contestar a las palabras despectivas que le dedicó la semana pasada el presidente e hiciese oídos sordos a sus presiones para seguir bajando los tipos, Trump arremetió contra él a través de Truth, su red social.

En campaña, Trump responsabilizó continuamente al anterior presidente, Joe Biden, del episodio de fuerte inflación vivido por Estados Unidos en los últimos años. Se trató de un fenómeno global relacionado con la salida de la pandemia, los atascos en la cadena de suministro, el fuerte estímulo monetario y fiscal para hacer frente a la crisis y la subida de los precios energéticos con la guerra de Ucrania. Eliminado Biden de la ecuación, el presidente pone la diana en Jerome Powell, con quien ya se enfrentó en su primer mandato.

“Debido a que Jay Powell y la Reserva Federal no pudieron detener el problema que crearon con la inflación, lo haré liberando la producción de energía estadounidense, reduciendo drásticamente la regulación, reequilibrando el comercio internacional y reactivando la fabricación estadounidense, pero haré mucho más que detener la inflación, ¡haré que nuestro país vuelva a ser poderoso financieramente y en otros aspectos!”, escribió Trump en su red social poco después de la rueda de prensa en la que Powell explicó que el banco central había decidido hacer una pausa en las rebajas de tipos.

“Si la Fed hubiera dedicado menos tiempo a la DEI [diversidad, igualdad e inclusión], la ideología de género, la energía ‘verde’ y el falso cambio climático, la inflación nunca habría sido un problema. En cambio, ¡sufrimos la peor inflación de la historia de nuestro país!”, mintió el presidente en su mensaje. La inflación alcanzó en los últimos años un máximo del 9,1% en junio de 2022. Aunque esa tasa es la mayor en las últimas cuatro décadas, queda muy lejos del 14,8% de 1980 o de los niveles superiores al 10% en que se situó en 1974 y 1979, por no hablar de las tasas del orden del 20% de algunos momentos de las décadas de 1940, de 1920 y de 1920.

Las tesis de Trump son, además, algo contradictorias. Si le preocupa tanto la inflación, no debería pedir a la Fed bajadas de tipos “inmediatamente”, pues una política monetaria menos restrictiva contribuiría a las subidas de precios. El presidente reclamó esos recortes recientemente y además se refirió a Powell y los miembros de la Reserva Federal de modo despectivo el jueves pasado desde el Despacho Oval de la Casa Blanca. “Creo que conozco los tipos de interés mucho mejor que ellos, y creo que sin duda los conozco mucho mejor que el principal encargado de tomar esa decisión”, indicó.

En campaña, también dedicó ataques a Powell, al que en aquel momento acusaba de querer bajar los tipos no por la situación de la economía, sino para ayudar a los demócratas a ganar las elecciones, en abierta contradicción con su posición actual. También ridiculizó su papel, como cuando en octubre pasado dijo en Chicago sobre el puesto de presidente de la Reserva Federal: “Es el mejor trabajo del Gobierno. Te presentas en la oficina una vez al mes y dices: ‘Vamos a lanzar una moneda’. Y todo el mundo habla de ti como si fueras un Dios”.

En su rueda de prensa, Powell ha rechazado pronunciarse sobre las declaraciones en que Trump pedía que los tipos bajasen “inmediatamente”. “No voy a responder ni comentar en absoluto lo que ha dicho el presidente. No es apropiado que lo haga. Pero el público debe confiar en que seguiremos haciendo nuestro trabajo como siempre lo hemos hecho, centrándonos en utilizar nuestras herramientas para lograr nuestros objetivos y manteniendo realmente la calma y haciendo nuestro trabajo, y así es como mejor servimos al público”, dijo el presidente de la Reserva Federal en su rueda de prensa.

También le han preguntado por la receta mágica de Trump de bajar la inflación dando rienda suelta a la producción energética, que las propias petroleras observan con cierto escepticismo. Powell declinó responder, diciendo que no iba a “reaccionar ni discutir nada de lo que pueda decir cualquier político electo”.

Tras tres rebajas de tipos consecutivas, la Fed decidió mantener el precio del dinero en el rango del 4,25%-4,50% en su reunión de este miércoles. Powell subrayó además el mensaje de que no hay prisa por retomar los recortes, en parte por la incertidumbre e indefinición de las medidas económicas a adoptar por Trump.

En su mensaje en Truth, Trump también critica el papel de supervisor y regulador del banco central. “La Reserva Federal ha hecho un trabajo terrible en la regulación bancaria. El Tesoro va a liderar el esfuerzo para recortar la regulación innecesaria, y dará rienda suelta a los préstamos para todos los estadounidenses y las empresas”, escribió Trump.

El vicepresidente de Supervisión, Michael Barr, presentó su dimisión recientemente para evitar un enfrentamiento con el presidente, en una decisión de calado para la reforma de la normativa bancaria. “Nos vamos a mover muy rápidamente”, le dijo Trump a la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, cuando le preguntó por la desregulación en el foro de Davos.

El banco central, además, se retiró de una red de supervisores en favor de las finanzas verdes a la que se adhirió tras la victoria de Biden de 2020, desatando entonces las críticas de los republicanos, que consideraban que se excedía de su mandato legal. Este miércoles, en su rueda de prensa, Powell ha desvinculado su decisión de la política y lo justificó diciendo que el trabajo de ese grupo se ha ampliado de manera muy significativa a “riesgos relacionados con la naturaleza y la biodiversidad y cosas por el estilo”. “Creo que esto va mucho más allá de cualquier mandato plausible que se pueda atribuir a la Fed”, se justificó.

Powell también aseguró que no era una cesión a Trump, sino que la retirada empezó a gestarse “hace un par de años” y se había trabajado intensamente en ella en los últimos meses. “Por lo tanto, y soy consciente de lo que puede parecer, en realidad no fue impulsado por la política. Fue impulsado por una especie de desconexión entre el trabajo de la red y nuestro mandato”, añadió.