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Los abusos en el castillo de Apple: los mensajes, la cartera digital, los relojes inteligentes y más

La demanda por prácticas monopolísticas ilegales con el iPhone detalla cinco áreas en las que la compañía bloquea la competencia

Iphone 15 Apple
Teléfonos iPhone 15 y iPhone 15 Plus, en una imagen tomada en la sede de Apple en Cupertino, en septiembre de 2023.Loren Elliott (REUTERS)
Miguel Jiménez

Una de las razones por las que Apple fideliza a sus clientes es que se ha convertido en un ecosistema en buena parte cerrado. La empresa defiende que sus productos y servicios están integrados de forma natural. El Departamento de Justicia considera que la compañía ha construido un imponente castillo tecnológico y luego ha cavado a su alrededor una fosa ilegal. Con ella, impide a los consumidores marcharse a la competencia y somete a una especie de impuesto a los desarrolladores y competidores que quieren entrar. La demanda por abuso de su posición dominante con el iPhone que ha presentado este jueves el fiscal general, Merrick Garland, se centra en cinco fortificaciones de ese castillo: las superaplicaciones, los servicios de streaming en la nube, los mensajes, la cartera digital y los relojes inteligentes.

La compañía discrepa tanto de los hechos como de su interpretación legal, pero el patrón que dibuja la demanda es común: Apple prefiere tener cautivos en su castillo a sus clientes, aunque sea cerrando el paso a innovaciones que les favorecerían. Para ello, cuenta como principal arma con la tienda de aplicaciones, en la que dicta las normas y las interpreta como considera oportuno. Estas son las acusaciones del Departamento de Justicia en cada uno de los capítulos:

1. Superaplicaciones

Las superaplicaciones abren paso a servicios y utilidades diferentes. Son aplicaciones de aplicaciones. Permiten acceder por una misma puerta a mensajería, medios de pago, comercio electrónico y otras funcionalidades. Son especialmente exitosas en Asia, con WeChat y Alipay en China, Tata Neu en India y Grab en el sudeste asiático. Para quienes las usan, la experiencia de usuario apenas se diferencia en función del modelo de teléfono y de su sistema operativo (iOS, de Apple, o Android, de Google), lo que facilita el cambio de uno a otro. Apple las ha visto como una amenaza y les ha puesto todas las zancadillas posibles, según la demanda.

En palabras de un directivo de Apple que cita la demanda, “permitir que las superaplicaciones se conviertan en la principal puerta de acceso para jugar, reservar un coche, realizar pagos, etcétera”, supondría “dejar entrar a los bárbaros por la puerta”.

2. Videojuegos en la nube

Durante años, Apple bloqueó las aplicaciones de juegos en la nube que habrían dado a los usuarios acceso a las aplicaciones y contenidos deseables sin necesidad de pagar por el costoso teléfono de Apple porque esto amenazaría su poder de monopolio. Si los programas y la capacidad de computación están en la nube, no hace falta tener un teléfono tan potente para procesar o almacenar el programa. El smartphone del usuario aprovecha la potencia de cálculo de un servidor remoto, que ejecuta el programa y transmite el resultado al teléfono. El streaming en la nube permite a los desarrolladores ofrecer tecnologías y servicios de vanguardia a los usuarios de teléfonos inteligentes, como juegos y servicios interactivos con teléfonos de menor rendimiento.

En palabras de la propia Apple recogidas en el escrito, la compañía temía un mundo en el que “lo único que importara fuera quién tenía el hardware más barato y los consumidores pudieran comprar un [improperio] Android por 25 pavos en una venta de garaje y contar con un sólido dispositivo de computación en nube” que “funcionara bien”.

Apple utilizó su poder sobre la distribución de aplicaciones para impedir que terceros desarrolladores ofrecieran servicios de suscripción a juegos en la nube como aplicación nativa para el iPhone. El Departamento de Justicia sostiene que con sus trabas, Apple empeoró su propio producto y renunció a ingresos sustanciales. Dejó a los consumidores sin aplicaciones y contenidos para defender su posición dominante. “Y lo que es más importante, Apple impidió la aparición de tecnologías que podrían reducir el precio que los consumidores pagan por los iPhone”.

3. Mensajes

Las aplicaciones de mensajería se benefician de considerables efectos de red, ya que cuantas más personas utilicen la aplicación, más personas podrán comunicarse con ella, lo que aumenta su valor y atrae a más usuarios. En muchos países, entre ellos España, el uso de WhasApp caló hace años y está casi universalmente extendido. En Estados Unidos no es así. La gente sigue usando las aplicaciones de mensajería por defecto de sus teléfonos móviles, herederas mejoradas de los iniciales SMS. Apple ha visto en ello la oportunidad de defender su castillo y de que los usuarios sientan que necesitan tener un iPhone para no estar en inferioridad de condiciones.

La compañía ha impedido de forma intencionada que los iPhone se comuniquen mejor con los teléfonos Android o con aplicaciones externas de mensajería, según la demanda. En 2013, el vicepresidente sénior de Ingeniería de Software de Apple explicó que la compatibilidad con la mensajería multiplataforma en la aplicación de mensajes de Apple “simplemente serviría para eliminar [un] obstáculo para que las familias con iPhone dieran a sus hijos teléfonos Android”. En marzo de 2016, el vicepresidente sénior de marketing mundial de Apple envió un correo electrónico al consejero delegado, Tim Cook, en el que afirmaba lo mismo: “Trasladar iMessage a Android nos perjudicará más que ayudarnos”.

Al propio Cook le preguntaron en 2022 si Apple iba a arreglar los problemas que daba su servicio de mensajería entre los iPhone y los Android. “Es duro, no quiero hacerlo personal, pero no puedo enviar a mi madre ciertos vídeos”, le dijeron. “Cómprale un iPhone a tu madre”, contestó Cook.

Además de degradar la calidad de las aplicaciones de mensajería de terceros, Apple socava la calidad de los smartphones rivales, según el Departamento de Justicia. Por ejemplo, si un usuario de iPhone envía un mensaje a otro que no lo es a través de Mensajes, la aplicación de mensajería por defecto de los iPhone, el texto aparece como una burbuja verde e incorpora funciones limitadas: la conversación no está cifrada, los vídeos aparecen pixelados y granulados y los usuarios no pueden editar los mensajes ni ver los indicadores de escritura. “Esto indica a los usuarios que los smartphones rivales son de menor calidad porque la experiencia de mensajería con amigos y familiares que no tienen iPhones es peor, aunque es Apple, y no el smartphone rival, la causa de esa degradación de la experiencia del usuario”, dice la demanda.

4. Relojes inteligentes

“Apple utiliza los relojes inteligentes, un accesorio costoso, para evitar que los clientes de iPhone elijan otros teléfonos. Tras haber copiado la idea de un smartwatch de desarrolladores externos, Apple impide ahora que esos desarrolladores innoven y limita el Apple Watch al iPhone para evitar un impacto negativo en las ventas del iPhone”, dice la demanda.

En este caso, las limitaciones de todo tipo funcionan en doble sentido: los Apple Watch solo son compatibles con los iPhone, no con otros teléfonos, mientras que los iPhone solo funcionan bien con los Apple Watch, haciendo que otros teléfonos inteligentes den todo tipo de problemas.

En un correo electrónico de 2019, el vicepresidente de marketing de producto de Apple Watch reconocía que Apple Watch “puede ayudar a evitar que los clientes de iPhone se cambien”. Las encuestas han llegado a conclusiones similares: muchos usuarios afirman que los otros dispositivos vinculados a su iPhone son la razón por la que no se pasan a Android. Apple también reconoce que hacer el Apple Watch compatible con Android “eliminaría [un] diferenciador del iPhone”, según recoge la demanda.

5. Carteras digitales

“Mientras Apple anima activamente a bancos, comercios y otras partes a participar en Apple Wallet, ejerce simultáneamente su monopolio de los teléfonos inteligentes para impedir que estos mismos socios desarrollen mejores productos y servicios de pago para los usuarios de iPhone”, señaló el fiscal general, Merrick Garland, al anunciar su demanda.

Los monederos o carteras digitales son una forma cada vez más relevante de utilizar los teléfonos inteligentes. Son especialmente delicados porque suelen contener la información más sensible de los usuarios. Los monederos digitales que funcionan en todas las plataformas de teléfonos inteligentes permiten a los usuarios pasar de una marca a otra con menos fricciones. “Apple ha denegado a los usuarios el acceso a carteras digitales que habrían proporcionado una amplia variedad de funciones mejoradas y ha negado a los desarrolladores de carteras digitales, a menudo bancos, la oportunidad de ofrecer servicios avanzados de pagos digitales a sus propios clientes”, afirma la demanda.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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