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Estados Unidos emprende una amplia investigación contra Microsoft por monopolio

El regulador de la competencia, la FTC, analiza su negocio de computación en la nube y su dominio en inteligencia artificial

Microsoft
Satya Nadella, presidente y consejero delegado de Microsoft, el pasado enero en el Foro de Davos.Denis Balibouse (REUTERS)
Miguel Jiménez

La cruzada del Gobierno de Joe Biden contra los nuevos monopolios ejercidos por las grandes tecnológicas se extiende hasta el final de su mandato. A través del Departamento de Justicia y de la Comisión Federal de Comercio (FTC), la Administración demócrata ha demandado a Google, a Meta, a Apple y a Amazon por abusar de su posición dominante en diferentes mercados. Ahora, ha puesto en el punto de mira a la quinta de las grandes tecnológicas, Microsoft. La FTC ha emprendido una amplia investigación sobre posibles comportamientos ilegales en varios de sus negocios, según avanzó este miércoles la agencia financiera Bloomberg.

La agencia que dirige Lina Khan, de 35 años, que previsiblemente cesará en su puesto al asumir la presidencia Donald Trump, ha enviado un amplio requerimiento de información a Microsoft sobre sus productos de computación en la nube, sus programas para empresas, su uso de la inteligencia artificial y sus servicios de ciberseguridad.

El regulador de la competencia está interesado en la forma en que Microsoft combina sus ofertas de computación en nube con otros de sus productos, una práctica que ha sido denunciada por competidores como Google Cloud, que cree que de esa forma se blinda frente a los competidores. Con motivo de un rifirrafe reciente entre Microsoft y Google, la compañía del buscador manifestó sus quejas sobre el comportamiento del gigante que dirige Satya Nadella: “Hemos manifestado públicamente nuestra preocupación por las licencias en la nube de Microsoft. Nosotros y muchos otros creemos que las prácticas anticompetitivas de Microsoft bloquean a los clientes y crean efectos descendentes negativos que afectan a la ciberseguridad, la innovación y la elección”, indicó.

En septiembre, Google anunció públicamente que había presentado ante la Comisión Europea una queja formal sobre las prácticas de Microsoft en materia de licencias de software para la nube. El mercado de la computación en la nube y los centros de datos es uno de los más boyantes de las grandes tecnológicas. Los líderes son Amazon, a través de AWS, y Microsoft, con Azure. Google Cloud es el tercero de un sector que se ha visto impulsado por la gran demanda de computación requerida para el desarrollo y aplicación de la inteligencia artificial.

Los competidores se han quejado de que las condiciones de licencia de Microsoft y la agrupación de software con servicios en la nube dificultan la competencia de las empresas rivales de autenticación y ciberseguridad. Empresas como Slack, de Salesforce, y Zoom han dicho que la práctica de Microsoft de regalar su software de videoconferencia Teams en un paquete con productos de software populares como Word y Excel es anticompetitiva y les dificulta la competencia.

La FTC también analiza el poder de la empresa en el ámbito de la inteligencia artificial, fruto en gran medida de su alianza con OpenAI. Tras más de un año de entrevistas informales con competidores y socios comerciales, las autoridades antimonopolio han elaborado una petición detallada de cientos de páginas que han enviado a la empresa después de que Khan diera su visto bueno, según Bloomberg. El escrutinio de la FTC sobre el negocio de computación en la nube de Microsoft cobró fuerza tras una serie de incidentes de ciberseguridad que afectaron a los productos de la empresa, según dicha agencia.

La caída de CrowdStrike, que afectó a millones de dispositivos que funcionaban con sistemas Windows de Microsoft en julio pasado, puso de manifiesto el uso generalizado de los productos de la empresa y cómo algún problema con los mismos puede afectar a la economía mundial. Microsoft es además uno de los principales contratistas de la Administración, que suministra miles de millones de dólares en software y servicios en la nube a organismos de Estados Unidos, entre ellos el Departamento de Defensa.

La investigación contra Microsoft, cuyo futuro puede depender del relevo en la Casa Blanca, es el último capítulo de una ofensiva mucho más amplia en la que los dos arietes de la Administración Biden han sido el Departamento de Justicia, con el fiscal general, Merrick Garland, al frente, y la FTC, dirigida por Lina Khan, azote de las tecnológicas.

El Departamento de Justicia ha presentado dos demandas de gran calado contra Google. La primera, puesta en marcha en la presidencia de Donald Trump, fue llevada a juicio en la de Biden, y en ella se concluyó que la empresa abusó de su poder de monopolio en el mercado de los buscadores. Los fiscales han solicitado este mismo mes medidas radicales para romper ese monopolio. La segunda quedó vista para sentencia el lunes y en ella se acusa a la empresa de operar un triple monopolio ilegal en el mercado de la publicidad digital.

También fue el Departamento de Justicia el que demandó a Apple, acusando a la compañía de proteger el monopolio del iPhone poniendo murallas en su ecosistema frente a las superaplicaciones (como WeChat, puerta de entrada a servicios variados de mensajería, comercio electrónico y medios de pago, entre otros) y las aplicaciones de streaming en la nube, especialmente de videojuegos (que reducen la necesidad de teléfonos tan potentes como los iPhone). También denunció que Apple impide la compatibilidad del iPhone y el Apple Watch con dispositivos competidores, que hace que los servicios de mensajería se comuniquen mal con los teléfonos Android y que pone trabas a las carteras digitales alternativas a la suya. Apple presentó una moción para que se desestime el caso que fue analizada en una vista en un tribunal de Nueva Jersey la semana pasada.

Mark Zuckerberg, en una imagen de septiembre pasado.
Mark Zuckerberg, en una imagen de septiembre pasado.Manuel Orbegozo (REUTERS)

Zuckerberg cena con Trump

La FTC de Lina Khan demandó en 2021 a Meta, acusándola de reducir la competencia con la compra de Instagram y WhatsApp. Ese caso ha estado algo atascado. El fundador y consejero delegado de Meta, Mark Zuckerberg, cenó este miércoles con el presidente electo, Donald Trump, en su mansión de Mar-a-Lago, según desveló The New York Times. “Es un momento importante para el futuro de la Innovación estadounidense. Mark agradeció la invitación a cenar con el presidente Trump y la oportunidad de reunirse con miembros de su equipo sobre la Administración entrante”, dijo la compañía en un comunicado distribuido a medios estadounidenses acerca del encuentro.

La relación entre Trump y Zuckerberg ha sido distante durante mucho tiempo. El republicano acusaba a Facebook de interferir en el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 al silenciar voces conservadoras como parte de su política de moderación de contenidos. Trump sugirió incluso que podría intentar encarcelar a Zuckerberg por las acusaciones de que había interferido en las elecciones de 2020. Meta suspendió indefinidamente las cuentas de Facebook e Instagram del entonces presidente después de que el 6 de enero de 2021 elogiara a los violentos en el Capitolio. Fue readmitido en 2023.

En marzo, Trump calificó a Facebook de “enemigo del pueblo” en un mensaje en su red, Truth Social. A principios de este mes, Trump también pareció advertir a Zuckerberg. En julio, volvió a la carga: “Todo lo que puedo decir es que si soy elegido presidente, perseguiremos a los defraudadores electorales a niveles nunca vistos, y serán enviados a prisión durante largos periodos de tiempo. Ya sabemos quiénes son. ¡NO LO HAGAS! ZUCKERBUCKS, ¡ten cuidado!”, escribió en otro mensaje.

El fundador de Facebook ha ido recomponiendo las relaciones con el republicano. Zuckerberg elogió la respuesta de Trump al atentado de julio en Butler (Pensilvania): “A título personal, ver a Donald Trump levantarse tras recibir un disparo en la cara y levantar el puño con la bandera estadounidense es una de las cosas más increíbles que he visto en mi vida”, dijo en una entrevista con Bloomberg en la sede de la empresa en Menlo Park, California. “En cierto modo, como estadounidense, es difícil no emocionarse con ese espíritu y esa lucha, y creo que por eso a mucha gente le gusta el tipo”, añadió.

El empresario se ha mantenido intencionadamente al margen de la disputa política, no pidió el voto por ninguno de los candidatos y dio la enhorabuena públicamente al republicano tras su triunfo electoral: “Felicidades al presidente Trump por una victoria decisiva. Tenemos grandes oportunidades por delante como país. Deseando trabajar con usted y su administración”, escribió en la red social Threads, propiedad de Meta.

Zuckerberg, por otro lado, también mantiene una tensa relación con Elon Musk, gran aliado del presidente electo. Medio en serio, medio en broma, ambos llegaron a retarse a un combate físico en una jaula, que nunca llegó a producirse. Meta incluyó en el capítulo de riesgos de sus folletos e informes anuales la afición de su fundador por los deportes de combate.

La FTC también demandó a Amazon el año pasado, acusándola de ejercer prácticas monopolísticas encaminadas a “inflar los precios, degradar la calidad y hurtar la innovación a consumidores y negocios”. Su fundador y principal accionista, Jeff Bezos, también ha tratado de acercarse a Trump.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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