Trump: menos libres y más desiguales

El mundo era ya muy desigual antes de la vuelta de Donald Trump al poder en Estados Unidos. Sus primeras leyes implican una segunda vuelta de tuerca contra las iniciativas que trataban de proteger las libertades y organizar un mundo menos desigual.

Tres factores han contribuido al crecimiento de las desigualdades durante las últimas cuatro décadas. La intensa concentración de empresas, el aumento del expolio fiscal que padecen los países menos desarrollados y la desregulación del capitalismo.

El acelerado ritmo de concentración económica es un hecho. Un trabajo elaborado por los economistas Spencer Y. Kwon (Universidad de Harvard); Yueran Ma, (Universidad de Chicago) y Kaspar Zimmermann (Leibniz Institute for Financial Research SAFE) concluye que, en Estados Unidos, “la concentración empresarial ha aumentado con persistencia durante los últimos 100 años”. El 1% de las mayores empresas posee el 97% de todos los activos, frente al 72% de hace un siglo.

El país que preside Trump, está en el podio de la desigualdad. El 10% de los estadounidenses más ricos poseen el 71% de la riqueza, mientras que la mitad de la población solo poseen el 1,5%. “La desregulación, las privatizaciones, la disminución de la progresividad del impuesto y el declive de la afiliación sindical han contribuido a un impresionante aumento de los ingresos del 10% con más renta que ha pasado de obtener un 34% del total en 1980 a un 45,5% en 2021″, según el último Informe sobre la Desigualdad Global.

El expolio fiscal que padecen la mayoría de países por el traslado de beneficios de las empresas y patrimonios a los paraísos fiscales no cesa de crecer. El informe Estado de la Justicia Fiscal 2024, concluye que las pérdidas de ingresos mundiales debidas al abuso fiscal transfronterizo ascienden a 492.000 millones de dólares anuales. Un volumen superior en un 4,2% al ejercicio anterior.

En el ámbito de la fiscalidad internacional se registró un cambio sustancial a partir de 2013 con las reformas propiciadas por la OCDE que culminaron, entre otras medidas, en la exigencia de que todas las compañías tributaran como mínimo un 15% de sus beneficios. El resultado ha sido muy pobre. Desde 2023, los países del Sur Global, la mayor parte de la población mundial, trabajan para organizar un sistema fiscal internacional más justo para 2027.

Uno de los primeros memorandos de Trump ha sido contra los acuerdos internacionales del tipo fiscal global del 15% que “afectan desproporcionadamente las compañías americanas”. Sus intenciones son directas. Otra cosa es si la mayoría de países del mundo lo permitirán.

Los planes de Trump destruyen las ansias de libertad de la mayoría de ciudadanos. Hay que leer las reflexiones sobre la libertad y los impuestos del premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz en la última de sus obras fundamentales: Camino de libertad. La economía y la buena sociedad (Taurus). “Las personas que viven al límite carecen, en cierto sentido, de libertad. Pero darles los recursos que necesitan para llevar una vida decente, por no hablar de poder desarrollar su potencial, implica gravar con impuestos a toda la comunidad”.