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Estados Unidos demanda a Amazon por prácticas monopolísticas ilegales

La querella por inflar los precios y minar a la competencia se enmarca en una ofensiva de la Administración de Biden para acotar el poder de las grandes tecnológicas

Oficinas de Amazon en Nueva York.
Oficinas de Amazon en Nueva York.Mark Lennihan (AP)
Iker Seisdedos

En un gesto de imprevisibles consecuencias para los hábitos de consumo online de millones de estadounidenses, la Administración de Biden presentó este martes una demanda contra Amazon por ejercer prácticas monopolísticas encaminadas a “inflar los precios, degradar la calidad y hurtar la innovación a consumidores y negocios”.

La Comisión Federal de Comercio (FTC son sus siglas en inglés), junto a 17 fiscales generales de otros tantos estados, acusa a Amazon de “impedir que sus rivales bajen los precios, de degradar la calidad para sus clientes, cobrar de más a los vendedores, poner trabas a la innovación e impedir que los demás compitan de manera justa”. La demanda, que considera que unos 100 millones de compradores han resultado afectados por esas prácticas, fija el perjuicio en cientos de millones de dólares al año. “Pocas veces en la historia”, sentencia la FTC en un comunicado enviado este martes, “la ley antimonopolio se ha empleado con el potencial que tiene este caso de hacer tanto bien a tanta gente”.

Cabe interpretar esta acción legal dentro de la ofensiva de la Administración de Biden para acotar el poder de las grandes tecnológicas estadounidenses. Otras causas abiertas han tenido como objetivo a Google, a la que ha sentado en el banquillo de un juzgado de Washington por abusar de su posición de dominio en las búsquedas por internet, o Microsoft, cuyo intento de compra de la compañía de videojuegos Activision ha sido impugnado.

“Nuestra denuncia expone cómo Amazon ha empleado un conjunto de tácticas punitivas y coercitivas para mantener ilegalmente sus monopolios”, dijo en la nota enviada por la comisión la presidenta de la FTC, Lina M. Khan, que ha demostrado en su tiempo en el cargo ser el azote de Silicon Valley desde la Administración de Biden. “La demanda formula acusaciones detalladas que señalan cómo Amazon explota su poder de monopolio para enriquecerse mientras aumenta los precios y degrada el servicio para las decenas de millones de familias estadounidenses que compran en su plataforma y los cientos de miles de empresas que dependen de Amazon para su negocio. La demanda de hoy busca responsabilizar a Amazon por estas prácticas monopolísticas y restaurar la promesa perdida de una competencia libre y justa”.

Medidas antidescuentos

Las tácticas denunciadas por Khan incluyen, entre otras, “medidas antidescuentos que castigan a los vendedores y disuaden a otros minoristas de ofrecer precios más bajos que Amazon”. Entre esos trucos para minar el éxito de la competencia figura la degradación de los vendedores que ofrecen mejores ofertas que la multinacional al colocarlos tan abajo en los resultados de búsqueda que en la práctica se vuelven invisibles. También se acusa a Amazon de poner escollos a las empresas para que puedan beneficiarse de la pertenencia al club “Prime” para sus productos, que permite envíos gratuitos.

Según la demanda, Amazon también daña a la competencia al exigir a los vendedores que usen sus servicios logísticos internos o al obligarles a que vendan sus productos a precios más bajos en la web fundada por Jeff Bezos que en cualquier otro lugar de internet, práctica que ya fue objeto de una demanda separada presentada por el fiscal general de California el año pasado.

Tras conocer la demanda, David Zapolsky, vicepresidente senior de Política Pública Global y asesor general de Amazon, declaró: “Las prácticas cuestionadas por la FTC, en realidad, han contribuido a estimular la competencia y la innovación en la industria minorista y han resultado en una amplia gama de beneficios para los clientes de Amazon (...). Si la FTC logra su objetivo, los resultados serían contraproducentes, ya que se traducirían en una disminución de la variedad de productos disponibles, un aumento en los precios, entregas más lentas para los consumidores y menos alternativas para las pequeñas empresas”.

Los estados sumados al caso son Connecticut, Delaware, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Nueva Jersey, Nuevo Hampshire, Nuevo México, Nevada, Nueva York, Oklahoma, Oregón, Pensilvania, Rhode Island y Wisconsin.

Khan ha hecho del escrutinio a Amazon una de sus cruzadas profesionales desde mucho antes de incorporarse a la Administración estadounidense. En 2017, firmó cuando era estudiante en Yale un influyente artículo legal que denunciaba las ansias de monopolio de la compañía de Seattle en Estados Unidos. Después, como parte de una investigación del Congreso sobre los supuestos abusos de la industria tecnológica, trabajó en un informe de 450 páginas sobre cómo la avaricia por controlar el mercado de Amazon, Apple, Google y Meta habían “obstaculizado la innovación, reducido las opciones de los consumidores y debilitado la democracia”.

Este año, la FTC ya había demandado a Amazon por “engañar” a millones de sus clientes para que se sumaran al programa Prime, por el que estos pagan una cuota mensual o anual. La comisión también forzó un acuerdo multimillonario para enterrar las acusaciones de violación de la privacidad de los aparatos domésticos de la compañía, tales como Alexa.

Fundada en 1994, Amazon es la segunda empleadora en Estados Unidos. En sus casi tres décadas de existencia ha pasado de ser una web para comprar libros a precios competitivos, demasiado competitivos para una industria editorial a la que obligó a un profundo replanteamiento, a ofrecer a los consumidores toda clase de productos, desde aspiradoras a muebles o electrodomésticos. También cabe responsabilizar a los alardes logísticos de la compañía y a la velocidad difícil de batir de sus envíos de un empobrecimiento de las condiciones laborales de cientos de miles de trabajadores, así como de un profundo cambio de los hábitos de los estadounidenses, un vasto país cubierto hasta su último rincón por las cajas de cartón con la característica sonrisa de Amazon.

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Sobre la firma

Iker Seisdedos
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Licenciado en Derecho Económico por la Universidad de Deusto y máster de Periodismo UAM / EL PAÍS, trabaja en el diario desde 2004, casi siempre vinculado al área cultural. Tras su paso por las secciones El Viajero, Tentaciones y El País Semanal, ha sido redactor jefe de Domingo, Ideas, Cultura y Babelia.

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